lunes, 2 de marzo de 2015

La Loteria


Historia, de un personaje que vivía obsesionado con sacarse la lotería y volverse rico de la noche a la mañana, era tal su obsesión, que a veces dejaba sin comida a su familia, con tal de sacarse la lotería. 
Ésta es su historia...

- ¡Hola amor ya llegué! Entró Luis, buscando como loco el periódico, con su billete de la lotería en la mano, su esposa que llegó a recibirle, se quedo haciendo un choreque con sus labios, esperando recibir un beso de su amado esposo.
- ¿Dónde diablos está el periódico mujer? Le reprochó a Lety, quien lo veía con cara de burla.
- ¡Ahí Luis, bajo tus narices!
- ¿Dónde? Dijo Luis con el tono elevado.
- ¡Aquí lo tienes!, ¡te espero en la cocina, la cena esta lista para ser servida! _ ¡No tardes!
Luis, cogió el periódico y casi que lo destroza pues, lo único que de él le interesaba, era el listado de la Lotería Nacional, Luis parecía cachorro destrozando un papel. 
Por fin, halló lo que buscaba. Se colocó sus lentes y con mucha ansiedad buscó entre tantos números con la ilusión de encontrar su número en el del premio mayor; pero ésta vez, como siempre, ¡ni reintegro! 
Luis quedó como cada quincena, decepcionado y después de unos minutos sacándole la madre a quien por su mente apareció. Algo lo regresó a la realidad, se trataba de su esposa, Lety.
- ¡Vienes a comer hombre millonario! 
- ¡Ya voy y cuidado con lo que dices! _ ¡Cuidado!

Al día siguiente, Luis corría por la casa, pues, como era costumbre, siempre el tiempo se le hacía chico y cuando sentía, era tarde para salir de la casa y llegar a tiempo a su trabajo. Lety esperaba en la puerta con el choreque de siempre en sus labios, pero éste salía de la casa como misil en busca de blanco, y Lety quedaba otra vez burlada.
Luego de pelear con todo el mundo en el trafico de la mañana, Luis, manejaba su escarabajo, modelo 65, el cual echaba una cantidad de humo, algo que lo tenía sin cuidado, pues en su mente; imágenes de cuando él recibía su cheque simbólico de manos del presidente de la Lotería Nacional y los fócazos que le dejaban ciego por unos segundos de las cámaras de los periodistas y luego en la primera plana, Luis ganador del premio mayor, millonario nuevo en la ciudad, a la par de él, su Lety, con el choreque en los labios esperando que ahora sí, Luis la complaciera, pero como era un pensamiento de Luis, nada.
- ¡Piiiii Piiiii! Sonaban las bocinas de los que por fin lograban ver que el semáforo había dado verde, pues, el humo negro del carro de Luis había despejado el ambiente ya, pero Luis, no se movía, porque se encontraba perdido con sus pensamientos.

- ¡Buenos días Luis! Lo saludaba una de las empleadas de la oficina, mientras que Luis corría por los pasillos, para llegar a marcar su tarjeta a tiempo. Luego de ello, corría a su oficina, encendía su computador y se iba a la pagina de Lotos, a jugar a la lotería pero, como siempre nada.
- ¡Luis! Se escuchó por el intercomunicador.
- ¡¡Luiiis, estás ahí!! Le gritó la secretaría.
- ¿Dime Lolita?
- El jefe te espera en su oficina, ¡ahora! Le ordenó Lolita pues, ya conocían a Luis y a su obsesión.
Despues de un rato, el jefe de Luis, lo esperaba en su oficina.
- ¿Dime jefe? Llegó Luis a la oficina de su amigo y jefe.
- ¿Ya te sacaste la Lotería amigo?  _ ¡Jejeje! _ ¡Siéntate! Se puso serio. Luis se sentó y escuchó, pues notó que su jefe estaba algo molesto.
- Voy a enviarte a Miami, por negocios importantes; lo hago para ver si con el viaje logras olvidarte por unos días de tu obsesión, esa de ganarte la lotería. _ Y, porqué necesito a alguien de mi entera confianza ahí.
- ¿Me entendiste, si me oíste verdad?
- ¡Claro jefe!, ¡no te defraudaré, te prometo que me olvidaré de ganarme la lotería cuando llegue a Miami!

