jueves, 25 de septiembre de 2014

El deseo de una bella mujer

En un bar del centro se encontraba una señorita, acomodada en la barra del bar, sin acompañante, ella, era una mujer muy elegante, con porte de majestad, de una inigualable belleza. Sentada, sin la mas mínima inquietud por ser abordada, simplemente descansando, con su bebida, escuchando la musica relajante de ese lugar. Esa mujer, si que  llamaba la atención, era como un imán. Sin embargo, a pesar de ser alguien admirado y deseado, nadie se sentía con el suficiente valor para acercarse a ella e invitarla a una bebida, algo que a ella no le interesaba pues, no había llegado al lugar en busca de alguna aventura. No así, el resto de jovencitas alocadas que se acercaban al lugar para divertirse y disfrutar de la compañía insulsa de los que a ese lugar frecuentaban.
En eso, entro al bar un tipo de singular elegancia, una presencia arrolladora y con ganas de llevarse como cada viernes a una de esas loquitas a su cama. Pero, la señorita de la barra no pasaba desapercibida, era imposible llegar a ese lugar y no notar su presencia. El caballero al verla sola, vió la oportunidad idónea y con sigilo, tal cual experto depredador a ella se acerco.
_¡Bonito ambiente! Le dijo, para romper el hielo, ella amablemente le respondió con una mueca muy sutil. Éste se preocupo un poco al no recibir la respuesta a la que él estaba acostumbrado, y embistió de nuevo.
_¿Es la primera vez que vienes a este bar, pues jamas te había visto y, eso que vengo seguido?
_Jorge, sírveme lo siempre y para la señorita, otro igual por favor. Ella le agradeció con una simple sonrisa.
_Entonces, ¡no me respondiste! Ella coloco su copa sobre la barra y respondió.
_No, no he respondido. Y en silencio quedo una vez mas, simplemente escuchando la exquisita musica que inundaba al lugar. El conquistador vió a Jorge, con cara de preocupación y jorge solo sonrió, como diciendo. _Ésta no será fácil. Cosa que molesto un poco al intrépido embaucador.
_¡Aquí esta su bebida señorita! Le dijo Jorge a la hermosísima dama. Ella le agradeció amablemente, tanto a Jorge como a quien le invitaba. 
_Bueno. (pensó el conquistador) Tendré que enviarle a toda la caballería. Se coloco frente a ella y empezó con su coqueteo.
_¡Eres la mujer mas hermosa que jamas mis ojos han podido ver y, estoy seguro que no volveré a ver a nadie con tanta belleza, como tu. Ella ni siquiera se molesto en responder. A lo que él le dice.
_¿No me responderás nada?
_¡No! respondió ella. Entonces, el prosiguió.
_Disculpa mi insistencia, pero estoy extasiado con tanta belleza, tienes una cara que cualquier top model, envidiaría.
_¡No! respondió de nuevo, sin inmutarse ni un poquito. Él continuo.
_Y, de tu figura, ni hablar... si Miguel Ángel viviera, tu serias la modelo para su próxima obra de arte, David sería tu pareja en cualquier museo.
_¡No! respondió de nuevo. El caballero casi sudaba al darse cuenta de que no conseguía nada.
_Si entregar mi vida a cambio de una sonrisa tuya, sin pensarlo la entregaría, todo para demostrarte que mas no puedo hacer para conquistar a la mas bella del universo.
_¡No! respondió nuevamente y el ultimo sorbo a su copa le dió. Se puso de pie, tomo su bolso y su saco e intento dirigirse hacia la puerta principal, pero un desesperado conquistador ya vencido se le puso enfrente. Ya, uno frente al otro, ella lo vió fijamente a los ojos haciendo que él bajara los suyos y luego de aceptar su derrota y hacerse a un lado, ella avanzo. Al pasar justo al lado de un hombre derrotado, se detuvo, se volteó y le dijo.
_Sabe, lo que usted me dijo me lo dicen todos los días en todos los sitios a donde vaya, pero lo que yo quisiera escuchar nadie me lo dice... _Te preguntaras ¿qué es lo que me gustaría escuchar?... Ésto es lo que deseo oír de un hombre, sin importar su físico, ni posición social, ni nada banal.
_Me gustaría que vieran en mi: A una mujer fuerte... A una mujer segura de sí misma... Alguien con quien quieran compartir su vida, no una simple noche de placer... A una ejecutiva exitosa, una profesional exitosa... A una mujer, no a un cromo ambulante... No es que ser hermosa sea malo, lo malo es que solo te quieran utilizar, explotar y presumir... Yo busco a un hombre que me vea como su igual, que me respete por lo que soy, por lo que me he esforzado para llegar hasta donde he llegado, que me ame no por ser hermosa, sino por el ángel que vive adentro de mi... No por mi cuerpo, sino por el amor que puedo entregar... No por mi bella cara sino por la amistad que le pueda entregar... Todo lo demás es vanidad, con fecha de caducidad pues, algún día, todo lo que ahora ve en mi ya no existirá; pero lo que llevo adentro de mi, ese morirá conmigo y para ese momento busco a un hombre que valore todo lo que tu, al igual que los demás no puede ver... Pues, la belleza que Dios me dió, es como una luz una tan fuerte, como esa que un animal ve por la noche a media carretera y lo encandila y lo único que él ve le causa su muerte... Yo busco a alguien que vea mas allá de esa luz encandiladora. 
_Eso me gustaría encontrar. _Gracias por la copa y que tenga una buena noche con alguna de estas jovencitas que no se valoran y de las que están llenos los bares.

La dama se retiro, justo como llego, con gallardía y el garbo, su andar dejaba a todos boquiabiertos y parecía que el tiempo se detenía por donde ella caminaba.

Jorge, sintió pena por ella, pues escucho todo lo que ella dijo y pensó: _El caballero que ella busca, no lo encontrará en un lugar como éste... _Es mas, no se si todavía existirán o a lo mejor todavía no han llegado.
_¡Dame otra copa Jorge! Le interrumpió el pensamiento al cantinero y empezó a buscar a la que sería su compañera de esa noche, no sin antes reflexionar lo que esa hermosa mujer le habia dicho.





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