jueves, 6 de noviembre de 2014

EL TRASPLANTE. Capitulo 2

Mientras la cirugía continuaba en la sala de operaciones; en la sala de espera del Hospital General, se encontraban: el Profesor Efrén y Ady, a la espera de que la operación siguiera su curso con éxito, según lo planeado por los cirujanos encargados del trasplante. Se les veía demacrados, pues, era cansado el estar ahí a la espera de la conclusión de dicha operación, sin dormir cómodamente, mal alimentados y todas las incomodidades que conllevan el estar adentro de una sala de espera, adentro de un hospital. Agreguémosle el estrés que ésto provoca. Ellos, ya no tenían tema de conversación, simplemente se dedicaban a hacerse compañía el uno al otro; el Profesor Efrén, quiso ser, un fiel amigo y acompañar a la muchacha todo el tiempo necesario hasta que Martín fuera llevado a la sala de recuperación. Mientras ellos estaban ahí sentados, simplemente viéndose las caras, alguien irrumpió en la sala, llevando un poco de ambiente diferente al lugar. Se trataba de la enfermera Aracely.
_Dr. Efrén ¡vea quienes llegaron! El Profesor Efrén, se puso de pié de manera casi inmediata, acomodando su cabellera blanca, pues llevaba muchas horas de no recibir un baño. 
Efectivamente, a la par de la enfermera Aracely se encontraban una pareja de jóvenes; éstos se veían muy felices, enamorados y entusiasmados por reencontrarse con el Profesor.
_¡Hola profesor! ¿nos recuerda? Pregunto la joven señorita, dirigiéndose a él con los brazos entre abiertos.
_¡Claro que los recuerdo y con mucho cariño! Mientras el profesor les expresaba ésto, se abrazaba contra la chica; el joven acompañante de la chica esperaba ansioso su turno para abrazar al Profesor. 
Ady, sencillamente los veía, con cara de desgano, desde el lugar en donde se encontraba. Sobre un sillón, con las piernas subidas en él y sobre ellas, una sábana, para evitar la frialdad del Hospital General.
_Ady, quiero presentarte a unos entrañables amigos. Ady, simplemente les sonrió, sin mucho animo en su semblante; diciéndoles.
_¡Mucho Gusto! 
La joven recien llegada se abalanzó hacia la no muy motivada de Ady, luego de obsequiarle un beso en su mejía, ésta le dijo con una voz muy dulce y una luz en sus grandes ojos; cosa que le llamo la atención  de sobre manera a la despistada y cansada de Ady. 
_¡Hola querida! ¡Todo saldrá bien! ¡Ten fe!
El joven, se dirigió hasta donde se encontraba ella y cordialmente le extendió su mano para saludarla.
_¡Mucho gusto señorita! Al ver, el Profesor, que a Ady le daba igual la misteriosa visita. Pues, ella seguía con muchas dudas y eso le causaba una gran preocupación, a parte de lo antes descrito.
Entonces el Profesor Efrén, rompió el hielo con éstas palabras.
_Ady, esta hermosa pareja de esposos a quienes la felicidad se les desborda por los poros. Hará no mas de cinco años, que ellos estaban en las mismas circunstancias en las que te encuentras tú y Martín. 
Ady reaccionó al escuchar lo que el Profesor le estaba diciendo, mientras ésto sucedía, la pareja ya se habían acomodado en uno de los sillones de aquella sala de espera, tomados de la mano y con tremenda felicidad plasmada en sus rostros. Ady se incorporó y prestó atención a lo que el profesor y los invitados de lujo le decían. Corina, era el nombre de la chica recien llegada; le dice a Ady.
_Hemos venido para darte fuerzas y esperanzas, pues, como dice el Profesor hace cinco años que nosotros nos encontrábamos en tu situación. Ésto lo dijo tomándole la mano al Profesor con mucho cariño. Julian, el esposo de Corina; agrego entusiasmado.
_¡Fué el Profesor, quien acompañó a mi Corina mientras que yo era intervenido! Ady reacciono por fin.
_¿Lo que tratan de decirme es que usted Julian, fue trasplantado al igual que Martín? Ellos sonrieron al darse cuenta de que Ady daba señales de vida nuevamente. El Profesor Efrén, intervino de manera inmediata.
