jueves, 16 de julio de 2015

¡Vuela amigo, vuela muy alto!



Cada vez que por el lugar pasaba esa rara sombra, lo hacia de manera muy lenta, lentamente era su pasar, algunos decían: _ ¡Esa es la sombra de la muerte! y todos corrían a esconderse para su vida salvar, nadie se animaba al cielo mirar, por miedo a pestañar o cegado quedar y en ese pestañar perder la vida. Mientras, la sombra se refleja por los suelos áridos y calurosos con poca o casi cero vegetación, suelo árido, piedras y de más, dignas imágenes de un pueblo fantasma, lugar sin trabajo, ni siembra que cosechar, el agua escasea, la seguridad es palabra ya olvidada, y los pobladores del lugar sin esperanza a superar.
-  ¡Ya se fué, estamos a salvo! dijo un parroquiano y poco a poco todos de su guarida salían, lugar elegido para sobrevivir. Entre los que vivían en ese lugar se les escuchaban decir: _ ¡A esa sombra debemos matar!   _¡Si, antes de que ella nos mate a todos y se quede con este lugar! decían otros.
-  ¡Esta bien, convoquemos a una consulta popular! _¡Y así podremos votar, saber el sentir de toda la población!   _¡¡Sí!! dijo la concurrencia del lugar.
Luego de aquel día, los afiches fueron desplegados y el día de la consulta por fin llegó y el eliminar a tan maléfica sombra, fue el que más votos sacó, hubo unos que dejaron en blanco su papeleta y otros que eran diferentes, pero una minoría votaron que no. 
Pero el miedo en el lugar era algo que dominaba y decidieron entonces, a la sombra eliminar.
-  ¿Pero quién será el que le dé muerte a la sombra? dijo uno de los votantes y ahora dirigentes del lugar.
Colocaron otras pancartas, buscando quien sería el que de la sombra se deshiciera, pero nadie quiso pues, ni idea de como eliminar a una sombra, que a diario por el lugar se hacía presente.
Alguien dijo:  _¿Y si en lugar de matarlo, lo invitamos y le pedimos que nos enseñe lo que hace, y nos hacemos amigos de ella?
-  ¡Estas loco, si alguien con ella pudiera hablar no crees que años que se hubiera hecho ya! 
-  ¡Hay que matar a esa maligna sombra y asi libres seremos!
  ¡Pero si ya somos libres! dijo de nuevo quien quería a la maligna sombra conocer y de ella aprender, compartir su sabiduría y la de ellos con ella, aunque en realidad casi carecían de la misma; pero, algo bueno el poblado habrá tenido sin dudar.
-  ¡Yo conozco a alguien que de ella nos librará! 
-  ¡Sí! ¿Tú conoces a alguien? le preguntaron a quien dió la solución al problema.
-  ¡Ah! ¿eres tú? ¡amigo de ese criminal, quien de su mano a menudo llegas a comer! 
Lo vieron despectivamente, pero no habia otra opción, así que los dirigentes y sabios del lugar, después de sus madrigueras abandonar, pues a penas recien acaba de pasar, la maligna sombra; optaron por al asesino contratar.
Éste llegó al lugar, al lado de quien de su mano comía y cuando al lugar llegó con rifle en mano a su amigo le dijo.
-  ¡Aquí no veo a nadie! ¿es una broma?
-  ¡No amo, ya de sus escondites todos saldrán! Y sí, uno a uno fueron saliendo del lugar y al asesino lo rodearon para conocerle y su olor sentir, al verlo erguido en dos largas patas, sintieron miedo, al igual que sentían con la sombra misteriosa que a diario por ahí veían su pasar
-  ¡Me ha dicho su vecino y mi amigo, que quieren de un tipejo prescindir, mandarlo a un mejor lugar! y luego de decir eso, se rió.
El vecindario sintió que por su cuerpo les recorrió un escalofrío, que la sombra jamas les hizo sentir, pero quien se iba a animar a decirle que mejor no, pues seguro se molestaría y a todos con su rara extensión en brazo los podría matar.
-  ¡Bueno! dijo ¡ésto les costará, es mi precio tómenlo o déjenlo! 
Los lideres del poblado leyeron y vieron que lo que cobraba era algo elevado, pero él era el único que podía a esa sombra matar y con ello vivirían tranquilos y en paz. Como siempre unos cuantos tomaron la decisión por la gran mayoría y ellos, solo agacharon la cabeza, señal de estar de acuerdo, pues nadie quiso dar su opinión a excepción del que dijo: "Que por que no le conocían a lo mejor aprendían algo de él". Pero nadie lo escuchó antes, menos ahora que tenían a otro más poderoso que dicha sombra en medio de su lugar.
-  ¡Aceptamos! dijo el grupo representativo del lugar.
-  ¡Esta bien, me dan el contrato firmado y digan a que hora pasa por éste lugar! 
Los datos le fueron entregados y él qué de su mano comía con él, juntos se largaron del lugar, pues éste no vivía tan lejos de ese lugar, pero nunca nadie lo había visto hasta ese día; a excepción del que de su mano comía.

