viernes, 27 de noviembre de 2015

Mi Primera Flor


Mi primer amor fue una simple flor, la cual en mi ventana creció
no se como llegó hasta ahí, pudo ser el viento, pudo ser un ave
que un día descansó en ella y sin desearlo de su pico cayo la semilla,
quien sabe como fue, pero no importa, lo que me impresionó fue
que con tan poca tierra y tan solo con un poco de rocío y luego algún
benigno rayo de sol, éste germinó y la vida le dió, se salvó de ser alimento
y el destino en bella flor un día la formó.

Una mañana cuando en mi rostro los rayos del sol dieron
me desperté, lo primero que hice aparte de un bostezo perezoso
fue estirarme a lo largo de mi angosta cama y cuando vi para la 
ventana, estabas ahí, rozagante, llena de vividos colores,
los que te merecías por ser flor bendecida, pues otra bajo esas
circunstancias jamás habría nacido y a mi ventana embellecido.

Luego de observarte por largo rato, pensando mi madre colocó 
alguna maceta para que recibiera los rayos  matutinos de sol, 
pero al observarla fijamente y ya muy bien despierto, vi que su tallo
no nacía de maceta sino de la madera de mi ventana;
eso llamó poderosamente mi atención y me levanté, me abrí camino
del relajo que deje la noche anterior, y por fin hasta ella llegué
le dije, hola señorita que haces observándome con tanto descaro
aquí en mi ventana, no ves que es un lugar sagrado y privado,
sentí como si se hubiera ruborizado, pero seguías ahí erguida
luciendo miles de colores, por ratos un prisma para rayos del sol
que en mi cuarto plasmaban bellas imágenes multicolores,
me acerqué para observar de donde tu cuerpo sostenías,
eso no te gustó pues pensaste que a tus atributos deseaba ver
que me pinchaste con una espina, hay dije, y una mínima gota 
sangre apareció, sentí que te sentiste mal, pero te perdoné,
fui yo el abusivo quien se quiso propasar y mi merecido 
recibí, metí mi dedo en la boca y bebí mi sangre, la que me supo
a miel. 

Ese fue nuestro primer beso, lo salado de la sangre
se convirtió en miel. Prometí cuidarte el tiempo que estuvieras conmigo
y cada día te protegí y agua te dí, a cambio de ti, un aroma
delicioso recibí, además de aquellos bellos colores que a mi gris 
cuarto ahuyentaron y otra imagen le dieron, a mi vida gris 
le diste vida y colores, yo me sentía feliz e ilusionado, es más,
ya no salia de mi cuarto, el resto de mi casa no era grata como
lo era mi secreto, nuestro secreto de amor. Secreto de adolescente 
y de una bella flor. 

Ese fue mi primer amor, lo recuerdo con 
nostalgia y mucha ilusión, vaya que fue importante en mi vida
para que aun hoy, tantos años después aun despiertes en mi
cada día bellos recuerdos y a mi corazón le des alegría.

Un día desperté y mi cuarto era gris otra vez, pues todo tiene 
un final y al nuestro le llegó la hora, como toda relación
primero se marchitó y sus colores perdió, tambien su delicioso
aroma y no se diga del néctar que era tan dulce, amargo se volvió 
y después de unos pocos días, la flor murió y con ella mi primer amor.

Yo sentí que la vida se me iba y quien sabe, pero parte de mi
la flor se llevó con ella, por días a mi ventana aun enamorado 
llegué y con agua y tierra abonada la inundé, pero nunca más
ella volvió.

Ahora que han pasado tantos años y sigo recordándote mi primer amor,
mi bella flor, mi primera ilusión de niño a hombre. Entiendo
que a todos un día se nos apareció una rosa multicolor por nuestra 
ventana y a nuestro cuarto iluminó de colores y a la vez la 
impregnó de ricos olores y sabores, pero que, como a todos
tambien esa flor un día se marchitó, por mi, o por su naturaleza,
por lo que fuere, hasta que llegó el triste día en que la flor murió
y con ella nuestra primera ilusión y al igual que yo, hoy día,
o un día cualquiera, ella regresa a nuestra mente y nos trae 
los mejores recuerdos.

De una prima ilusión, una prima esperanza, una prima colgazón, 
creo que la flor en donde esté, tambien me recordará y como
yo suspirará, pues para ella tambien fuí su prima ilusión, su prima
esperanza... Para ambos fuimos su primer y sin final amor.

Aún hoy, con la experiencia que la vida me dió no logró entender
como fue que pasó, como fue que un día sin darme cuenta 
en mi ventana ella amaneció y mientras duró fue como vivir
en otra dimensión, me hizo buena persona, cosas del corazón
dicen algunos, pero nadie sabe como es posible que pueda ser 
que con tan poquita tierra y poca agua y apenas unos rayitos 
de luz solar, aquello haya sido tan grande que aun después de tantos
años aun la recuerde con nostalgia y que además se dibuje en mis
labios una sonrisa, una que después se convierte en un recuerdo 
triste y que ansiemos regresar en el tiempo y despertar otra vez
con la vista puesta en la ventana de madera y desear verla otra vez
ahí con su aroma y colores hermosos, los que transformaron y le dieron
sentido a mi vida, a mi prima vida, pues como lo fue nuestro amor;
tambien era mi comienzo a la vida.

Lo hicimos juntos, mi primer amor, tan bella flor 
que hoy con admiración, dolor y alegría te vengo a 
recordar y a desear, como el primer día que de ti bebí la mejor
miel, la más dulce que jamás nunca volveré a beber.

Mi primera flor, mi primer amor, mi primera ilusión, mi primera
desilusión, pero aun asi te recuerdo con el mismo amor que un día 
te entregué, cuando te conocí aquella mañana de primavera
que a mi vida sin quererlo llegaste y ambos aprendimos a amarnos.

Te amo y siempre te amaré mi primer e inolvidable primer amor...
Mi primera flor.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario