miércoles, 6 de agosto de 2014

EL TUMOR

El nuevo editor, revisaba su oficina en la editorial que estaba a punto de quebrar, la ultima esperanza para esta empresa, era que Manuel consiguiera una obra, la cual los sacara del hoyo económico en donde habían caído. Mientras Manuel ordenaba a su nuevo lugar de trabajo, se encontró con un manuscrito, el cual tenia fecha de nueve meses atrás; lo tomo, se sentó y lo empezó a leer. Las horas transcurrieron y él ni enterado, hasta que su secretaria lo interrumpió, indicándole que se retiraba, pues la hora de salir, habia llegado.
-¡Hasta mañana lic!
-¡Ah!.. Si... ¡Hasta mañana Clarita! Clarita, salio de su oficina y justo antes de cerrar la puerta, Manuel la llamo.
-¡Espere Clarita!
-¡Si señor! dígame.
-Clarita... ¡Este manuscrito esta buenísimo! ¡Con ésto salvaremos a la editorial!
-¿En serio señor? Pregunto Clarita toda intrigada. 
-¿Quién es el escritor? Manuel, busco y encontró el nombre del escritor.
-¡Leandro Pérez! Le dijo a Clarita todo emocionado
-¡Esta bromeando señor! Leandro venia cada mes con un libro, pero siempre eran una porquería. 
-Al menos, eso decía la anterior editora y todos los editores del país. 
-¡Era un pobre fracasado! Manuel, seguía hipnotizado, leyendo la obra de Leandro.
-¡Ah!...¡Pues, no lo creo Clarita! ¡Seguro, nunca leyeron este manuscrito!
-¡Por su puesto que no! _Se les recibía por cortesía y se almacenaban por unos días, luego se tiraban a la basura.
-Pues bien Clarita, mañana a primera hora comuníqueme con este Leandro... Para firmar el contrato. 
-Y, ¡Esta obra se publicara y nos hará ricos!
-Me temo que no se va ha poder lic.
-¿porqué Clarita?
-Porque Leandro... ¡Murió hace unas semanas! Manuel, quedo sin palabras. Mas tarde reacciono. 
-¡Clarita mañana a primera hora me tiene los datos de la familia de Leandro! 
-¡Urge conseguir el contrato par publicar la obra!... Antes de que otros, la encuentren y se nos adelanten. Clarita con cara de extrañeza y de pereza, le contesto.
-Usted es el jefe. Y, se marcho.

