martes, 11 de noviembre de 2014

La Historia de Moisés

Una estrecha linea dividía a unos lujosos edificios de apartamentos, lugar en donde viven personalidades con privilegios, esos privilegios que da el dinero, haciendo de ellos, unos seres déspotas e inhumanos. Al otro lado de la linea, una ladera con champas humildes, caserillos con techos de cartón y una precaria forma de vida. Niños y ancianos enfermos; niños millonarios de lombrices, con cabezas enormes como su abdomen y unas extremidades esqueléticas. Éste, era el ambiente en esa parte de la gran ciudad. 
En uno de los lujos apartamentos, vivían unos extranjeros, que habían logrado hacer en esta ciudad, una enorme fortuna con el negocio de la construcción; empresa, que tenía a su servicios miles de empleados, con sueldos de hambre y ningún tipo de prestaciones, tal cual, el tiempo de la esclavitud; pues, asi se sentían los pobres trabajadores, de la multinacional empresa, de nombre: Constructora Nilo
Éste magnate, era un viudo, con dos hijos, la mayor, una hermosa mujer que lamentablemente era estéril y no le habia dado nietos y un hijo muy pequeño, quien había sobrevivido al parto, no asi su madre.
En el precario vecindario, vivía una familia humilde, muy pobre, con muchas bocas que alimentar y entre los miembros de esa pobre familia, uno, de aproximadamente la misma edad que el hijo del millonario y quien estaba recien llegado a esa pobre familia. 
Ésta familia de pobres, vivía a la par de una iglesia, una parroquia que quedaba de paso a la entrada del lujoso lugar de apartamentos y que para agenciarse de un ingreso extra, tenían una pequeña tienda; ellos, muy religiosos le habían puesto a la tienda por nombre: "Moisés". 

Una tarde muy fría y oscura, regresaba a su casa, la señorita hija del extranjero y millonario; ésta, antes de seguir hacia su lujosa casa, quiso detenerse y entrar en la parroquia y, así lo hizo, adentro de ella, se encontraban dos jóvenes mujeres, en un lugar muy apartado, se veían muy inquietas, bastante nerviosas, como si en ese preciso instante en que ella entró en el templo, ellas hubieran echo algo desalmado; ella, la joven adinerada, no le dió importancia y se dirigió a una de las bancas, se arrodilló y, cuando estaba a punto de santiguarse, escucho casi a sus pies, una especie de sonrisa, acompañada de unos pequeños gemidos, cosa que le llamó mucho la atención; y, se concentro en buscar el lugar de donde venían esos sonidos tan peculiares, por fin, al pie de una imagen que colindaba con la baca en la que ella estaba, vió a una caja de cartón, se acerco a ella y allí estaba quien producía esos inquietantes sonidos. Ella, al verlo se levantó y vió para todos lados, ya no había nadie adentro de la iglesia, ni las dos sospechosa muchachas que estaban en el lugar cuando ella llego; junto a la puerta, se encontraba su sirvienta y a las afueras de la parroquia cuidando el carro, el chofer. Extrajo al inquieto y sonriente bebe de la caja, para llevarlo a la sacristía. Mientras, ella se dirigía hacia la sacristía, se le acerco casi corriendo, su sirvienta, al verlo se lleno de ternura, pues ella estaba recién parida de su primer hijo, se lo quito de entre sus brazos a la elegante señora; diciéndole.
_Vea mi señora, lo que Dios le a regalado... Y prosiguió con ésto. 
_¡La oportunidad de ser madre!  
Ella, sonrió y no pudo disimular su felicidad, mientras pensaba en lo que su sirvienta le acababa de decir. 
_Pero, ¿cómo? ¡debe de ser de alguien!... 
_Pero ¿de quién mi señora? es evidente que alguien lo abandono aquí.
_¡Quédese con el mi señora! ¡Dios se lo esta obsequiando! 
La señorita elegante, vio hacia la imagen que se encontraba al fondo de la iglesia, lo tomo en sus brazos, dio gracias y se retiro con su hijo en brazos.
_Y, ¿cómo lo alimentaré? Yo no e nada de niños.
_¡No se preocupe por ello mi señorita, yo tengo suficiente leche para éste niño y el mío!
_¡No tenga miedo! la consoló la sirvienta. Ella, le sonrió y le apretó su mano a la sirvienta en señal de agradecimiento. Entonces, ordeno a su chofer.
_¡A casa Jaime! el chofer obedeció, respondiéndole con un saludo al estilo militar y arranco el auto, se encaminó, mientras, veía al niño en brazos de su patrona desde el retrovisor; cuando se retiraban, la muchacha le dice a su patrona. 
_¡Mire señorita! ¡otra señal de Dios! 
_¿Cuál? Le pregunto la dama a su sirvienta. Ésta le respondió.
_Vea el nombre de la tienda que esta justo a la par de la iglesia. Ella vio al letrero y casi en susurro, leyó el letrero.  
_¡Moisés..! ¡Ése sera tu nombre! ¡pequeño te llamaré: Moisés!
Cuando éstos se retiraron hacia la mansión, las jovencitas salieron de, detrás de una de las columnas de la iglesia y vieron como ella, se llevaba al pequeño con lagrimas en sus ojos le dieron su bendición al pequeño bebe.

