lunes, 12 de octubre de 2015

Un lugar llamado: Amor


Alguien me dijo que no debo amarte, 
sufrí al escuchar no verte más
nunca volver a amar a la mujer,
me duele tan solo imaginar,
tanto tiempo amándote no me puedes olvidar.
Alguien me confirmó el mismo dolor
me dijo: ¡Ya olvídate de esa mujer!,
imaginar una vida lejos de ella
eso sería como enterar en vida
toda mi alegría, mi energía, mi palpitar.
Nunca pude antes imaginar
verme separado, lejos de la mujer.
Mujer que me dió la esencia, el derecho a amar. 
Yo le dije: ¡Déjame en paz!
con ella aprendí a conjugar toda la pasión del verbo amar,
aprendí que la vida entre dos siempre será mejor,
todo camino caminado junto a ella será como caminar entre prados verdes, 
escuchar el sonido de un riachuelo que moja nuestros pies.
¿Me amas? ella preguntó.
¡Con todo mi ser! respondí. 
Ella se echó entre mis brazos. 
mientras yo reía, ella lloraba, enamorada e ilusionada,
nada ni nadie podrá destrozar lo que con amor esta erguido ya,
no hay viento, ni tormenta que lo puedan quebrar.
A la sombra del amor te habré de llevar,
lugar en donde habita lo que tú y yo tenemos ya,
ese lugar se llama: Amor.

Recuerda que siempre debes de confiar en quien a colocado a tus manos su tierno y frágil corazón.
No habrás de escuchar, a quien llega a tu vida queriéndote ayudar, separándote del que para todos es mala mujer, cuando has tenido todo el tiempo del mundo para conocer a tan bello ser, que es la mujer, que a tu vida un día se cruzó y en tus manos su corazón, igual o aun más frágil, ella en confianza te entregó.
Ahora, llegan otros queriendo separar, lo que el amor o sea Dios, un día Él unió. El único con ese poder acá sobre la tierra se llama: Muerte, pero luego de ese duro instante y aunque el tiempo pase, de nuevo juntos por toda la eternidad estarán. No lo olvides, ese lugar se llama: Amor. 
La cuestión es que, a ese lugar son pocos los que logran llegar y pocas las parejas que lo pueden disfrutar y presumir. Vencer a la misma Muerte, para por fin heredar: El amor eterno, el verdadero amor, ése que únicamente nace en las manos de Dios.






No hay comentarios.:

Publicar un comentario