Al día siguiente, antes de que Clarita y el resto de empleados de la editorial llegaran a trabajar; ya Manuel se encontraba en su oficina, embelesado con la lectura que Leandro habia dejado.
-¡Buenos días lic! ¡Veo que madrugo!
-La verdad Clarita, es que no puedo dejar de leer esta obra de arte. 
-¿Me tiene los datos que le pedí?
-Si señor, aquí los tiene. Con los datos en una mano y el manuscrito en la otra, salio con rumbo a la dirección de la casa de Leandro. 
Luego de media hora de camino, Manuel se encontraba en casa de Leandro, hablando con la esposa de él.
-Entonces.. ¿Estamos de acuerdo con el contrato señora?
-¡Por supuesto!... Pero... ¿Está seguro que quiere publicar ese libro?
-Si señora, es maravilloso y es mas, cuénteme la historia de su esposo y además ¿de que murió?
Entonces, la señora de Leandro Pérez, le contó la historia de su esposo.
-Cuando nos casamos con Leandro, luego de su trabajo regresaba a casa y se metía en su estudio, tomaba su máquina de escribir y pasaba horas ahí adentro. 
-Solo se escuchaba el sonido de las teclas de su Remington. A los días, salia con su manuscrito, muy contento y esperanzado que esa vez le comprarían su obra. 
-Pero... eso nunca paso. Le contaba la señora con su cara triste.
-De editorial en editorial, Leandro estuvo, sin desfallecer y sin fallar con sus historias... Pero nadie, nunca se intereso en nada de lo que Leandro escribía. Y, para serle honesta, yo que desconocía del tema, tampoco me gustaban.  
-A veces, cuando él me compartía sus historias, éstas, eran tan aburridas que casi me dormían. 
-Pero el tiempo paso y para Leandro esa era su vida... Hizo una pausa acompañado de un profundo suspiro y la añoranza se reflejo en su mirar. 
-Hasta una mañana que al levantarse se encontró con un horrible dolor al costado de su cabeza... Justo aquí. Le señalo la señora la sien derecha. 
-Al ir con médico, éste le dió la fatídica noticia. Claro, luego de hacerle una serie de exámenes.
-Y, ¿qué paso?... ¿qué tenia Leandro? Le interrumpió Manuel.
-Pues, le diagnosticaron un tumor cerebral, el cual era operable y con la operación y la extirpación del tumor... ¡Leandro se salvaría!
-Y, ¿entónces porqué murió? Le pregunto Manuel intrigado.
-¿Sabe usted lo que cuesta una operación de esas? El pobre de Leandro, cuando pregunto por el costo de la misma, casi se muere en el sanatorio. El médico le dijo que tenia diez meses para realizarse la operación y, que después de ese tiempo si no se operaba... ¡Moriría!
-Leandro, se paso visitando bancos para un préstamo. Hablo con amigos y familiares. Pero nada... 
-Un día, Leandro regreso muy motivado y me dijo:
-Amor, ya se como conseguiré el dinero para mi operación.
-Yo, con emoción le respondí... ¿Qué cómo?
-Él me dijo, mientras se dirigía a su estudio, donde le esperaba su Remington. 
-¡Escribiré un libro increíble! _Y con las regalías del libro... ¡Me operare! Así que, Leandro paso un mes escribiendo el manuscrito que usted tiene en sus manos. Cuando lo termino, salio hacia las editoriales a entregarlo a los editores; todos lo recibieron muy amablemente, pues conocían del momento que Leandro estaba viviendo; pero nadie lo quiso. 
-Hasta hoy que usted viene con este contrato de mucho dinero... ¡Que le pudo salvar la vida a Leandro! Y, la verdad, no entiendo porque le interesa, si para todos Leandro era un fracasado como escritor.
-Señora, no se que paso, pero lo que Leandro escobio aquí. Le enseño el manuscrito. ¡Es una joya! ¡Un diamante literario!
-Yo de eso no se, pero si usted lo dice, esperare... _Sin hacerme ilusiones con todo ese dinero.
Luego de un breve silencio, Manuel le dice a la viuda.
-Sabe que pudo haber pasado, señora de Pérez.
¿Qué?...
-El tumor, en su cerebro, hizo que Leandro se inspirara, al grado de dejar esta hermosa obra.
A los pocos meses, la editorial que Manuel encontró en bancarrota, y la que él tenía a su cargo, estaba en los primeros lugares, con la obra de Leandro Prez; la competencia, al conocer del éxito, busco entre sus bodegas y ahí estaba el manuscrito de Leandro, ese que nadie quiso leer y, que ahora era un best sellers.

La obra de Leandro, la cual la titulo Manuel como: "Los viajes de Leandro", cuenta la historia de un hombre, que la vida le daba la oportunidad de vivirla de maneras increibles. En "Los viajes de Leandro" cada viaje, era una aventura que cualquier ser humano quisiera haber podido vivir, y Leandro junto con su tumor la habían vivido, dejando huella de ellos, en las paginas de su libro. 

...En otra oportunidad, les narraré un capitulo del libro de Leandro, para que conozcan de la maravillosa obra que este escritor dejó y sepan como vivir la vida según él. Como si se tratara de una aventura de esas que solo se encuentran en un libro o en el cine. Leandro Pérez, encontró la fama y fortuna después de su muerte. Pero en esos diez meses que el quedaban de vida. Leandro, vivió lo que una persona sana, jamas podrá vivir... ¡Ni en cien años!





















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