viernes, 5 de junio de 2015

Prosas con amor 1



Te amo, te necesito:
     Tú me dices que me amas yo te digo cuanto te necesito, que nuestro amor no es un secreto, algo que debamos esconder, pues el brillo de nuestros ojos nos delata. Tu me dices cuanto te amo y amaré, te respondo yo te amo más y te necesito.
Nuestro amor no puede en secreto; quedar, escondido como: Un pecado, como algo vergonzoso, ¡no!
Nuestro amor es lo más puro jamás por alguien vivido. Te amaré cada día, cada noche, cada amanecer, cada atardecer, te amaré hasta morir. Hasta que por fin, liberemos éste secreto que de alguna manera nos mata, que de alguna manera nos ata, que de alguna manera nos desgasta... 
Gritaré:  _ ¡Qué te amo! y tú gritaras: _ ¡Cuánto te necesito!

La flama:
     Me invitas a que tome tu mano, te invito a que tomes mi alma, sonríes y te acercas, sonrió y te veo con ojos que mueren de amor. Me confiesas que una flama hay en tú corazón dispuesta a incendiar todo tú cuerpo de pasión, de deseo, de amor. Eso haces en mi cuando me sonríes.
Esa flama en tu corazón se ha extendido hasta el mio, que si se apagara con ella mi vida terminaría.
Al escucharte decir ésto, te invito a que cierres tus ojos, que tomes mi mano y que dejemos a nuestros cuerpos incinerarse, quemarse con ese amor que a nuestros corazones con una flama ha encendido y que con ella nos llena el cuerpo: De pasión, de deseos, de un amor que ni el fuego extinguirá.

Esa manera de ser:
     Sabes que amo tu manera de ser y te aprovechas de mi, con sencillas y variadas formas para mi corazón complacer, y te esfuerzas por ser complaciente, amorosa, melosa, cariñosa, y cada día con algo nuevo me sorprendes y me enamoro más y más de ti melosa mujer. Amo tu manera de ser, nunca de esos detalles simples y sencillos me cansaré pues, amo tu manera de ser. Tus besos,  tus miradas, tus sonrisas, tus caricias, tus palabras de amor al oído. ¿Cómo no te voy a amar si me conquista tu manera de ser?   

A través de los ojos del amor:
     Nunca antes creo haber visto a nadie así y es que hoy que te veo, te veo a través de los ojos del amor;
un amor que jamás pensé llegar a conocer, uno que me enseñaste a querer, a amar, como tú lo hiciste conmigo cuando a mi vida llegaste. 
Entraste en mi vida con una mirada y con ellos me viste, con los ojos del amor, en shock quedé y a tu amor me rendí y ahora que llevamos esa sensación en nuestro ser, creo que siempre te amaré, con los mismos ojos del amor. Y es que entraste en mi vida a través de mis ojos y lo hiciste con esa magia que mujer en sus ojos lleva. Me viste directo, con los ojos del amor y me rendí, al igual que tú sucumbiste ante mi mirada llena de amor. 
Es que lo hice: A través de los ojos del amor.

Amar al amor:
     Cuando necesito amar al amor me doy vuelta y ahí estas tú, recibiéndome con una sonrisa la cual, sellamos con un beso que luego nos lleva a lo que en ese momento más necesito de ti, amar al amor.
Si por alguna razón no estamos juntos, simplemente cierro mis ojos y en ese instante, apareces con esa sonrisa, invitándome a amar el amor. 
Las mieles del cielo bajan cubriendo tú cuerpo desnudo, dispuesto y servido para saciar mis deseos más bajos, llevándonos luego a lo más alto, pues amar al amor no puede hacerse en niveles bajos; debe de ser en el mismo cielo, lugar a donde al amar al amor tú me llevas.
Cuando te necesito tú sabes que es lo que quiero, y a mis ojos con un beso los cierras, para luego amar al amor que llevo en mi, por tí y para ti. 
Simplemente me doy vuelta y ahí estas, dispuesta con esa sonrisa, la que me invita a sellarla con un beso que luego me invita a beber la miel en tu cuerpo; miel que del mismo cielo a tu cuerpo cubrió, solo para que se logre: Amar al amor. 
No hay otra manera más que esa, pues, las mieles llegan del cielo para amar al amor... 
¡Con todo mi amor! 







No hay comentarios.:

Publicar un comentario