miércoles, 29 de octubre de 2014

Cirugía Plástica para el Alma

Luego de visitar a las mejores clínicas y hospitales especializadas en cirugía plástica y a los mejores médicos especialistas, en este genero de la medicina, en toda la región, acudió a una, quizá su ultima esperanza, para poder realizar en ella los cambios que soñaba. Ésta, se había tardado en darle una cita, debido a la demanda de pacientes inconformes con sus cuerpos, pues el medico especialista; el Dr. Díaz Lara, quien era un médico con un gran historial, en el que le abanderaba su programa de televisión paga. Él, había hecho cirugías a muchas celebridades y ésto, le había abierto las puertas para un programa televisivo.
_¡Buenas tardes señorita, tengo una cita con el Dr. Díaz! La recepcionista, Clarita, quedo muda cuando vio a quien había solicitado la cita con el Dr.
_¿Señorita me escucho? 
_¡Ah! ¡si, claro, tome asiento por favor! Ella se dirigió a la sala de espera, tomo una de las muchas revistas que hay en esas clínicas y empezó a hojearla, sin siquiera ver lo que veía. Mientras lo hacía, le llamo la atención que Clarita la recepcionista, la veía como hipnotizada, sin parpadear, con un rostro de asombro, el cual era imposible disimular. Ella, la chica, confirmo con eso, que realmente necesitaba la cirugía que nadie habia querido hacerle durante toda su búsqueda de años, para corregir lo que para ella, era ¡algo terrible! 
Mientras ella se avergonzaba de si misma, coloco la revista entre ella y Clarita. Para ésto, Clarita, quien realmente no podía dejar de observarla, en sus pensamientos ella se decía.
_Pero, ¡que mujer! ¿para que habrá venido no lo entiendo? ¡si hasta yo siendo mujer! (...) Fue interrumpido su pensar por el intercomunicador, era el Dr. Díaz, quien le daba unas instrucciones, mientras la paciente que él atendía, abría la puerta y se despedía de Clarita. Eran, madre e hija, quienes al salir de la clínica no pudieron evitar ver a la mujer que en ese instante había dejado al descubierto toda su personalidad, algo que causo revuelo en las dos damas que abandonaban la clínica.
_¡La viste madre!
_¡Por supuesto! ¡como no ver a alguien como ella! ¡te dije que el Dr. Diaz es el mejor! Con estas palabras, llegaron al elevador y se fueron; mientras, el Dr. Diaz, apareció en la puerta de su despacho, reclamándole a una absorta Clarita; diciéndole, que porque motivo no hacia pasar a la paciente, pero el Dr. quedo mudo y Clarita seguía observando a la señorita, mientras ésta se ponía de pie e ingresaba a la clínica del Dr. éste, quedo mudo al ver a la mujer que de inmediato le ordeno a Clarita, quien había vuelto en sí.
_¡Clarita, cancele todos mis compromisos y puede retirarse que ya no la necesitaré!
_¡Como ordene Dr.! Clarita realizo lo que el Dr. le ordeno y se retiro de la clínica, pero en su mente llevaba la fotografía de aquella señorita a quien le urgía realizarse una cirugía estética

