La vida, es una escuela, una insensible, sin escrúpulos, que nos enseña como debemos vivirla, aunque durante el proceso de aprendizaje nos descalabre el alma y cuerpo. Argumenta que, su principal materia es la experiencia; tropezar miles de veces con el misma piedra y, con sudor y lagrimas; es el día de tu graduación.
La vida, es una universidad, a la que todos sin excepción, asistiremos; nadie, ni pobre, ni rico, ni poderoso, ni inteligente, ni imbécil, se pueden capear de sus aulas, y es la única escuela que se encuentra en constante evolución, actualizándose a cada instante, para ofrecer a los que en ella estudiamos, las mejores lecciones de vida. Nunca dejas de aprender, por lo mismo, que siempre esta en movimiento, revaluando su contenido; ésa, es la escuela de la vida.
Como dato curioso; tenemos, que nadie a podido graduarse hasta le fecha y menos, han habido, diplomados con mención honorifica.
Ésto, es lo que le sucede al ser humano, cuando se vuelve padre. Una experiencia tan hermosa, el ver llegar a tu vida a una nueva personita, a la que llamaras hijo y el te llamara papá; ésta criatura, no viene con un manual de instrucciones, de como guiarlo por la vida en sus primeros años de vida. Te reinventas, tomando como referencia las enseñanzas que te dieron, sin darse cuenta, otros que en su momento fueron neófitos en el tema, al igual que tu ahora. Él, es tu linea de partida, si él lo hizo bien o mal no interesa lo que interesa es el ahora. Y, tu momento es, como lo haces y harás tu. Aún sabiendo que no seras tan amado como lo es tu pareja (la madre) intentas hacerlo lo mejor posible, aportando los ingredientes necesarios para que su hábitat, que se llama hogar, sea el mejor posible.
Tienes entendido que tus funciones, deberán ser:
-Dar un techo, donde vivir con decoro.
-Llevar sustento, para esta personita, tu pareja y para ti.
-Darles abrigo y calor.
-Dar ejemplo con tu conducta.
-Darle recreación.
-Darle educación.
-Y tantas otras cosas básicas.
Pero el renglón mas importante y el único, que a tu hijo le interesara en ese momento y el resto de su vida, es tu AMOR, para él. Eso es lo único que ellos requieren y, te lo piden de miles de maneras y tu (papá) con tantas obligaciones, pasas por alto éste rubro básico y gratis y que lo traes escondido dentro de tu corazón; que siempre lo guardas para mas tarde. Te repites: _Se lo daré después, pues hoy estoy cansado_, _Sera mañana, pues el niño ya esta dormido. En fin, siempre encontrarás alguna escusa, y cuando caes en en cuenta, ya se te hizo tarde para entregar ese don maravilloso que siempre espero de ti y tu siempre guardaste para él, pero no fuiste capaz de encontrar el momento idóneo par entregarlo.
Entérate, ese momento para entregar tu amor a tu hijo es HOY. Es dificil ser padre, el ser madre, lo trae la mujer en sus venas, pero ser padre se va aprendiendo en el camino, en esa universidad, llamada vida.
Mi padre, fue un hombre especial y muy humano, con muchos errores; en su momento jamas le entendí, siempre estuvo equivocado y fue muy anticuado, no sentí que me hiciera falta jamas, mejor si estaba lejos de mi. Pues, solo vivía indicándome y guiándome en situaciones que yo ya sabia y que debía de experimentar, yo solo. Pero, siempre estaba ahí, metiéndose en mi vida y mis cosas. _¡Que pesado era mi padre!. Un día, mi amigo incondicional, se harto de mi y me dejo seguir solo en mi camino por la vida; _¡vaya de golpes que me di!_, esos, que él quiso evitarme, pues ya él los habia recibido antes, ese amigo al que no sabia que tenia a mi lado pues, para mi, mis amigos fieles fueron: Los que encontré en un bar, en la esquina. Ellos, si que me aconsejaban bien (Pero bien mal), para mi eran lo máximo, ellos estaban en la onda. Luego crecimos y cada quien se fue por el camino que la vida nos trazo. _Y, Mis amigos, ¿dónde están?_. (a saber). Voltee y mi amigo de siempre, ese que me recibió en sus brazos cuando llegue a este mundo, ese que me asistió con sus consejos; allí estaba, meciéndose en el regazo de sus años viejos, con su cara arrugada, con su cabellera blanca, con su mirar calmada, con sus manos temblorosas, y su silencio eterno. Seguía allí, para mi, esperando a que me acercara y le pidiera algún consejo.
Hoy, empiezo mi vida estrenándome como padre y mi camino se vislumbra igual al de mi viejo amigo, hoy si tengo tiempo de sentarme junto a él y escuchar sus antiguas historias, pero tan actuales a la vez, me regocijo escuchándolo.
Pero la vida es inescrupulosa, insensible y cruel, pues un día llegue y solo encontré su mecedora vacía; traía una gran pena en mi corazón, todos me habían dado su opinión, pero el pesar en mi pecho seguía vigente; corrí a buscar a mi padre, a aquel sabio hombre que la universidad de la vida le habia titulado como tal, pero para mi ya era tarde. Pues él, mi padre, ya se habia ido, su tiempo que siempre fue exclusivo para mi habia expirado, su momento oportuno para entregarme su amor siempre lo postergue, _¿En dónde estas, mi viejo y mejor amigo hoy que te necesito tanto y que quiero escuchar de tus labios la sabia respuesta a mi tribulante problema?_
_Ya no estas, te has ido, ¡cómo te extraño!, ¡ahora te extraño mas que a mi madre!, ella que habla sin saber. Tu eras un genio y, seguro tendrías la solución para lo que ahora me causa desasosiego. _¡Padre, papito, te tuve, te ignoré y te perdí!_, es triste pero esa es la función de un padre, estar allí, y ser invisible para mi, cuando supe de tu sabiduría fue tarde para mi.
Ahora, esperaré sentado en este lugar vacío, en esta silla vacía, a que mi hijo me busque, para encontrar respuesta a su problema; con la ilusión, de que la vida me permita estar aquí cuando mi hijo me busque, cuando mi hijo me necesite, y si mi hijo tambien no tiene la suerte de tenerme cuando me busque, quiza mi nieto si la tenga.
Ojala, leas esto hijo mio, para que sepas que aquí estoy, esperando por ti, para entregarte mi sabiduría; esa, aprendida en la universidad de la vida, pues recien me acabo de graduar, realmente como padre, ¡tu padre!
PARA TI, VIEJO LINDO, DONDE QUIERA QUE DIOS TE TENGA HOY... Feliz día Papá
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