Al día siguiente, temprano, llegaron asesino y compañero y el pueblo del desértico lugar le indico de que lugar aparecía y  hacia donde se dirigía.
-  ¡Bueno! dijo el asesino y les ordenó que siguieran con sus labores normales, para no levantar sospechas y así lo hicieron; el asesino buscó el mejor lugar y en el se apostó, junto a él quien de su mano comía.
Entonces todos en el poblado al ver que se acercaba la hora, empezaron a correr con angustia y desesperación a esconderse de aquella maléfica y enorme sombra, el que comía de la mano del asesino le indicó que el momento estaba por llegar, éste cargo su arma y sobre su escondite, una enorme piedra, como lo es un asesino, cobarde, que entre las sombras se esconde y desde su seguro lugar su arma hace tronar.
El silencio se apoderó del lugar y la sombra como día a día se hizo presente en el lugar, está vez lo que escucharon alarmó más al poblado que la misma sombra y el mismo asesino. 
La ráfaga del sonido expelida por el arma resonó en cada rincón del lugar y al irse difuminando por el enorme espacio y regresar a ese lugar el silencio al que estaban acostumbrado, otro sonido les hizo casi sucumbir y sus almas de sus cuerpos escapar. ¡Cataplán! sonó en el medio del lugar y sobre ella, la maligna sombra con herida mortal cayó; algo que los asustó y entonces se acercaron a ver a la que fue por mucho tiempo su enemigo imaginario, la maligna sombra negra, a la que le temían tanto.
Asombrados quedaron al ver que quien tanto miedo les produjo por tantos años, era alguien muy igual a la mayoría del lugar. 
-  ¡Es uno de nosotros! dijo uno de los lideres del lugar. 
-  ¡Se los dije! se pronuncio quien quiso con éste mediar y de él aprender.
La admiración no cabía en el lugar. _ ¡Es uno de nosotros! dijeron unos _ ¡éste jamás pudo hacernos daño! decían otros.
-  ¡Si hubiera querido matarnos hace tiempo lo hubiera hecho, pero en todos estos años nunca daño a nadie le hizo! 
En fin, esos eran los comentarios, el relajo y las conjeturas en el lugar. Mientras, del montículo, ambos bajaban, asesino con arma en mano y al lado el que de su mano comía. 
-  ¡Jaja, ésta era su maligna sombra! dijo el asesino como burlándose de ellos. 
-  ¡Si no es más que uno más de ustedes; la diferencia era que éste se supero y siempre voló alto! -  ¡Pobres ignorantes!  ¡Pobre maravilloso y bello ejemplar, debió de volar más alto para que nadie le tirara a matar y para que nadie sintiera envidia y miedo de él! ¡Éste que se supo superar! ¡Bueno! dijo el asesino erguido sobre sus dos patas. 
-  ¡Hora de pagar, así que caminen a su nuevo hogar! 

Y todos en el pueblo se dirigieron a su nuevo hogar, algunos a jaulas, otros a corrales y otros a potreros, cambiaron su libertad por la esclavitud, por no querer aceptar a quien diferente de ellos quiso ser, a quien se supo superar y del montón supo escapar, él que salió de la ignorancia y a su vida supo gobernar. 
Y en el lugar el miedo fue quien era realmente el enemigo mortal, esa sombra que nos cubre de una u otra forma a todos, cuando podríamos muy bien, como quien yace muerto en el suelo ahora abandonado y comida de carroña es; superarnos y volar alto muy alto, lejos de envidias y traiciones. 
Él pagó su precio, por ser diferente en pueblo de ignorantes, pero el precio que los ignorantes ahora deben de pagar por no escuchar a quien siempre dueño de la razón fue y quien no quiso superar arriesgándose solo a éste que ahora yace muerto en el lugar buscar y encontrar y de él aprender, prefirió ser parte del mar de idiotas, miedosos ignorantes y envidiosos y como ellos, él tambien perdió su libertad. Ahora todos son cuidados por el que de la mano del asesino come.

Ahora de vez en cuando, por ahí suele pasar, la misma sombra asesina, símbolo de libertad, uno más de ellos, que sigue libre, disfrutando del aire que lo lleva lejos a donde él quiera; la sombra ahora es un poco más chica y ahora que a nadie asusta, más bien ellos, los ahora esclavos, le gritan:
-  ¡¡Vuela amigo, vuela alto, pues la gente tira a matar, cuando vuelas bajo!! 
-  ¡¡Sé libre, pues ahora esclavos todos los iguales a ti somos de éste que es el peor del lugar!



Aunque la historia lleva implícita su moraleja, debo agregar que en muchos lugares en donde la educación no llega ni llegará, por miedos de la mayoría a superarse, pensando que traicionan a sus raíces, ésto en el campo; pero los que han emigrado a la gran ciudad con deseos de superarse pero aun sumidos en la ignorancia, personas sin estudios que llegan para engrosar los lugares de esclavitud, los campamentos de la explotación, empresas extranjeras que son iguales o peor que los cazadores y explotadores de esclavos en la historia fueron. Se siguen sufriendo de los vejámenes y abusos por éstos, que según ellos traen trabajo al lugar, pero solo vienen a explotarnos.
Sin miedo hay que estudiar y exhortar a quienes no tienen como, pero pueden hacerlo, digo superarse; pues mientras más seamos los que nos superemos, nuestro lugar será mejor y mejores fuentes de trabajo ahí habrán.
Pero como es cosa de siglos, son pocos los que se superan y esos pocos mantienen pisoteado al resto que les sirven para mantenerse allá en lo alto pues, al que vuela muy bajo seguro le tirarán a matar.
¿Acaso habrás visto a hijo de rico que no tenga titulo universitario? Lo tienen; aunque con seguridad muchos decimos: "Para que estudian si no tienen necesidad, con ese dinero mejor dedicarse a derrocharlo, pero no, ellos saben que la educación es la llave de tú libertad.
Piénsalo y a volar lo más alto que puedas y desees. "Educación sinónimo de éxito y oportunidad"

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