domingo, 15 de noviembre de 2015

Quién será?


¿Quién será?
¿Dónde estará? 
¿En que lugar la he de hallar? 
¿Cómo saberlo?
¡No lo sé!

¿Cuándo llegará?
¿Por dónde vendrá? 
¿Cómo será? 
¿A qué se dedicará? 
¿Me amará? 
¿Le gustaré? 
¡No lo sé!

Preguntas que dos corazones se hacen en silencio, en la intimidad, sin saberlo ni siquiera quien es su dueño, al que ellos le dan vida. 
Vidas incompletas hasta no encontrarse en algún momento, en algún lugar. 
La pregunta siempre será: ¿Quién será?

Uno, queriendo encontrar y el otro, deseando ser encontrado.

Así es la vida en cuestiones del amor, por ello, hay que esperar y nunca desesperar, 
porque podría ser, que ambos corazones buscadores de la felicidad lleguen tarde a su encuentro en la vida.
Pues, sucedería que alguien en su desesperación por la búsqueda de años por su alma gemela un día se inquietó y con ello se desesperó y aceptó propuesta de quien creyó que sería a quien esperaba, o peor, porque deseo que, el que tanto le atrajo (hablando carnalmente) la sedujo con picara sonrisa y destellante mirada y dijo; éste quiero que sea, sin importarle que en el otro tambien solo había una atracción (pero carnal), nada en el alma, mientras en ambas almas engañadas por aquel vano deseo de físicos bien formados, mal eligieron y luego más tarde sufrieron.
Personaje vicioso, irrespetuoso, mujeriego, traicionero, pues nadie nos enseña su verdadera imagen, su verdadero yo, hasta que conviven juntos. 

Ahí salen a flote todos los defectos ocultos, como iceberg flotando en el océano azul que solo nos deja ver un pequeño pico, muy blanco,  reluciente, hermoso, misterioso, bondadoso; pero por debajo, en lo profundo se esconde sobre el azul embriagador y de movimiento ondulante, hipnotizante, un monstruoso animal, que nos helará toda nuestra sangre hasta  llegar a congelar al corazón. 

Si tan solo hubieras esperado un poco más, una nada fue lo que se tardó en llegar el otro que deseaba encontrar a su gemela y así amarla, pero al llegar al lugar y por lo mismo, su llegada tarde, a la gemela del tempano escondido éste halló y al verla se dijo; ésta debe de ser, ni se imagina como voy a amarla. 

Pero ésta por ser la pareja de quien se llevó a quien desesperó, es otro tempano igual, escondido bajo el bello y helado azul del océano con los mismos vicios, mañas y traiciones, que al otro hará sufrir hasta destruir a hombre bueno, hasta perderlo en la desesperación y el alcoholo y hasta llevarlo al suicidio. 

Por cruel que parezca, pero hay muchos casos diseminados por el vasto universo en el que habitamos y compartimos. 

Alguna vez escuchamos decir: Éste debería de ser pareja de mi amiga, son tan parecidos, serían felices. 

Así es, pero ellos quizá son quienes un día sin saberlo sus corazones se preguntaban: ¿Quién será? y más tarde, por llegar tarde al deseado y añorado encuentro, ambos se desfasaron en el tiempo y tomaron como su compañero y compañera por toda la vida deseados, para ser su alma gemela a quien era alma de otro.

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