martes, 2 de febrero de 2016

¿Dios es malvado?


El niño se despidió con un beso de su madre luego de que ella le dió con mucho amor su bendición, caminó por el camino de siempre, mientras lo hacía, por el mismo camino, otros niños tambien lo hacían, todos iban a su escuela. Luego de haber llegado, mientras esperaban entrar a clases, ellos jugaban, pero el niño se encontraba sentado al pie de un roble enorme casi como siempre, meditando, pensativo, que no escuchó cuando sonó la campana que indicaba que las clases empezaban, un compañerito le paso dando un golpe para que éste volviera en si y se percatara de que todos estaban debidamente formados, listos para ingresar al salón de clases, al frente, su maestro, un hombre vestido de traje, completamente de color negro y sombrero y debajo de sus largos bigotes un puro que emitía gran cantidad de humo, su rostro arrugado, quiza por la soledad en la que vivía, frene a sus ojos, unos cristales metidos en aros redondos, en una de sus manos, un bastón que le mantenía erguido, mientras que en su otra mano temblorosa, un reloj, del cual se extendía una cadena brillante que se ataba a su pantalon impecable, con una línea tan recta como él que terminaba en un dobles, el cual cubría parte de sus zapatos, los cuales parecían un par de espejos negros debidamente lustrados. 

El maestro dio la espalda a los alumnos y se dirigió hasta el salón de clases, detrás de él y en una fila incorruptible, los niños en completo silencio: uno a uno fue entrando y mientras lo hacían saludaban a su maestro, quien se encontraba sentado en la silla de su escritorio, observando el ingreso de los niños; él, solo movía su cabeza a cada saludo.
Luego de varios minutos de un silencio sepulcral, el maestro ya había dado varios avisos, entonces afino su garganta, se volteó al pizarrón y en él, escribió: La Maldad, luego la subrayó, haciendo un sonido que a todos asustó, mientras la tiza pintaba dicha línea, él se volteó lentamente y lanzó la pregunta.

_¿Creen que existe la maldad?

Al unisono, menos uno, respondieron que ¡Sí!, él sonrió, y luego de un pequeño lapso lanzó la siguiente pregunta.

_¿Creen que Dios lo creo todo?

Lo mismo, todos menos uno, respondieron ¡Sí!, él sonrió y les envió la siguiente pregunta.

_Entonces, si Dios creo todo, Él también creó la maldad, ¿verdad?

Ésta vez, los niños dudaron su respuesta, pero al rato, hicieron lo mismo, menos uno, quien estuvo solamente observando a dónde quería llegar el maestro con todo lo anterior. El maestro lanzó a los niños la siguiente pregunta.

_Entonces, ¿Dios es malvado?... ¡Dios es malo! 

Dijo ésto ultimo con mordaz énfasis, mientras los niños lo veían asustados y un poco contrariados, de entre el grupo de estudiantes, uno, el que estuvo siempre en silencio, levantó su mano con gran energía, lo que al maestro le llamó la atención, dándole la palabra inmediatamente, pero con el seño fruncido por haber osado interrumpirlo.

El niño se puso de pie y viendo directamente a los ojos del maestro, mientras sus compañeros lo veían a él con admiración y miedo, éste cuestiono al maestro con la siguiente pregunta.

_¿Maestro? ¿Dios creó el frío?

El maestro respondió que ¡Sí!, el niño corrigió al maestro con ésto.

_¿El frío, no es otra cosa más que la ausencia del calor?, entonces el frío no existe, por tanto Dios no creo a el frío.

El maestro no dijo nada, pero el niño continuó y dijo.

_¿Maestro? ¿Dios creo la oscuridad?

El maestro respondió que ¡Sí!, el niño otra vez corrigió al maestro.

_¿La oscuridad, no es otra cosa más que la ausencia de la luz?, entonces la oscuridad no existe, por tanto Dios no pudo crearla.

El maestro ya desconcertado y molesto asintió de nuevo, respondiendo que ¡Sí! al niño, entonces el niño concluyó.

_¿Maestro?, entonces, ¿no cree que la maldad, no es otra cosa más que la ausencia de la presencia de Dios? ¿No cree qué, el ser que es malo es por qué no tiene a Dios en su corazón?

El maestro se dio la vuelta y borró del pizarrón lo que había anotado y luego se volteó, pero el niño seguía de pie, el maestro al verlo, simplemente dijo.

_Por favor toma asiento Albert... 

El niño se sentó y escuchó atentamente el tema siguiente del día de clases.

Ésta historia, la vi en un video en el facebook y me llamó poderosamente la atención, que de inmediato tomé mi ordenador y escribí la historia que has leído, no es una copia fiel al video, sí el mensaje. Además, si es que esta anécdota fue cierta, mientras escribía ésto, meditaba que, el Sr. Albert Einstein, sin dudarlo, ha sido y será la mente más prodigiosa y brillante que ha existido, no solo del siglo XX, sino de los que vienen, y que pasará mucho tiempo, para que alguien pueda superar su inteligencia y humildad. ¿Usted que piensa?



Tomado de un video que narra la vida de niño de: A. Einstein
Adaptado por S. Raga.

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