El día del viaje llegó y como siempre, Lety lo apuraba o perdería su vuelo.
- ¡Apúrate mi amor o no llegaremos puntuales al aeropuerto!, ¡corre, vamos!
- ¡Ya salgo, enciende el carro mientras salgo! 
- ¡Está bien, pero no tardes!
Se hicieron a la autopista con rumbo al aeropuerto internacional. Llegaron y ésta vez Lety sin su acostumbrado choreque en los labios recibió un intenso beso de su esposo, que la dejó sin aliento. Luego se dirigió hacía el chequeo de boletos y pasaporte. Lety por su cuenta, se dirigió a la sala de visitantes, para ver cuando el avión de Luis tomara vuelo y se marchara a su comisión, con rumbo a Miami. 
- ¡¡Pasajeros con rumbo a Miami, favor de abordar por la puerta 555!! _ ¡¡Buen viaje!!
Se dirigió Luis, al abordaje del avión que lo llevaría hacía su destino.
- ¡Bienvenido señor! Le recibió una de las azafatas. Luis buscó su asiento y se acomodó. Y, pensó.
- Si me hubiera sacado la lotería no viajaría en clase turista, ¡viajaría en primera clase! _ Pero, presiento que pronto me sacaré la lotería y, ¡así lo haré! 
Que raro, pero Luis había empezado a soñar con lo mismo de siempre; sacarse el premio mayor de la lotería.
- ¡Pasajeros les habla su capitán, estaremos llegando a nuestro destino en más o menos 2 horas! _ ¡Por favor escuchen a la azafata, quien tiene importante información para ustedes!... _ ¡Gracias por volar con aerolíneas, Buena Fortuna! 
Les indicaron que se abrocharan los cinturones; encendieron los cuatro motores y los pasajeros sintieron como la aeronave se empezó a mover.
- ¡Señor, señor! 
- ¡¡Si, si!! ¿qué pasa ya llegamos?
- ¡No señor ni siquiera hemos despegado, por favor abroche su cinturón!
- ¡Ah sí, claro! La azafata hizo una mueca, de que iba a ser un viaje algo fuera de lo habitual con el pasajero del asiento 5c.

El avión despegó, sin ninguna dificultad y se hizo al aire, el día era inmejorable para volar, Lety vió como su soñador se alejaba en la aeronave y se dispuso a salir y buscar su viejo escarabajo para regresar a su casa.
Mientras, el capitán le comentaba al copiloto, respecto a lo majestuoso de ese día.
- ¡Mirá que belleza, asi me gusta volar! ¿no crees?
- ¡Vaya sino amigo, seguro no tendremos ningún contratiempo! _ ¿Coloco el piloto automático? Pregunto el copiloto a su capitán, quien lo autorizó.
El día era tan maravilloso en realidad, que así lo pensaron tambien una pandada de pájaros que decidieron salir ese día a disfrutar del maravilloso clima, pero algunos fueron absorbidos por las turbinas del 747, que de inmediato una de ellas, se incendió.
El piloto de inmediato se comunicó con la torre de control, indicando que habían perdido una turbina y que regresarían; que les prepararan una pista para un aterrizaje de emergencia. Cuando el avión dió la vuelta para retornar al aeropuerto, se encontró con la otra parte de la pandada de pájaros, los cuales los absorbió otra de las turbinas y ahí sí, nada que hacer, el avión se desplomó sobre una de las montañas, como a unos cincuenta kilómetros del aeropuerto, cayendo y quedando echo chatarra; hierros retorcidos, asientos con pasajeros regados por doquier, llamas de fuego en parte del fuselaje. Nadie había sobrevivido a tan tremendo impacto. 
Algo extraño, era que el cuerpo de Luis, con todo y asiento, de alguna misteriosa manera había llegado a la primera clase.

Mientras, los noticieros se hacian presentes al lugar del siniestro. Lupita, una periodista del noticiero local, preguntaba a su camarógrafo.
- ¿Aquí está bien Poncho?
- Deja ver, con la cámara. _Sí, estas en un lugar privilegiado Lupita. _ ¡Empezamos en: 3.... 2.... 1....
Al recibir la indicación, Lupita dijo.
- ¡Cómo ya es bien conocido por todos, viajar en avión, es uno de los medios más seguro que existe; nada se compara con ello!
- ¡Que cuando sucede un accidente; como éste. _ ¡Eso es equivalente, según los expertos... ¡¡A sacarse la Lotería!!...












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