jueves, 6 de febrero de 2014

HOW TO MEND A BROKEN HEART


                                           I
Era una tarde maravillosa, solo comparable con lo que siente un corazón enamorado, la sexta lucia hermosa, completamente adornada con lucecitas, moños, estrellas. Era diciembre, y la navidad estaba próxima; me encontraba buscando el regalo perfecto, algo que representará lo que sentía por el amor de mi vida. Jamas,  habia vivido este sentimiento por nadie; era hermoso, la gente que veía pasar, en todas ellas veía la felicidad, de aquellas fechas. Pero nadie, absolutamente nadie, se veía como yo me sentía, era algo indescifrable y que seguramente solo entenderá, alguien que a tenido la fortuna de conocer este maravilloso sentimiento. Parecía, que caminaba sobre una nube, que el aire que golpeaba mi cara, simplemente la acariciaba, que las caras felices de niños, hombres y mujeres que a mi lado pasaban, eran felices por mi causa, nada podía arruinar aquella tarde. El cielo estaba completamente despejado, el sol brillaba como foco de 100W, en aldea sin energía eléctrica, todo era deslumbrante,  lo mas hermoso era, que lo veía y no lastimaba a mis ojos. Recorriendo vitrinas, sin saber cual seria el regalo idóneo para la persona que tenia regocijándose a mi corazón, para aquella persona que inundaba a mi corazón de ese sentimiento, llamado amor; por mas que buscaba, no habia nada que me satisfaciéra para compartir con el ser amado, recorrí varias veces de lado a lado la sexta avenida, hasta que al fin encontré un obsequio, ese que mi corazón eligió, era algo espectacular por lo que para ambos iba a representar, era perfecto, así que sin dudar, entre y lo compre.
-Envuélvalo por favor. 
-Es para alguien muy especial. 
salí de aquella tienda y me dirigí a una cafetería, pedí algo para comer y me senté a la par del vidrio que da a la calle, el ambiente sonada a música, a música navideña pero para mi sonaba a música celestial, esa que se escucha únicamente cuando amas a alguien. Esta música, no la puede escuchar cualquiera.
A través del vidrio, creí ver a la persona amada, me apresure a comer lo que le habia pedido a la señorita, pues el corazón se me quería salir de la emoción. Pedí la cuenta y guarde muy bien el obsequio, corrí por donde creí haberl@ visto, pero nada. De pronto, entre la multitud, a unos cincuenta metros de mi, iba apareciendo de entre aquel mar de gente, me quede parad@, para esperarl@ y sorprenderl@, todo parecía pasar en cámara lenta, las personas se veían como si se hicieran para los lados, para dejarnos el camino libre, cuando estábamos  a unos pocos metros (...), el mundo se me vino encima, la tierra se me abrió, mi corazón se detuvo, mis piernas no me querían sostener, mis paquetes cayeron al suelo, las lagrimas brotaron por mis parpados, un nudo asfixiante me tomo del cuello ..., al verl@ del brazo de otr@
riéndose entre ellos, sus cuerpos pegaditos, ella besándolo y él acariciándole. Cuando estuvieron frente a mi, creí desvanecerme, pero en ese instante, antes de que se percataran de mi presencia tome fuerzas y salí corriendo entre aquel mar de gentes, dejando allí tirado el regalo, que horas antes me habia llevado casi la tarde entera buscándolo. "...como puedo reparar a un corazón roto...es como querer evitar que deje de llover... quien puede evitar que el sol brille...! estas notas del Bee Gees, sonaba en la rockola de la cafetería, en la que me habia refugiado..... la lala la la......

                                               II        

Mi corazón se agitaba cada vez que te veía, respiraba a través de ti, era imposible la vida sin ti. Juntos, el tiempo parecía detenerse, no habia espacio para nada mas, tu la mitad de mi corazón y yo la otra mitad. Parecíamos piezas de rompecabezas; una, solo encaja con su pareja, nunca con otra.  Nuestros ojos no veían, si no era a los ojos del otro. El aire, era insoportable, sino era el mismo que respirábamos. El día, no tenia fin, si en la noche no te encontraba junto a mi. Las estrellas, eran simples luces, queriendo opacar a la luna, cuando no las observaba junto a ti. La noche, doce horas sin sentido, si no estaba a tu lado. Dormir solo, mejor si era completamente cansado, para no sentir mi soledad. Despertarme no tiene sentido, es como querer volar con las alas de un pájaro herido. Vivir sin ti, me hace falta la gasolina, que encienda el motor de mi corazón y así comience a latir. Comer es llenar una bolsa; no es, degustar los manjares que ansia mi paladar. Un fin de semana sin ti, 48 horas en la eternidad de la nada, esperando simplemente a la muerte. Nada mejor que la muerte, al saber que mis ojos... mis labios... mis brazos.... mi pecho... mi tacto... mi olfato... dejarán de sentirte.
Con estas ideas en mi mente y corazón y un ramo de rosas rojas, mis ojos se enjuagaban entre las lagrimas, que me acompañan cada tarde, cuando  me dirijo a verte. Tu dentro de tu tumba yo viviendo en la mía. Te extraño tanto mi amor, la vida que vivo sin ti, es solo  de tramite, hasta que me permita estar junto a ti otra vez... Luego de un par de horas hablándole a tu lapida siempre adornada, con las doce rosas rojas que a diario te traigo. Me subí a mi auto y  la radio encendí, acaricie la cabeza de mi única compañía desde que te fuiste: mi perro. Sonaron las notas de nuestra canción:  "...como puedo reparar a un corazón roto... es como querer evitar que deje de llover... quien puede evitar que el sol brille..! con la vista perdida en el horizonte, me fui a mi rincón de soledad, mientras el Bee Gees, me arrancaba una lagrima mas...


SergioRaga 06.02.14

No hay comentarios.:

Publicar un comentario