_¡Si Ady! pero ademas, Julian recibió el derecho de una nueva vida ¡de un donante de 75 años de edad! 
_Por ello, los mande llamar; pues, sus historias son tan similares, por no decir idénticas; que creí que ellos podrían ayudarte a ti a asimilar esta angustia que sientes. 
_Ellos, podrán disipar mejor que nadie las dudas que tengas. Además te darás cuenta de que no tienes nada por que estar preocupada.
Ellos, seguían sonrientes. Ady, esbozo una sutil y tímida sonrisa. El profesor Efrén se dirige a Ady.
_¿Tienes alguna inquietud hija, puedes preguntar sin reserva alguna? Corina agrega.
_Si amiga, pregunta lo que quieras. Le invitaba Corina a Ady. Mientras Julian simplemente le sonreía.
_No se que decir, tengo tantas preguntas en mi mente queriendo salir a disipar mis dudas, pero honestamente no se por donde empezar.
_Es comprensible hija, la consoló el bueno del Profesor. Entonces Corina dice.
_No digas nada amiga, solo escucha y conforme me oigas, si tienes una inquietud me interrumpes. 
_Pues, yo se que es lo que pasa por tu cabeza. Seguramente las mismas angustias que pasaron por la mía, hace cinco años. Ella continuó.
_Tu principal temor es, si el trasplante será un éxito. Yo te digo, estas en el mejor hospital y tu novio esta siendo operado por el mejor, nadie supera al Dr. Marroquín en éstas cirugías y, tu acompañada por el mejor hombre y científico del mundo; ¡mi querido Profesor Efrén!
_Y, tu segunda inquietud es; ¿cuál será la reacción de Martín cuando te vea? _Pues debido al trasplante, él será una persona completamente nueva y ajena a la vida que tu recuerdas. 
_Él, por obvias razones despertará asustado y con muchas dudas al igual que tú tendrá muchas interrogantes y habrá cosas que no comprenderá, pues, por su edad; para él lo que está sucediendo en este momento. 
_¡Eso es imposible! pero si es posible, pues aquí tienes un ejemplo en vida, de que esos trasplantes son una realidad y son exitosos. 
Corina siguió compartiendo con ella sus experiencias y le daba seguridad de que todo estaría muy bien, que todo era cuestión de tener mucha paciencia o a lo mejor no mucho, eso dependerá de el nuevo Martín.
_Ves hija, no pierdas la fe. Acoto el Profesor.
_Si amiga, todo saldrá bien. Agrego Julian.
_Verás; Martín se encontrará muy asustado al darse cuenta de que es un hombre joven otra vez, que la vida le dió una nueva oportunidad, ¡una nueva vida! 
_Él, al principio no podrá aceptarlo y es que no es nada fácil amiga. Pero con la ayuda de los especialistas, del Profesor y de ti, con tu amor, ¡todo saldrá bien! Le sonrió. 
Pero Ady seguía, por ratos asustada y por otros reconfortada. 
Ésto la asusto mucho.
_Cuando Martín despierte, no será Martín, bueno, físicamente sí, pero tu Martín se habrá ido y quien estará en su cuerpo es el viejo fallecido, y en la mente de él, solo habrán recuerdos de su vida anterior, de esos mas de 80 años que ya vivió. 
_Por supuesto que no te conocerá, serás una completa desconocida para él. _Pero como te hemos dicho, con el tiempo y la ayuda de todos, ésto será un momento dificil, pero solo un momento, luego todo volverá a la normalidad. _Aunque ya nada será igual; tu amor hará el milagro de que, el Martín que ya perdiste, aparezca de nuevo en tu vida. 
La platica continúo en ésta tónica; las horas seguían su inexorable caminar y en esa sala pasaban a una velocidad increíble; los cuatro que ahí estaban, hablaban de ese milagro de la ciencia moderna de mediados del siglo 21.
En eso, entró el Dr. Marroquín, Lily, Aracely, el Dr. Orantes y el Dr. Diaz. 
En la sala todos se pusieron de pie a la espera de lo que había pasado con Martín. 
El Dr. Marroquín les dijo.
Continuará....












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