domingo, 30 de agosto de 2015

En la carretera


Mientras conduzco rumbo a tu casa te estoy pensando, pienso que ella me espera y en los vidrios del auto su rostro reflejado veo, besando con ansias mi boca, sigo apretando el pedal, veo como los postes pasan muy rápido, mejor frenaré, si no nunca llegaré los accidentes están a la vuelta de la esquina, si lo sabré. 
Veo en el retrovisor y nada, sigo en la carretera solo, vuelvo a ver y te veo en él; tus ojos negros muy bien abiertos, vista lujuriosa esperándome, tus cejas alzadas como invitándome y por ratos, arrugas el seño como impaciente. ¡Espérame que ya voy a cien! 
Oigo que por algún lado una sirena gritando con prisa va, eso me hace reflexionar y ver el aspirómetro, ¡ahora estoy arriba de cien!, recapacito, ¡mejor frené! 
¡Que lata ha empezado a llover! es una llovizna, pero éstas son más peligrosas, hacen un pavimento más resbaladizo, ¡que mala suerte! y yo con ganas de estar con ella. 
Adelante un cruce de tren, las luces rojas están titilando, deberé detenerme mientras el tren frente a mi pasa y pasa, ¡que largo que es!, tú te reflejas en mi windshield, te veo al frente saludándome alegremente pues, la espera ha sido larga, cuanto deseo estar ahí, sigo con tu imagen muy distraído mientras pasa el largo tren. 
Una bocina me regresa a la realidad, miro el retrovisor y una larga cola la que he provocado, limpio la humedad de mi windshield, ellos que esperen aunque sus bocinas me desesperen, del tren ni una sola pizca de humo hará ratos que por fin se fue. Sigo mi camino, y a mi lado pasan los que desesperan, me ven con mala cara y yo me pregunto: ¿cuanto tiempo les habré robado? algunos son amables, otros son mal humorados, otros más bien malcriados pues, me han recordado a mi dulce madre. 
Yo sigo en la carretera voy por ti espérame, los cuenta kilómetros me dicen la distancia que nos separan, yo sigo pensando en ti, aún sigo en la carretera, veo que ha empezado a anochecer y prendo los faros para  mejor ver, pues lo que me espera son bajadas y muchas curvas, siento que nunca llego a ti, éste viaje se me ha hecho muy largo; prendo la radio y en ella suena nuestra canción, melodías del Bee Gees, románticas canciones, invitación a amarte, ellos me recuerdan; ¡cuan profundo es mi amor por ti!; le subo el volumen para con la musica pensarte. 
Me asomo al mirador y pienso; que estoy más cerca, no desesperes pronto a tu lado llegaré y me suena el celular, sé que no debo contestar pero tal vez es ella, lo busco y saco de mi jeans azul bastante rasgado, estoy a la moda. Veo la pantalla y ésta me confirma que es ella, mi auto derrapa, creo que me salí de la cinta asfáltica por pocos segundos; las estadísticas nunca mienten, ¡aló! ¡hola amor ya deje atrás el mirador!, ¡date prisa que te espero y desespero!, ¡si mi amor, en breve creo que llegaré! 
Cuelgo y guardo el celular, no me distraeré más, no quiero ser una estadística más. Por fin entro en la ciudad, en el tablero una luz me alerta que pronto quedaré sin combustible, yo pienso; ¡lo que tengo aun me alcanza!, 
Las luces de los anuncios me indican que mi larga espera por fin termina y que su casa esta ahí adelante, aprieto el pedal, pero una luz amarilla me advierte que deberé de parar, vaya contratiempo, no contaba con ésto, la luz es roja y me advierte que pare y me detengo mientras limpio mis lentes y en sus vidrios te veo sonriendo, pienso ya pronto estaré contigo mi amor bello, besaré tus labios, tu me abrazaras, después de varios minutos disfrutando del beso, me tomaras de la mano y hacia adentro seguro me llevarás, al cerrar la puerta me amaras; ¡eso lo sé, como tambien lo deseé! 
Una vez más me distraigo, pero los claxon me regresan a mi realidad, me avisan que la luz roja ya se fue, que ahora es verde, que debo acelerar y sobre la carretera muy mojada me pierdo entre sus calles y avenidas, estoy tan cerca lo sé, mi corazón me lo anuncia con su fuerte palpitar, ahora mi estomago hace su fiesta, ese agradable cosquilleo es de emoción, solo esta calle y por fin habré llegado.
¡Mira ahí esta su casa, ella en la puerta con alguien me espera! ¡ya no desesperes aquí estoy, mejor despídete, no quiero testigos para cuanto te besaré. Parqueo mi coche, reviso los vidrios podría ser victima de la violencia; bajo de mi coche y escucho que mi alarma se activó; mi coche seguro estará esta noche.
¿A donde vas? si por fin llegué; ella no me vé y me atraviesa, ¿qué es lo que sucede, estaré dormido en alguna curva? se van en ese coche, ella parece que va llorando, ¿no entiendo porqué no me ve? y ¿cómo hizo para a través de mi cuerpo pasar? ¡sin que lo sepa la seguiré! 
Ese coche nunca antes lo vi, mucho menos al tipo que va con ella tengan cuidado pues, la carretera mojada está, ya son varios minutos de acelerar. 
Ésta es la curva de la llamada, lugar en donde derrapé; ¡Dios mio, ese es mi coche! ¡me accidente! ¡ahora otra estadística soy! 
Ella levanta la sábana blanca que le indicó el bombero, a su pecho llorando ella se lanza; ¡qué diantres está sucediendo? seguro que esto es un mal sueño del que no puedo despertar, me acercaré para ver quien es el de al sábana blanca sobre la carretera al lado del que fue mi coche, ese que ahora esta desecho 
¡Mírame soy yo! nunca debí su llamada al celular responder, seguro cuando derrapé sobre éste muro me estrellé y allí como otro cadáver más quedé, tal como lo indican  las estadísticas y los anuncios lo advierten: ¡Si conduces no chatees! ¡no hables por el teléfono! 
Tanta era mi urgencia por verla que ya no lo haré, triste mi fin, sobre la carretera húmeda mi cuerpo yace ya sin vida, nunca debí desesperar, pero es tarde ya. 
Nunca sus labios de nuevo volveré besar, ahora ella ya no esperará, mucho menos desesperará, seguro triste estará; yo hasta aquí llegué en la ultima curva previa a la felicidad.
¡Ya voy, esperen! son esos dos tipos que salen de esa luz blanca que es tan intensa, seguro mi tiempo en este mundo yo terminé. 
¡Esperen no quiero irme sin sus labios poder volver a besar! ese recuerdo quiero que me acompañe al otro lado adonde me habrán ustedes de llevar. 
Me acercó a ella y con mucho amor y cuidado, sus labios beso; ella lo siente y luego se los acaricia, un beso tan salado lo sé, pero con mi amor en ella para siempre quedaré. 
¡Adiós mi amor! 
Ella con leve susurro en sus labios me dice: 
¡Adiós mi amor, nunca te olvidaré!

                                                FIN


Inspirado en la canción: 99 miles from LA. Interprete: J. Iglesias.



No hay comentarios.:

Publicar un comentario