Cuando eres un niño, ni pensar en llegar a jugar con una niña, eso esta fuera de discusión; ellas por el contrario, si admiten en su circulo de amistades y de juegos a un niño. Cuando me encontraba con mis amigos y vecinos y se nos acercaba alguna hermana de ellos, yo era el primeo en pronunciarme y ellos me secundaban, las niñas se iban llorando a dar la queja a su mamá. Justo, cuando tenia siete años conocí a unos primos, quienes al pasar del tiempo se volvieron muy asiduos visitantes a nuestra casa; lamentablemente, el único varón, era muy pequeño como para tenerle la paciencia y jugar con él; por otro lado, la mayor ya era una pre adolescente, quedando la de en medio quien, era de mi edad, algunos meses nos diferenciaban, no se quien era el mayor pero eso no nos importaba, pues con ella existió esa química que nos permitía jugar sin percatarse ninguno de los dos de la sexualidad del otro. Mi tía, quien era poseedora de un vehículo familiar, nos llevaba a muchos lugares y ella y yo siempre juntos pero, con toda la inocencia que pueden manifestar dos niños de siete años.
Recuerdo que una tarde que habían llegado a mi casa; nuestro juego estaba de lo mejor, pero mi tía debía de retirarse dejando nuestro juego a medias cosa que le suplicamos que la dejara y que luego regresara por ella, pero mi tía argumento que tenían que hacer una visita a un familiar de su esposo y que si no la llevaba tendría problemas con él. Mientras, ella y yo suplicábamos que nos permitiera terminar aquel juego, que hoy día ni recuerdo. Despues de unos minutos de gracia y de vernos en aquel juego tan animados y absortos, decidió mi tía, mejor llevarme con ellos a su visita familiar y así fue. Me fui con mi familia a su visita, aquella camioneta era grandísima, como eran los carros por aquellas fechas en que la gasolina era tan barata. Siempre nos íbamos los tres peques, en el maletero, acostados boca arriba viendo al cielo, si era de día veíamos las figuras que se formaban en las nubes y uno que otro zopilote interponerse entre nosotros y la hermosa vista y si nos tomaba la noche, entonces veíamos las hermosas estrellas alumbrando el firmamento. Bueno, ese día nos juntamos con el esposo de mi tía en la casa de unos extraños para mi; solo nos bajamos y entramos a la casa, ellos -mis primos- que habían llegado ya en otras ocasiones me tomaron de la mano y nos dirigimos a un lugar especial; lugar para sus juegos. Enos ahí, ya los tres pues, mi otra prima ya se creía una señorita, se quedó con sus primas de ese lugar, quienes rondaban la misma edad. Seguimos nuestro juego, en aquella casona, mi primo al rato se aburrió y cuando nos dimos cuenta estaba completamente dormido, cosa que a nosotros no nos importo. De pronto, sin mas ni para que, mi prima se planta frente a mi diciéndome.
-Deberíamos ser novios! yo que no esperaba nada de eso me asuste y mas cuando mis ojos se toparon con sus hermosos ojos azules, sus bucles dorados que enmarcaban su carita de tes blanca; cuando reía se le formaban unos hoyuelos en las mejías, hasta ese momento me estaba dando cuenta de que mi primita y compañera de aventuras era una hermosa mujercita. Ella, siguió con lo mismo y me veía fijamente y muy decidida.
-Y, como ahora ya somos novios... tenemos que besarnos! me dijo, acercándose cada vez mas a mi, yo que en ese momento sentía que mi joven corazón se me salia del pecho pero no sabia el verdadero motivo, no tuve mas opción que empezar a retroceder, yo retrocedía un paso a la vez y ella avanzaba de igual manera, nuestros ojos se habían quedado como trabados entre si. No dejabamos de vernos ni siquiera parpadeábamos, yo seguía retrocediendo, enmudecido, y ella seguí acosándome con aquella firmeza, digna de una mujer, decidida a tomar lo que le pertenece (Y, dicen que son el sexo débil) Cuando sentí que mi espalda habia topado con algo, quise en ese momento fundirme con esa pared y por mas que lo intente, ella llego y puso sus brazos uno a cada lado de mi cuerpo y lentamente se fue acercando a mi directamente buscando mi boca, cuando sus labios tocaron los míos, vi que sus párpados fueron cediendo lentamente y aquellos ojos azules, que en ese momento tenían un brillo tan especial, se ocultaron bajo ese par de parpados adornados con sus curvadas pestañas. No me quedo mas que dejarme llevar. En aquel momento, tan especial mi cuerpecito manifestó una serie de sensaciones que jamas volví a manifestar y era lógico, era mi primer beso, con amor. Ella, no se separaba de mis labios y yo no quería que aquel momento terminara, pero claro esta, tuvo que terminar y al separarse de mi, ella me dijo con una vos tan suave y dulce.
