lunes, 16 de noviembre de 2015

La Hija del Medico Eminencia (como me lo contaron te lo cuento)


Esta historia pertenece a una chica muy bella, agraciada desde cualquier punto de vista, algo que la hizo descuidar sus estudios, robándole el tiempo que necesitaba para ello, debido a las incontables citas que siempre tuvo desde adolescente hasta adulta y futura esposa.

Marjorie entró a la facultad de medicina influenciada por su señor padre, quien desde niña le inculcó que debería de ser un gran medico, como lo era él, ella creció con aquella imagen de medico para darle gusto a su padre, mientras ella crecía la idea no le disgustaba, por el contrario se sentía muy bien cuando su padre la presentaba como medico, aunque luego les explicaba que no lo era, pero que en un futuro cercano lo sería con seguridad y que ella sería tan reconocida como él lo era. 

Marjorie se graduó de educación media y se preparó en lo que cabe para ingresar a la facultad de medicina, pero lamentablemente ella no logró superar esta primera prueba y no aprobó el examen de admisión.

_¿Cómo te fue en el examen hija? Preguntó el Dr. y padre de Marjorie.
_¡Creo que no me fue muy bien papi! ¡Lo siento, en verdad le puse ganas! Dijo la hija preocupada, agregando.
_¡Pero no te preocupes, el próximo año lo intento de nuevo!, ¿vale? Dijo ella con un hálito de alivio, esperando ser aprobada su propuesta.
_¡De ninguna manera hija, ahora hablo con mis amigos del consejo universitario para que ingreses de una y no pierdas tiempo! Se levantó el señor y tomó su celular e hizo algunas llamadas influyentes, después de unas pocas horas, éste llamó a su hija.
_¡Mi amor, todo solucionado, puedes inscribirte sin problemas!
_¡En serio papi, que bien, gracias, mañana a primera hora lo haré!

Los años de estudio fueron muy irregulares, dejando cursos, repitiendo otros, ella seguía siendo una mujer hermosa a la cual le seguía faltando tiempo para estudiar debido a sus compromisos sociales.
Por fin el día deseado por su padre y familia y hasta por ella llegó, los exámenes que la acreditarían como una profesional de la medicina, pero Marjorie era consciente de que ella no estaba calificada pero tambien le interesaba abandonar ya la universidad, darle gusto a su padre y con eso sentirse libre, así que utilizó una vez más sus encantos y sus contactos, mejor dicho los de su afamado padre y recibió la ayuda necesaria de los maestros para obtener su titulo, a excepción de uno, que se negaba a promoverla, Marjorie se las ingenió para poder ser promovida en ese tan importante curso, uno primordial en la carrera de medicina. 

Ella encontró el precio justo del medico que no le permitía abandonar la facultad como médico y aceptó el soborno que ella le ofreció, una cantidad de dinero muy considerable a la cual él no pudo rechazarse y accedió. Y hasta con honores se graduó.

El tiempo transcurrió y ella al lado de su señor padre en su clínica particular y en el quirófano auxiliando a su padre, pues según el medico nada mejor que la practica para llegar a ser uno excelente en su área, en este caso la medicina.

Siempre con la ayuda de su padre, ella consiguió entrar en un prestigioso hospital. 
Una noche ella se encontraba de turno en la emergencia del prestigioso hospital y como a eso de la una de la madrugada llegó a la emergencia un niño con un dolor muy agudo en el abdomen, el medico residente lo atendió en la clínica de emergencia y su diagnostico apunto a que el niño debía de ser operado de emergencia, por lo que el estudiante de ultimo año ordenó a las enfermeras que prepararan al niño mientras él, solicitaba la autorización al abuelo del niño para la cirugía, éste que tambien era medico pero que por la edad ya no practicaba la medicina, él preguntó al practicante.

_¿Dr. quien operará a mi nietecito?
_¡La Dra. Marjorie, es quien está de turno Dr.!
_¿La hija del eminente Dr. Gantenbein?
_¡Así es Dr.! Dijo el estudiante con el orgullo en el pecho.
_¡En mejores manos jamás! ¿no? Dijo el galeno anciano con un alivio en su pecho.
_¡Dame los papeles! y firmó de inmediato el documento de autorización.

Le entregó los documentos al practicante, mientras el niño se le aplicaba la anestesia en la sala de operaciones.

_¡Dra. Marjorie, su paciente la espera en sala de operaciones!
_¡Gracias Lily, ahora voy! Marjorie se preparó y entró en el quirófano, vió la instrumentación, previó leyó el parte del medico de la emergencia y revisó los exámenes de laboratorio, luego tomo el escarpelo y cuando procedió a cortar al niño, ella se dió cuenta que esa operación era precisamente la que ella nunca pudo lograr aprobar, mientras el escarpelo seguía topando la epidermis del infante, ella comenzó a dudar de si misma y a su mente llegaban los momentos cuando ella colocaba billete sobre billete en manos de su maestro, a pesar de que esa cirugía ya la había efectuado centenares de veces como asistente de su eminente padre, y siempre habían tenido éxito, esta vez, ella sola sintió un horrible temor apoderarse de ella.

_¿Dra. Marjorie, qué sucede, dese prisa o el paciente morirá? Le dijo muy afligida la instrumentista Aracely. Pero ella seguía en shock y entonces, el monitor le indicó a Marjorie que el niño había fallecido.
_¡Hora del deceso 2:00 A.M.! 

La Dra. Marjorie salió al salón de espera a informarle a los parientes del niño que éste había muerto. Ahí se dió cuenta de qué...

_¿Familiares del niño Gonzalez?
_¡Yo Dra.! dijo el veterano galeno y al verla bien, éste dijo.
_¿Marjorie?
_¡Maestro!

Él galeno se sentó tomándose de la cabeza y ella con lagrimas en sus ojos se sentó al lado de él...

_¡Perdón maestro, pero me ganó el miedo al recordar que fue la clase que le compré para graduarme!
_¡Lo sé Marjorie, es mi error más caro, el cual nunca podre perdonarme!
_¿Sabes Dra. Marjorie Gantenbein? ¡Yo maté ami nietecito, no fue usted!

Marjorie no dijo nada, simplemente se retiró del lugar llorando. 
Llamó a su padre para informarle que a partir de ese día, ella ya no practicaría más su profesión.






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