El tiempo corría y el pequeño Moisés, crecía como hijo de aquella distinguida dama, como hermano de su pequeño hermano y como hijo del magnate de la construcción.

Llego el día en que ambos, se graduaron de la Universidad; Moisés se graduaba de Arquitecto, con todos los honores; mientras que su hermano, se graduaba de Ingeniero Civil, pero, a puras penas.
En la recepción, su padre les decía a sus hijos, lleno de orgullo. 
_¡Hijos, ustedes serán los herederos de mi imperio y lo harán mas grande! 
_Tu Moisés, seras el encargado de una parte importante en mi empresa, pues te lo has ganado por graduarte con honores.
_¡Estoy de acuerdo padre! ¡mi hermano se lo merece! Exclamó emocionado, el verdadero hijo del señor y magnate de la construcción.

El tiempo siguió su caminar y la empresa estaba en lo mejor, en cuanto a utilidades se refiere, pero las condiciones de los empleados seguía siendo precario. Algo muy lamentable, pasó en esas fechas, la madre de Moisés murió, quedando solo, con su anciano padre y su hermano. Luego de que transcurrieran unos meses y que Moisés, emprendiera un viaje, el cual le serviría para obtener una maestría en el área de la construcción y diseño y, a la vez, para olvidar el dolor que sentía por la perdida de su madre. 
Éste, salía adelante en sus estudios, como siempre, con los honores del caso, una noche al regresar a su apartamento, recibió una llamada por el celular, de su querido hermano, quien le daba la penosa noticia de que su padre había fallecido. Moisés, lloro desconsolado la muerte de su amado padre, pero estaba tan lejos que no pudo asistir al funeral de su padre, pues estaba por terminar sus estudios y de nada le valdría volver, si su padre ya no estaba con vida.

