domingo, 12 de abril de 2015

Lila y el subterráneo de New York


En una de las estaciones del subterráneo de New York, como siempre estaba a reventar durante todo el día, pero al ir cayendo el día la cantidad de personas transitando por el lugar iba menguando y al ir disminuyendo la cantidad de personas en esa estación, una en especial, lograban verse sentados al fondo en una de las silla para los transeúntes cansados. 
Era Lila, ahora se encontraba junto a ella un señor quien para matar el tiempo entabló una platica con Lila.
- ¿Qué hace aquí sentada todos los días? Lila lo vió, con gestó de qué te importa, pero sabía que si éste le hablaba era por qué el señor era uno de ellos.
- ¡Esperando a un desgraciado! dijo Lila, con tono muy molesto y además con mucha rabia.
- ¿Qué te hizo ese desgraciado para que te expreses así de él? Lila se quedó cayada pues, la rabia no le permitía hablar. El viejo quedó mudo tambien, y cuando llegó el tren del subterráneo se retiró dejando ahí a Lila, sentada en el mismo lugar con la esperanza de que un día apareciera a quien buscaba.
- ¡Suerte amiga! dijo, corrió y con el tren ya en movimiento logró el viejo entrar en él.
Al día siguiente, lo mismo que en los últimos tres meses; en el mismo lugar: Lila, esperando al bastardo, el viejo que aparecía a la misma hora, siempre fué amable con Lila.
- ¿Todavía nada Lila? _ ¡No! respondía Lila casi gritando mientras que el viejo corría para que no lo dejara el tren.
En esta oportunidad luego de que el viejo se fuera Lila, quién estaba concentrada buscando entre los parroquianos al desgraciado que la tenía obsesionada, escuchó cuando alguien, otro de ellos, le dijo.
- ¡Hola! ¿eres nueva? Lila la vió y dijo.
- ¡No tonta, la nueva eres tú! _ ¿En serio, jajaja quién lo diría? 
- Y, ¿a quién esperas? dijo Eleonor, la recien llegada.
- ¡Éso no te importa!
- ¡claro que no! pero entre las dos podríamos hallar más rápido a quien esperas ¿no? _ ¡Mira que cantidad de gentes! 
- ¡A quien busco, llega cuando la cantidad de personas baja, tonta!
- Y, ¿entonces que haces aquí todo el día? Lila la vió y se retiró un poco de ella, pero Eleonor quién era una chica muy comunicativa, la siguió.
- ¿Qué te hizo, debió haber sido algo horrible para que halla tanto odio en tí? Lila continuaba ignorando a Eleonor. Pero ésta chica nueva, era muy parlanchina y con los meses Lila hasta la extrañaba cuando ésta tardaba en llegar.
- ¿Pensé que hoy no vendrías? dijo Lila.
- ¿Qué, ya me extrañas? ¡pensé que te caía mal! dijo dándole un codazo, Lila se puso seria para luego romper en risas, a lo que se le unió Eleonor. 
- ¡Gracias! Le dijo Lila a Eleonor.
- ¡Por qué? _ Por qué hacia mucho, desde ese día que llegó ese desgraciado a mi vida que no reía.
- ¡Me contarás hoy que te pasó? Lila le respondió _ ¡No!