Ella, se dirigió directamente al asiento que esta frente al escritorio del medico, pero éste al verla, le pidió que por favor se acomodara en una pequeña salita, adentro del consultorio, ella accedió y se acomodo en uno de los cómodos sofás; el Dr. Díaz se acomodo en el de enfrente y quedo en silencio pensando.
_¡Que mujer mas hermosa! _¿A qué habrá venido _¡Es tan bella, que podría ser la imagen de mi clínica y me haría millonario!
La joven, se sentía muy incomoda, de ver como el Dr. la veía; entonces el Dr. le lanza la pregunta del millón.
_Diga señorita, ¿a qué a venido a una clínica de medicina estética? _¡Si usted es una mujer hermosa, extremadamente bella! ¡usted es la perfección femenina en vida!
En verdad, la mujer era algo extremadamente bello, era tan bella que no perderé el tiempo describiéndola. ¡Así de bella era! que ningún adjetivo le haría justicia a su magnánima belleza. Mientras, la hermosa mujer le explicaba al Dr. su problema; éste la escuchaba y la observaba minuciosamente. 
Al fin, el Dr. se puso de pie, se dirigió a su escritorio, saco de una de las gavetas una tarjeta y se la dió a la joven señorita, ella la tomo y de inmediato la leyó.
_¿Dr. Méndez psiquiatra? 
Al cabo de unos minutos, la señorita, salió mas desilusionada que nunca de aquella clínica, pues como ya era costumbre, nadie le podía ayudar para solucionar su problema y eso de visitar a un psiquiatra, no era opción para ella. 
Así que tomo camino por las calles, hasta llegar a un malecón, que daba a una hermosa playa, lugar que en pocos minutos estaría muy concurrida; ella caminaba por ahí con la decepción en si, arrastraba su bolso y a un suéter; cuando ella escucho algo que la detuvo en el lugar.
_¿Necesitas ayuda? Ella luego de escuchar esa voz, tan refrescante y relajante; volteó, pero no había nadie, se asusto y de inmediato pensó.
_¡Dios mio me estoy volviendo loca!
_¡Por supuesto que no! Le respondió la voz, ella camino mas de prisa, hasta que no escucho nada y se sentó en una de la bancas que dan al mar, ya solo se escuchaba el vaivén de las olas sobre la arena blanca. 
Frente a sus ojos, todo se fue transformando, quedando frente a un escritorio, del otro lado un hombre, el de la voz relajante y suave, ella no comprendía que pasaba. El hombre le sonrió, él estaba vestido completamente de blanco y era tan bello, como lo era ella. 
_Entiendo que no te sientes agusto contigo y buscas que te hagan una cirugía estética, para encajar en este mundo. ¡pero eso no será posible!
_¿Porqué, me puedes explicar?
_¡Sencillamente, porque tu al igual que yo no pertenecemos a este mundo! ¡tu eres uno de los nuestros, que ha querido ser uno de ellos!
_¿No comprendo? Respondió ella.
_¡Simple, tu al igual que yo, somos ángeles! ¡seres de luz! y, ellos son simples mortales. 
_Pero, ¡se de otros que han llegado para quedarse entre ellos! 
_Es correcto, pero para ello han bebido un brebaje; el cual, tu no lo bebiste, por ello, es que te sientes incomoda y tienes todos esos problemas en su mundo terrenal. 
El ángel, se dirigió a otro cuarto y regreso con un vaso y adentro de él, un liquido, incoloro, inodoro y sin sabor alguno.
_¿Qué es ésto? Le pregunto la bella mujer, al ángel frente a ella. 
_¡No beberé ésto! sin saber que es. Le rechazo el vaso con el brebaje. 
_Esta bien, te diré que es o, mejor te daré sus ingredientes, pues luego de beber ésto, seras uno de ellos y vivirás entre ellos como una mortal más, perdiendo todo a lo que  tienes derecho como ¡ángel que eres!
_¿Estás de acuerdo, segura que quieres eso?
_¡Si! ¡lo ansió! Respondió emocionada. 
_Pero, ¡no lo beberé hasta que me digas que contiene!
_Bueno, con gusto; los ingredientes de éste brebaje son:
-Vanidad; envidia; lujuria; maldad; ansiedad; depresiónambición; insensibilidad; indiferencia; codicia; mentiras; traición. Y, otros. 
Ella lo bebió con mucha prisa y conforme lo bebía, aquel lugar y el ángel iban desapareciendo, quedando ella nuevamente sentada en la banca, frente al mar. Para ese momento, la playa ya estaba repleta de gentes; jugando pelota, otras en bicicleta, otros en patinetas, otros con su pareja tomados de la mano; en fin, un mundo de mortales. Conforme el lugar se desvanecía por completo, ella, la ahora mortal, alcanzó a leer un letrero que se ubicaba sobre la puerta de ese mágico lugar, el cual decía: Clínica Estética para el Alma.
Cuando ésta clínica celestial desapareció por completo, ella olvido, todo. 
Ella, ahora pasaba desapercibida para el resto de humanos ya no era la mujer perfecta que ella no quería ser; siguió su camino, hasta perderse entre la multitud que había en el lugar.

"Todos los que habitamos este lugar terrenal, somos seres bellos, no hay diferencia entre uno y otros; lo que nos hace diferentes, es lo que nuestros ojos ven en otros seres. Y ¿qué vemos? Vemos, personas altas, bajas, gordas, flacas, blancos, negros,, feos bonitos, etc. Pues, los vemos con nuestros ojos de humanos y vemos a un cuerpo humano. 
Pero, para el que nos ve desde lo alto, ÉL, solo ve almas y para Él, todos somos iguales, somos bellos, ¡como lo era esa chica!
Por ello, a veces nos preguntamos: ¿cómo es posible que esa bella mujer, sea pareja de ese tan feo?
O, ¿qué le vió ese tipo a esa mujer tan ...? etc. Hay quienes nos desagradan y nunca llegamos a tener una empatía con ellos. En nuestros lugares de trabajo, vemos como se hacen grupos, a los que nosotros no pertenecemos; pues pertenecemos al otro grupo. Ésto, es por que tenemos la capacidad de ver el alma de nuestra pareja (nuestra alma gemela) y vemos a esas mismas, en nuestros mejores amigos. Lo mismo con nuestras familias. 
Pero, créanlo o no, todos somos perfectos y bellos, lo que nos hace diferentes es ese brebaje que llega a dominar a nuestro cuerpo, pues, dicho brebaje corre por nuestras venas"

¡Advertencia!: Así como nosotros somos: almas caídas del cielo para habitar este planeta, entre nosotros tambien habitan, seres con almas oscuras, que no vienen del cielo, éstos seres son horrendos y tanto tú, como yo, sabemos bien quienes son. 
Ellos, tambien han bebido un brebaje, para llegar a éste planeta, y mezclarse entre nosotros.....
Pero, ¡ésta es otra historia! 










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