Mientras Moisés concluía sus estudios y otros negocios, se entero por los noticieros de que su hermano estaba en problemas con los del sindicato de trabajadores de la empresa, Constructora Nilo y que aquello iba en declive. Moisés, apresuro su retorno y, así lo hizo.
Al volver, se entrevisto con los lideres del sindicato para conciliar con ellos y encontrar una solución al problema laboral, a lo que su hermano se indignó y empezó, una discrepancia entre ellos; por el hecho de que Moisés se pusiera del lado de los empleados y no del lado de su hermano a ésto agreguémosle, un poco de celos, por el hecho de que él, su hermano, habia fracasado con las negociaciones y Moisés había logrado parar la huelga que se veía, inminente. El hermano encolerizado, le grita a Moisés.
_¡Lograste conciliar con esos harapientos!... ¿Sabes porqué?
_¿Porqué hermano? Le pregunta Moisés.
_Porque, ¡tú eres uno de ellos! Moisés se extraño mucho que su hermano le dijera eso; pero, éste no se detuvo y continúo con su palabrerío
_¡Ah! ¿no lo sabias? 
_¡Tú eres un recogido! ¡eres uno de ellos! ¡tus verdaderos padres, viven en una tienducha a la par de la iglesia, lugar en donde te recogió mi hermana!
Moisés salio de la habitación, con su corazón herido y con muchas dudas en su cabeza, tomo su auto y se dirigió a esa tienda. Su verdadera familia, quienes habían seguido pendientes de él, sabían que uno de los herederos de la fortuna del imperio de la Constructora Nilo, era parte de su familia, sabían que era Moisés.
Moisés se hizo presente en aquella tienda y al verlo ahí, un hombre bien educado, bien vestido, jefe de algunos de los que ahí vivían y entre ellos uno de los lideres sindicalistas. La madre de Moisés, no se aguanto y corrió a abrazarlo, mientras que éste los veía horrorizado por saber que eran sus familiares verdaderos, sangre de su sangre y al ver en la pobreza en que vivían, no pudo evitar que por sus ojos, corrieran lagrimas de dolor y de amor por ellos. 
Lentamente, Moisés fue moviendo sus brazos, hasta que por fin se fundió en un abrazo eterno con su verdadera madre.
_¿Eres tu mi madre? Le preguntó Moisés, con la vos entrecortada y ésta, le respondió muy apenada.
_¡Si! ¡yo soy tu madre Moisés y ellos son tus hermanos y tíos! 
Esa noche, Moisés cenó entre los miembros de su verdadera familia, quienes le explicaron el porqué lo habían abandonado y otras cosas mas. 
Moisés, entendió porque él era diferente al que hasta hace unas horas consideraba su verdadero hermano y verdadera familia. Entendió, por que él se sentía mal, cuando veía la manera tan inhumana en que la empresa que él presidia; La Constructora Nilo, trataba y explotaba a los empleados.
Despues de esa noche y luego de varios días sin volver a su lujosa casa, ni a su lujosa oficina. Por fin, él tomo valor y retornó; entró en su empresa, todos los empleados que ahí laboraban lo recibieron como siempre, con simpatía y admiración. Al, éste, llegar a su oficina, su secretaria le informó que su hermano estaba en una reunión con los inversionistas de la Multinacional Constructora Nilo. Moisés se dirigió al lugar y entró.
_¡Ah! ¡vean, ahí está el hijo prodigo! ¡nuestro gran presidente! se expreso asi despectivamente y con sarcasmo, su herido hermano. 
Moisés, entró a enfrentarlo y expuso entre todos los accionistas y jerarcas de esa empresa sus puntos de vista. Habló de las nuevas políticas que la empresa debería de tomar, para evitar problemas futuros; a lo que la mayoría estuvo de acuerdo. 
Éstas nuevas políticas, hablaban: de un mejor trato al empleado, mejores salarios, prestaciones etc.
El hermano de Moisés, ahora mas encolerizado que nunca, se opuso y, les contó a todos la historia del origen del prestigioso profesional de la Constructora Nilo. 
Entonces, muchos que lo habían apoyado, se retractaron y le retiraron el apoyo y a partir de aquel instante le perdieron el respeto y desdieron que ocupara su lugar, su resentido hermano, quitándole todos sus beneficios, a los cuales Moisés con mucha valentía y dignidad, renuncio y se despojó de: apellido y de su herencia. 
Pues, los conocimientos que él poseía, eso nadie se los arrebataría y que cualquier empresa de la competencia, de inmediato le daría una oportunidad. 

Moisés, se retiro de esa prestigiosa empresa que fundó su padre y en poco tiempo, fue contratado por la empresa constructora de nombre: Constructora Sinaí, la principal competencia de la empresa: Constructora Nilo.
Entonces,  inició el éxodo, de todos o, mejor dicho, de la mayoría de empleados de aquella empresa, la Constructora Nilo, hacia la competencia, lugar al que prometieron, harían de ella la mayor empresa en el mercado de la construcción. 

El hermano de Moisés fracasó y su empresa quebró, muchos de los inversionistas se volcaron a esa empresa: La Constructora Sinaí, que ahora la dirigía Moisés y su hermano sindicalista.
Moisés, era muy querido y admirado, a la vez respetado, por todos los trabajadores. Entonces, un empresario, dueño de enormes corporaciones en el mundo de la construcción, lo llamó para ofrecerle un trato inmejorable y ademas le ofreció y le prometió, ser partícipe activo en las empresas que iba a dirigir a nivel mundial.

El puesto prometido para Moisés, era digno de despertar la mas grandes envidias y las mas oscuras pasiones; llegaron las envidias hasta en su núcleo familiar y amistades muy cercanas. Éstos, hicieron un pacto y en una de las ausencias de Moisés, para llevar a esa empresa, las nuevas leyes y reglas en beneficio de las empresas constructoras que se les había prometido dirigir, fue victima de la arrogancia y de los malos manejos, vicios y envidias y, a pesar de que la empresa siguió en el rumbo trazado por él; Moisés ya no pudo ver el éxito de su proyecto. Victima de una premeditada muerte, el asesinato de un gran visionario del negocio de la construcción, alguien a quien muchas empresas le deben el estilo para regir sus empresas, el legado que él dejó en beneficio de una minoría que ahora era una enorme mayoría a nivel mundial, pero, que la envidia y la avaricia de unos cuantos, terminaron con la vida de éste distinguido Arquitecto de la construcción. 
Un hombre que fue rescatado de una caja de cartón por una mujer, que lo amo como si fuera su propio hijo y llegó a ser el mas grande artífice del medio de la construcción, lugar en dónde se destacó. 












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