miércoles, 2 de septiembre de 2015

Amnesia


En medio de una fiesta, aburrido, pues no encontraba con quien pasarla bien y lejos de mi casa, pues la boda había sido en un pueblo que queda como a 50 Km de mi ciudad y de noche, además, aun no tenía coche. Que decidí salir de la fiesta y me dirigí al único lugar que parecía tener vida en ese pueblito, su parque, ya era noche y sin embargo estaba congestionado, bueno exagero un poco, pero si había movimiento, presencia de los oriundos de ahí. Mientras caminaba perdido por el parque, entre fuentes, bancas y arboles que le daban frescura en esa noche, con una hermosa luna llena que entre nubes grises se asomaba para disfrutar con los aldeanos de su noche de sábado, ahí iba yo, solo, caminando con un poco de frío, cuando por atrás escuché risas femeninas, grupo de chicas que venían bromeando entre ellas, al pasar por mi lado, sin ella querer o tal vez si una de ellas me empujo, yo de inmediato pedí perdón, ellas quedaron en silencio por la torpeza de la chica loca. Ellas tambien se disculparon y una vez todos perdonados, siguió la bulla, pero de entre el grupo, salió una chica con el  asombro en su rostro y se dirigió a mi, diciendo mi nombre y luego de las manos me tomó, el resto de chicas asombradas pero continuaron con su griterío y ahí ella y yo solos quedamos, viéndonos al rostro, ella con la emoción en su cara y yo con el asombro, además intentando recordarla y recordar como la había conocido pues, su rostro me era familiar.
- ¡Hola Sergio! ¿cómo estas, qué haces aquí? Luego de ello se acercó mucho a mi y mis labios besó, mientras yo bajando libros, pensando: _ ¿Quién es ésta? ¿Cómo diablos se llama? ¡Sé que la conozco y por lo visto muy bien! Pues el beso que me dió, tenía un buen sabor. 
Al separarse y verme asombrado, ella su seño frunció y con desilusión ésto dijo: ¿No me recuerdas verdad? Yo trague saliva pues pasaba por un momento muy incomodo, una chica hermosa que me ve me saluda efusivamente, deja a su grupo de amigas, me toma de la mano y para acabar de fregar, me planta rico beso ¿qué hacer? muero de vergüenza, es obvio que nos conocemos y por lo visto muy bien.
- ¡Para serte honesto, me recuerdo de tí, pero no de tu nombre, ni cuando, ni como nos conocimos!
Ella sonrió muy apenada, pero yo le tome las manos como ella lo hizo y me acerqué a ella y sus labios bese, la besé como nunca que hasta suspiro en mis brazos, al terminar ella sonriente me dijo: _ ¿Ya me recordaste? A lo que respondí: _¡Todavía no! Ella aún con su hermosa sonrisa me tomó de la mano y me llevó a una de las bancas del parque. 
- ¡No importa, yo te refresco la memoria! Me dijo, con tono muy enamorado, nos sentamos y al estar sentados justo cuando ella iniciaba su relato yo la tome de la barbilla y de nuevo la besé, creo que me aproveché, pero la noche era joven y por fin había encontrado algo que me gustaba en aquel pueblo lejano de mi lugar.
- ¡A propósito! Me dijo luego del beso. _¿Qué haces aquí y a estas horas de la noche? ¡Estas lejos de tu casa! Yo pensé: _¡Si me conoce, pero no recuerdo quien es! Yo le aclaré que hacía ahí, entonces ella dijo: _¡Suerte para mi! Mientras yo pensé: ¡Y para mi! Y de nuevo nos besamos, ella suspiraba y con seguridad recordaba lo que yo hasta ahí no recordaba, absolutamente nada.
Por fin, luego de varios besos más, ella me contó...

- Nos conocimos en una fiesta, eran los quince de mi prima, la fiesta fué en su casa, allá en la zona 7, me viste y te dirigiste a mi, me invitaste a bailar y así nos conocimos, recuerdo que tu llegaste invitado por tu hermana, quien trabajaba con mi tía y ella y su esposo fueron los padrinos de la fiesta de mi prima.
- ¡Ajá! Dije y agregué: _¿Y qué más? ¡Creo recordar algo! (pero no) Ella continúo con su relato...
- Recuerdo que mientras bailábamos había alguien que se acercaba a nosotros y nos separaba y se colocaba a bailar contigo y me veía con cara de querer matarme, lo recuerdo muy bien.
- ¡Sé de quien me hablas! De ella si que me recordaba, era una mala elección, una de esas mujeres que la tomas una vez y luego ya no te las puedes quitar de encima y para mi mala suerte, era muy amiga de mi hermana y a reunión que me invitaban siempre estaba ella ahí, y para ella, nadie era mejor que ella para mi. 
Ella continúo su relato...
- Pero tú la dejaste de lado, parada en medio del salón y de nuevo me invitaste a bailar, pero recuerdo bien ésto, pasamos por todo el salón y a la par de esa mujer mal encarada, pero seguiste de largo y me sacaste del salón y nos perdimos afuera, tal cual lo estamos hoy. 
- Aun recuerdo el primer beso, me llevaste hasta el cielo como lo haces hoy. Yo sonreí, pero sin asombrarme con lo que me acababa de decir, pues era algo que ya sabía (perdón por la falta de modestia, pero que se hace).
- ¿Ya me recordaste? Me dijo con cara picara, sin embargo, yo, con amnesia total, solamente sonreí y dije.
- ¿Dime algo, acaso importa si me recuerdo o no? Y la besé de nuevo, ella me respondió, con sonrisa y en su rostro de resignación.
- ¡La verdad que no! Se puso de pié y me dijo: _¡Ahora estás en mi pueblo y verás que buena anfitriona soy! Me jaló y tomado de la mano me sacó del parque y por las callecitas del pueblo me condujo, yo iba poniendo atención para después poder regresar y no perderme. Llegamos a una casa que se perdía en una calle solitaria, solo la luna que desde el cielo nos seguía y nos alumbraba más que el deficiente alumbrado publico de ese pueblito. Ella sacó una llave y la puerta abrió, lo hizo en silencio y al abrir la puerta me indicó con su dedo en sus labios que no hiciera ruido pues, en la casa dormían sus padres, hermanos y abuelos. 
Como dos ladrones caminamos por la casona hasta que llegamos a un lugar privado y lo que ahí paso, con un solo testigo, que indiscreta por la ventana todo vió; sí la bella luna llena, que de las nubes se había escapado pues, solo ella quería ser testiga de lo que ahí pasó. 
Algo que les aseguro, nunca pude olvidar, pues esa noche de la amnesia me curé, bonito recuerdo que hoy vino a mi y lo quise compartir. 
Dedicado a... ¡No recuerdo su nombre! ¡vaya condenada amnesia! ¡Jeje! Amnesia que padecen solo los caballeros. ¡Hasta la próxima!   

No hay comentarios.:

Publicar un comentario