martes, 7 de octubre de 2014

¿Sabes quién soy?

¡Que inmensidad! Azul arriba y abajo, el de arriba es mas claro, el de abajo mas oscuro y con movimientos. Esa fuerza que mueve al azul de abajo y, al de arriba le agrega tintes de blancos, a mi me da vida y me empuja. Que fuerzas tan violentas, me hacen subir y bajar, me enfurecen, me apaciguan. A veces cálido, otras frío y eventualmente gélido, nunca me detengo y sigo mi camino sin rumbo fijo, a veces simplemente descansando, me dejo llevar. 
_Me cuentan que en algún lugar hay otras tonalidades y cosas hermosas que espero algún día poder encontrar, aunque no lo preciso pues acá soy tan feliz. 
_Aquí nací, subo hasta lo mas alto y caigo en picada hasta hacer contacto con el azul oscuro y profundo, que me hace de nuevo subir y quedar suspendido en la nada. 
_¿Qué es esta fuerza? que me hace desplazar en medio de éstos tonos azules, ¡que maravilla! vuelo con tal fuerza que ya nada me podrá detener. 
_¿Qué es lo que se ve al final? _¡Son los otros colores, de los que una vez oí hablar! 
_¿Cómo llegue aquí? _Creo que fue sin yo querer. _¡Si que es hermoso! 
_¿Qué son esas cosas verdes y cafés, que nacen y se elevan hacia el cielo? 
_¿Habré llegado a lo que llaman: Continente, sigo mi camino con tanta fuerza, creo que ahora soy mas cálido. 
_¡Haré contacto pronto con ellas! 

Entro en el continente, por el litoral llego, a los desfiladeros y acantilados, esos que lo asombraron cuando llego y contra ellos paso a gran velocidad acariciándolos y obligándolo a elevarse de nuevo; él, disfrutaba acariciando y despeinando con sus caricias a los arboles, las malezas y era feliz. Que ya no quiso volver a su lugar de nacimiento. 
_¡Aquí me quedo! se dijo y se suspendió por todos aquellos maravillosos lugares.  

Un día se encontró cara a cara con unos seres raros para él, a quienes les acaricio el rostro y su cabellera les transformo, jugo con ellos por un rato, esos seres disfrutaban de su compañía tambien y pensó. 
_¡Éste es mi lugar! ¡aquí me estacionaré hasta que un día muera! _Pues aquí soy feliz. 
Sus hermanos y amigos que llegaron antes que él le advertían diciéndole. 
_¡No debes pasar de aquí! Entonces, el vio mas allá y pensó. 
_¿Qué habrá en ese lugar a donde me han prohibido llegar? 
Pasaron las estaciones y con ellas convivió, siendo: cálido, a veces feroz, y otras mas frío que nunca hasta casi congelarse, pero él seguía con un pensamiento. 
_¿Qué habrá mas allá, detrás de esas montañas? Si he venido hasta acá por casualidad, sin yo querer llegue hasta este lugar tan hermoso y he conocido lugares y criaturas extrañas a quienes les gusta conmigo pasar un momento y jugar, creo que podre llegar mas adentro de este continente, de este lugar. 
Y, sin él querer un día, una fuerza aun mayor que él mismo, lo empujo y se lo llevó. 
Por mucho que sus hermanos hicieron no lograron sacarlo de aquella fuerza extraña a quienes ellos ya conocían. 
En el fondo, él, no quiso luchar para de ahí bajarse, sus hermanos quedaron allí aterrados y escondidos y en sus transfigurados rostros se les veía la tristeza por su hermano, por su amigo, quien ahora se dirigía hacia la gran urbe, pero nuestro amigo, él si que iba emocionado a su nueva aventura, pensó. 
_Por fin conoceré mas de este continente. Y al fin a la gran ciudad llego, bailo entre los rascacielos, bajo al subterráneo y luego subió hasta las nubes y fue entonces, cuando comprendió porque sus amigos y hermanos le habían dicho que no habría de llegar a ese lugar a donde llego, casi sin querer. 
Fue entonces, en ese lugar en donde su vista se nublo y ya no podía ver con la claridad que antes lo hizo y su cuerpo translucido e invisible se fue convirtiendo en algo turbio; él se asusto, al ver, que ahora se podía ver a él mismo y grito. 
_¿Qué es ésto? ¿qué me sucede? quiero volver con mis hermanos y amigos. Otros que llegaron a ese lugar al igual que él, por curiosidad; le dijeron. 
_¡Ésto es bello! ¿verdad? todos caímos a sus pies y por ello nuestro castigo, ahora de aquí no saldremos nunca, ya muchos han muerto,  ¡ése es nuestro destino amiguito!
_¡Pronto seras como yo! El anciano era casi negro en su totalidad, obtuso, enfermo mortal y le dijo al joven recien llegado. 
_Nosotros estamos contribuyendo con el final de toda esta belleza a la que un día deseamos besar y tocar, a ésta que un día nos rendimos y a sus pies nos rendimos. 
_Pero, ¡mandemos un SOS a nuestros familiares y amigos! Les dijo el joven recien llegado, casi histérico. 
_No amigo, no hay nada ya, nada que hacer, aquí no hay nada que hacer, de aquí no podremos salir con vida. Seremos reciclados hasta morir. 
En el fondo, en el horizonte, atrás de las montañas, la inmensidad azul, en donde un día vivió tan feliz y un poco mas acá sus amigos y hermanos, disfrutando de las estaciones. 
Él, se dijo resignado. 
¡Aquí moriré...!

_¿Sabes quien soy?.. ¡Debes de conocerme!.. ¡¡Ayúdame!!.. Pues, ¡¡tu me has matado y con ello te has condenado!!
Y, entre los rascacielos se poso a esperar su muerte, junto a todos los que llegaban y a los que allí vivían. ¡Todos enfermos....! ¡Solo esperando la muerte!... 



 

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