-Ahora, soy tu novia... y tu eres mi novio! me tomo de mi mano y seguimos nuestro juego. Ella y yo guardábamos ahora un secreto, el cual cambiaría nuestra inocente vida de niños.
Esa tare fue cortita y cuando caímos en cuenta íbamos para mi casa, siempre viendo hacia el cielo, mi primito iba dormido en los brazos de mi prima mayor, así que, ese cielo maravillosamente estrellado, con brillantes estrellas danzarinas, era solo nuestro. Mudos los dos, solo viendo las maravillas de la naturaleza, esas cosas maravillosas que solo DIOS te puede dar, todo era perfecto, nada podía superar ese momento, fue entonces cuando su pequeña mano, tomo la mía y entrelazo sus dedos pequeños y gorditos con los míos. En ese momento sentí que morí, pero lo que mi cuerpo me hacia sentir, eso me trajo de nuevo a la vida, en mi estomago ahora vivían un centenar de mariposas que agitaban sus alas de tal manera como queriendo escapar, pero algo les impedía salir de allí, por mi mano corría una corriente eléctrica muy cálida, con cada apretón y caricia que ella me daba, esta electricidad viajaba por mis brazos hasta el centro de mi corazón, que ahora latía mas rápido y mis piernas donde estaban? creo que me habían abandonado. Ella, luego de varios minutos de esa hermosa agonía, se volteo hacia mi y susurrando mi nombre me volteo y allí me da el tiro de gracia, propinándome otro riquísimo beso.
Ya en mi casa, luego de un baño, mi cuerpecito seguía manifestando sensaciones, seguro eran secuelas que el amor deja para que no se le olvide.
Vengo y le cuento todo a mi madre, ella como era natural, lo tomo como algo tierno que debía de saber toda la familia, y mis hermanos mayores terminaron con aquel prematuro romance entre dos cachorritos pues, eso era lo que eramos, que a la siguiente visita, nos encontramos luego de saber que ambas familias conocían nuestro secreto, nos paso lo mismo que a Adán y Eva cuando los expulsaron del paraíso, y la vergüenza se apodero de nosotros terminando algo tan normal, sin prejuicios y hermoso como lo es tu primer amor. Ese amor únicamente comparado, con el juego de un par de cachorros, que juegan a darse mordiditas y a corretearse. Los adultos, como es costumbre, mataron nuestro amor y nuestra amistad.
....NUEVE AÑOS DESPUÉS...
....Nos volvimos a encontrar, estábamos solos, sentados sobre unas gradas; esto fue para una navidad; las gradas daban a la segunda planta, éstas estaban en la parte del patio, donde también era el garaje; eran unas gradas diseñadas, por si al llegar a la casa habia visita, evitaban que entraras a saludar y te llevaban directamente a los cuartos. Allí estábamos, viéndonos en silencio nuevamente, ella clavó sus ojos en los míos, esta vez, sus ojos eran mas azules y sus pestañas, ayudadas por el rimel, le hacian verse mas hermosos y si a esto le agregamos la aparición de un par de hoyuelos cuando me sonrió. Pensé....
-Ahora, ni un paso para atrás! y como siempre, fue ella la que se fue acercando a mi, hasta quedar fundidos en un beso, pero esta ves, era un beso distinto. Pero mis sensaciones fueron las mismas, solo que elevadas al cuadrado.
....ESTA HISTORIA ES PARA TI... PRIMA. DÓNDE QUIERA QUE DIOS QUIERA, QUE ESTÉS.....
....DESCANSA EN PAZ.....MI PRIMER AMOR!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario