jueves, 27 de marzo de 2014

Mi primer amor; mi primer fracaso...


Cuando estudiaba los básicos tendría 13 o 14 años; mi prioridad era, obtener la bandera de mi centro de estudios, algo que a la vez odiaba pues para el 15 de septiembre, habia que desfilar y ese palo con esa bandera colgando era tan pesada, pero bueno, eso era lo único desagradable de ser un excelente estudiante, mi segunda atención; eran las chicas y luego los deportes y así iba  la escala de mis prioridades. Lamentablemente. las chicas que a uno le atraen; uno no les atrae a ellas y eso a veces, también les sucede a ellas; los chicos que les atraen a ellas a ellos no les son del todo atractivas. En fin, la adolescencia es mu dificil vivirla -pero cuanto no daríamos hoy, por tener esa edad de nuevo- A mi, en lo personal desde que entre a primero básico, me gustaba una chica a quien llamaré Virginia, vaya si me gustaba, pero yo para ella no existía. Mas bien, pensándolo ahora, para ella no existía nadie pues, no le conocí novio sino hasta en tercero básico. 
Bueno, paso primero básico y lo pase en blanco -respecto a las chicas- Por lo demás fue todo un éxito.  Para los exámenes, mis compañeros que eran los mas populares y mejores deportistas, hacían un circulo con los pupitres y en medio, me apartaban el mio, ya saben por si se les ponía feo el examen; ese día lo aprovechaba al máximo, pues era costumbre que para estar a mi diestra deberían de invitarme; la refacción y hacer lo que se me antojara, de no ser así, eran expulsados de tan selecto circulo; ja,ja,ja. Tonterías, que hoy me dan risa, pero si que se esforzaban por atenderme en esa semana. Llegamos a segundo básico y todo parecía ser igual al anterior, con la diferencia de que este año, asistí a varios concursos televisivos;  un programa de estudiosos, representando a mi colegio. Un día comencé a observar que una niña de primero básico y prima de Virginia me estaba acosando pues, a donde iba, ella y sus compañeras estaban allí, luego los papelitos, para posteriormente lanzarse me  directamente y a mi, me seguía gustando Virginia, y no la que supe mas tarde, era su primita -a ella la llamaremos Gloria- Bien, Gloria no me gustaba para nada, pero ella estaba empecinada conmigo. Un día, tomo valor -así son ellas, tan lindas- y se me declaro. Yo no sabia que hacer y me vi obligado a aceptarla, pues la declaración casi que fue en publico y ni modo que quedar mal visto ante tan selecto publico. A partir de ese día era mi sombra, todo el tiempo, que si agarraditos de la mano, que si sentaditos a la hora del recreo en un lugar escondido, que si un besito por acá y otro por allá, luego otro mas allá... A la hora de la salida, habia que acompañarla a su casa; en fin. Y yo, pensando en Virginia; debo aclarar que los uniforme no nos hacen ver muy atractivos y este era el caso de Gloria. Resumiendo la historia, en cuanto me fue posible corte con ella y seguí atento con Virginia a quien si habia visto sin uniforme y era alguien encantadora. La habia visto de civil, porque todos los sábados, nos reuníamos en casa de algún compañero, para un repaso -que tiempos tan bellos esos- Entonces, como yo habia cortado con Gloria un compañero que llamaré Guillermo me hablo si no habia problema si el la enamoraba, a lo que yo le agradecí, pues ella se miraba un poco triste. Bueno, un sábado, llegue a nuestro encuentro en la casa de una compañera donde era el reventon, esa tarde llegue un poco retrasado y con forme me iba acercando a la casa, veía que mis compañeros -esos, que solo llegan a detener paredes- me veían y hacian comentarios, luego se reían y movían su cabeza; como indicando que burro fue éste al dejar a Gloria -ésto, lo supe poco después- 
-Sos un mula! me decían, cuando me saludaban.
-Porqué? Pregunte, intrigado.
-Anda a ver  a la chavona con la que anda Guillermo. Me dijeron mis amigos; Guillermo habia llegado acompañado de alguien con quien estaba bailando. Así que, la curiosidad me hizo entrar en la casa donde se encontraba la mara bailando la música de moda de esa época, fue  entonces cuando vi a Guillermo bailando con tremendo monumento, mi Virginia no le llegaba ni al talón.
-Guao! Dije, que mujerona mas hermosa! Tenia un cuerpazo, andaba un peinado que le hacia ver su cara tan hermosa. Que tuve que preguntar a mis compañeros, -quien era? pues, a esas fiestas solo llegábamos, los de la foto-
-Quién es?.. esa chavona!
-No la reconoces?, animal!Me respondieron los muchachos. Yo me encontraba anonadado viendo a tremendo monumento; cuando ella se dio cuenta que yo estaba ahí. Ella, le pidió a Guillermo salir a tomar aire y éste le saco de la sala de la casa de Vilma, mi compañera anfitriona. Salieron entonces Guillermo y compañía. Se dirigieron directamente conmigo a saludarme, Guillermo me dio la mano -ya saben, un saludo que llevaba mas o  menos varios segundos- luego la chica se acerco a saludarme de beso. 
-Hola! cómo estas? Me dio un beso, muy cerca de la comisura de mis labios. Fue allí cuando la reconocí...
-Gloria!?.....

Tomado del libro: "Adolescente Tímido" de Sergio Raga


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