jueves, 22 de octubre de 2015

Dos seres que un día mal decidieron




Dos seres que en el tiempo y distancia un día convergieron 
y en ese instante amarse sintieron, 
pero por aquellas cosas de la vida, rumbos diferentes decidieron. 
Pero quedaron tan acostumbrados uno del otro, que hasta pensaron, 
estaban mal acostumbrados, pues con su amor, esas barreras ellos vencieron.

Entonces un día sin saber uno del otro, ambos pensaron:
Debo volver con el que creo es mi gran amor, y entonces retornaron.
Viajaron en el tiempo, pasajes hermosos ambos vieron 
en su retorno, pero de sus mentes nada más bello que con quien un día convergieron
y cuando pensaban eso, en ese instante de nuevo sintieron
que no era una mala costumbre, sino un gran amor 
y las barreras de nuevo rompieron

Se les hizo un viaje eterno pues lejos el uno del otro lo decidieron, 
sus mentes les traían recuerdos bellos, que sus deseos por tenerse se incrementaron,
ellos lo decidieron por ello retornaron a su encuentro con lo que ellos creyeron y no se equivocaron, también presintieron lo malo que fue lo que un día mal decidieron,
pero ahora ellos volvieron o casi llegaron, pero aun les faltaba una estación
entonces ya no entristecieron por el contrario felices ellos fueron.

Cuando ya estaban cerca de la estación,
la misma en la cual un día ellos orgullosos lo decidieron,
sin importarles que el tiempo y la distancia en ellos convergieron
el amor, la pasión, y la atracción. 
Justo cuando ellos muy mal decidieron y uno del otro se despidieron
dejando sin esperanzas a un amor verdadero que sin ellos saberlo los unieron.

Ahora sentían un corazón mutilado y maltratado, más bien, seguro se confundieron
que bueno que la distancia y el tiempo perdido no logró que a su amor lo condenaran
y que gracias a esas cosas de destino, amor y desamor no lograron
disuadirlos de olvidar a un amor sin barreras, las mismas que un día ellos vencieron.
Por fin, llegaron, su encuentro era inminente 
ya no podían de ningún modo su alegría disimular en la estación.

El acomodador del tren gritó a todo pulmón y con gran vozarrón:
¡Pasajeros olvidados por la compuerta que un día al amor desterraron!
¡Pasajeros enfurecidos por la compuerta de la discordia, la que ya una vez eligieron!
¡Pasajeros indiferentes por la compuerta, la que que quieran, justo la que un día juntos ya desdieron!
¡Pasajeros arrepentidos y aun muy enamorados la compuerta de enfrente, la más estrecha, 
en donde verán rosas y espinas, las mismas que un día les hirieron,
pero que ahora que ya han superado las heridas que las espinas les propinaron, 
han llegado a disfrutar del aroma que de sus pétalos destilan, como lo que un día fueron,
aroma que da el amor y que a sus corazones abrumaron y a sus mentes confundieron
haciéndoles creer, que solo era una mala costumbre y no amor verdadero lo que un día juntos sintieron.

Ellos por ahí descendieron
y luego al verse frente a frente por un rato se resistieron,
pero también comprendieron, que no más de lo que un día mal disidieron
así que sin pensarlo dos veces corrieron y en un beso se fundieron. 


... "Con dedicatoria a los que un día mal decidieron" 




No hay comentarios.:

Publicar un comentario