Una tarde que Lila y Eleonor, hacían de las suyas en la estación del subterráneo, haciendo bromas muy pesadas a las personas que esperaban su tren; Lila de pronto sintió algo que la hizo quedarse por un rato con toda la atención puesta en el lugar.
- ¿Qué? ¿Está aquí verdad? Dijo Eleonor a Lila, pero Lila no respondió. Eleonor le dijo: ¡Dime que buscas, entre las dos será más fácil encontrar a tú desgraciado! 
- Esta bien Eleonor, busco a alguien como de unos veinte años, alto y delgado, caucásico con cara de enfermo.
- ¿Enfermo? ¿Qué clase de enfermedad? Dijo Eleonor extrañada y poniendo atención en el resto de personas que estaban esperando el tren.
- ¡Con cara de psicópata!
- Dime algo más concreto, pues en New York todos cargan una cara de ese tipo. ¡jajaja!
- Ésto es serio Eleonor ¡pon atención!
- Está bien, pero que buscamos en el psicópata
El tren se escuchaba muy cerca y las personas empezaron a acercarse a la orilla para abordar el tren. 
El tren llegaba y Lila observaba a las jóvenes de su edad, que tuvieran su misma complexión, estatura, color de pelo, en fin, alguien parecido a ella.
- ¡Lila Aquella es idéntica a tí! dijo Eleonor muy emocionada _ ¡Si! y el que va con rumbo a ella tiene cara de psicópata. Dijo Lila convencida. Luego agregó, _ ¡Es él Eleonor! ¡Y le va hacer lo mismo que me hizo a mi hace casi un año!
Lila corrió hacía donde el psicópata y se le lanzó encima de él para evitar que le hiciera lo mismo que a ella a la joven distraída, que esperaba el tren junto al resto de la gente. 
Pero cuando Lila se lanzó contra él, Lila pasó de largo, atravesándole su cuerpo; ahí Eleonor entendió lo que le había pasado a su amiga Lila y entonces Eleonor corrió tambien pues, el suelo temblaba indicando que el tren pronto llegaría, solo que Eleonor no corrió contra el psicópata; Lila le gritó _¿Qué haces Eleonor, al tipo al tipo, no a ella? 
Pero Eleonor sabía lo que hacía y se lanzó contra la rubia, aventándole de lado, en la estación, justo cuando Eleonor hizo ésto, la chica cayó a la par de Lila sin entender como había llegado a caer hasta allí, se preguntaba quien la empujó; mientras que el resto de parroquianos incluyendo a Lila vieron como el psicópata, quien había tomado distancia para empujar a la rubia corrió y en el momento justo que Eleonor empujó a la rubia, el psicópata sin entender nada voló por los aires, cayendo en los rieles del tren, quien en ese instante llegaba y acababa con la vida del psicópata. Justo como casi un año atrás lo había hecho con Lila.

Los grito de las gentes en la estación, mientras otros grababan el espectáculo con celular en mano. Alguien, entre los que habían grabado el suceso, aseguraba que en su foto aparecía una chica empujando a la rubia, pero esa chica había desaparecido y nadie supo nada de ella, se trataba del fantasma de Eleonor, que ahora se abrazaba con su amiga Lila, llenas de felicidad. 
- ¡Gracias amiga, lo hiciste salvaste a la chica y me vengaste del desgraciado! Eleonor le decía a Lila
- ¡Te dije que te ayudaría y lo hice sin saber que era! _ ¡Oye soy una heroína, jajajaja! _ ¡quien diría! sin en vida siempre fuí una tonta miedosa y solitaria, tan solitaria que me quité la vida. 
- ¡Pero esta es mejor, tengo una amiga y salve una vida!

Mientras las amigas celebraban, el psicópata se acercaba a ellas, dispuesto a hacerles daño por haberlo matado pero, cuando quiso hacerles daño, éste recibió una especie de descarga divina en su espalda propinada por el viejo, que platicaba con Lila meses atrás y cuando éste, el psicópata recibió la descarga, del suelo se abrió un hoyo negro, que de inmediato se tragó al asesino de Lila.
Lila y Eleonor corrieron, abrazaron y besaron al viejo que les había salvado, éste se quitó la ropa y apareció un hermoso ángel, quien les dijo: 
- ¡Señoritas, ¿me acompañan por favor? Eleonor dijo, _ ¡Oye que guapo eres! ¿tienes novia?
- ¡Eleonor tranquilízate! dijo Lila Y el ángel respondió a la pregunta.
- ¡Al cielo, claro! Lila le tomó un brazo mientras Eleonor le tomó el otro.
- ¡Eleonor, debes de saber que Lila te salvó, pues tú deberías de ir derecho al infierno por haberte suicidado, pero el acto tan valiente acá hoy, cambió tu vida en la eternidad! 
Eleonor, no puso atención a lo que le decía el ángel. pero sí dijo ésto:
- Pero, ¿tienes o no, novia? Lila y el ángel dijeron con tono serio y al mismo tiempo
- ¡¡Eleonor!! Para luego los tres romper en risas. Y, así entraron al reino de los cielos.

                                          FIN
  






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