martes, 15 de julio de 2014

¡MI TONTO AMOR!

Desde la primera vez que lo vi pasar, de él yo me enamoré, y desde ese día, mi mente va tras de él, pues solo pienso en él. Un día, que del colegio volvía, pasmada quedé al verlo pasar junto a mi y muy bien acompañado, paso tan cerca de mi, que entonces pensé. 
-¡Que tonta soy! _Pero, que le voy a hacer pues, ya olvidarlo para mi es muy dificil. 
Ahora, me paso las horas tramando una manera de que él sepa que existo, y así podre robarle el amor de esa chica, que siempre va junto a él.
-¿Cómo hago? _¡Para encontrarme uno igual a él!. Ese era mi dilema, pues muy enamorado de ella él se ve.
Un día, me plante en el lugar donde tantas veces le vi pasar y luego de varias horas de estar llevando sol, lo vi pasar justo al lado mio. 
-¡Ahora es mi oportunidad!. Pense y, le di alcance.
-¡Oye! Luego de insistirle, se detuvo y se volteo, ya parado frente a mi; mis piernas me querían dejar ahí y salir huyendo, mi estomago sufría de una sacudida como de cien mil mariposas multicolores, mi corazón sufrió de arritmia y mi lengua se durmió por completo.
-¡Si! ¿dime?... 
-¿Te puedo ayudar en algo?. Eso me dijo, con esa vos que tanto soñé escuchar, tan varonil, como si se tratara de mi locutor favorito. Al verlo al rostro y ver como gesticulaban sus labios cuando se dirigía a mi, vi que de sus ojos se le escapo un rayito de luz, acompañado de un tin; que a mis ojos segó por unos segundos.
-¿Te sientes bien?... ¡Te veo pálida!. Seguía el chico, tratando de que yo pudiera decir algo. En eso, de una casa cercana, salio un buen amigo, quien al verme parada frente a mi matador y, a saber ni que cara yo tenia en ese momento; que entonces logre extraer de mi, una frase.
-¡Hola Joaquín! Seguí de largo y allí lo deje, creyendo que era a él, a quien le habia hablado, pero no. Entonces, vi como él siguió su camino mientras yo colgaba del brazo de mi mejor amigo gay, Joaquín.
-¿Qué te paso?, ¡Tonta!, ¿Porqué hiciste éso?. ¡Lo dejaste ir, eres una mula!.
-Si, es que mi tonto amor por él, no me dejo emular una sola palabra. 
-Pero, ¡viste que guapo es!. 
-Y, ¡como se preocupo por mi! Se tomaron de la mano y dieron unos brinquitos de felicidad. Para luego volver, a mi loco amor por él. 
Ya me ha encontrado mi mami llorando mi desamor.
-¡Mi´ja! ¿Qué te pasa? Que solo triste te veo. 
-¡Nada mami!... Bueno, ¡es que soy una tonta! Estoy enamorada de un muchacho que ya tiene dueña, ¡Mami!.
-¡Hay! La adolescencia, ¡quien pudiera volver a tener tu edad mi´ja!. Eso, me dijo mi mami y se fue.
Sé que no esta bien y se que su amor nunca alcanzare pues, él ya tiene a quien su amor ofrecer.
El tiempo pasaba, sin clemencia ni esperanzas para mi y, yo tratando de encontrar a un muchacho igual a él, que solo me pueda amar a mi; pero yo se que eso nunca va a suceder. 
Seguía sufriendo, encerrada en mi cuarto, cuando llego mi amigo Joaquín.
-¡Hola mana! ¿Qué haces?... ¡No me respondas! 
-Pensando en tu tonto amor, jajaja. 
-No te rías, sabes cuanto sufro por culpa de este tonto amor. Pero, ¿Qué hago?. 
-Ven, salgamos quiero que me acompañes a la casa de una nueva amiga; ella, tal vez nos pueda dar una solución a tu problema. Y eso hicimos, llegamos, nos presento y, ella muy linda, me escucho detenidamente, luego me pregunto. 
-¿Quién es ése chico?. Y le dije de quien me habia enamorado.
-Bueno, veré como puedo ayudarte; pero ya no llores por él. 
-Ven, salgamos a dar una vuelta. Y nos perdimos por las calles esa tarde las tres. Ellos, mis mejores amigos no me dejaban sola, tratando de distraer a mi loco corazón. 
Un día, que casi lo estaba logrando, alguien llamo a la puerta de mi casa.
-¡Mami tocan! ¡Abrí por fa! Deben de ser Joaquín y la Lola. Pero, mi mami no respondió. De mala gana llegue a la puerta y abrí. 
-¡Me quiero morir! Pense. Era él, quien estaba frente a mi, en el umbral de mi puerta. Y, como era costumbre; lo mismo, mis piernas... y bla, bla, bla.
¡Hola! ¿Eres Pau?. Me dijo, con aquella vos y con sus rayitos luminosos acompañados de un tin en sus ojos, con esa sonrisa tan blanca.
-Y, ¿éste como sabe mi nombre? Pense parada allí, como momia de Guanajuato; sin poder hablar. En eso... Al fondo, detrás de él, justo frente a la verja de mi jardín. 
-¡Si, si, si es él! 
-¿Pero? Entonces, ¿quién es éste chico? que esta frente a mi... debo estar volviéndome loca. Todo esto, pensaba mientras ese chico pasaba junto a su chica, tan cerca de mi casa. Al fin, con la conmoción ésto pude decir.
-¡Ahí vas tu!. 
-¿Qué? 
-¡Si! ¡halla vas tu con tu novia!. Él volteó y luego de ver al chico de quien me habia enamorado unos días atrás; él rompió en risas. Diciéndome lo siguiente.
-¡Ah! Te refieres ami hermano. Si, siempre nos dicen lo mismo. 
-Pero, ¡él es él y yo soy yo!. Sin darle mas importancia, me explico el porqué de su visita sorpresa. 
-Vine a invitarte a dar una vuelta. 
-Lola me contó de tu tonto amor y me gusto escuchar esa historia, que pensé. 
-¿Porqué no conocerla?.
-Y, ahora que te conozco... ¡Wao! 
-Me pregunto, 
-¿Si quieres que sea tu chico inventado? 
-¡Ése! del que te enamoraste... Un muchacho igual y, ¡que solo te quiera a ti!.
-¿Qué me dices?
-¡Siiiiiiii!!! 
-Y, desde entonces, ¡salgo con mi tonto amor!. 
-Al otro ¡ya lo olvide!... Pues, al fin encontré a un muchacho igual y, ¡Que solo me quiere a mi!.


Basada en la canción del mismo nombre: "Mi tonto amor" de Connie Francis













   

No hay comentarios.:

Publicar un comentario