miércoles, 23 de marzo de 2016

Reflexión: Momentos que no vuelven jamás


Oscuridad, luces románticas, llamadas estrellas, 
luz intensa de color particular conocida como luna, 
factores que llaman al romanticismo en pareja. 

Paisajes increibles en el bosque, 
tranquilidad que no encuentras en la moderna ciudad, 
melodías naturales que adormecen a quienes los escuchan, 
lugar romántico solo para parejas enamoradas. 

Aguas calmadas, serenas y frías, 
espejo de luna coqueta, lugar perfecto para amar.

Momentos que hoy poco quedan 
y que pertenecen a un ayer muy cercano, 
pero a la vez tan lejano, 
pues aun viven en la mente de nuestros padres 
pero para nosotros, eso jamás.

Nos hemos olvidado 
que la vida esta hecha de cosas que no valoras, 
ahora ya poco queda por contar 
pues ya nadie quiere escuchar, 
esos momentos, detalles 
que ya no volverán nunca más.

Por ser anticuados 
o tal vez por ya no existir dichos lugares, 
solo queda un moderno mirador 
el cual se mantiene ahora vacío de parejas 
que buscaban aislarse del bullicio de la gran ciudad, 
lugar en donde se detenía el tiempo 
y apreciabas tres cosas bellas. 

Un firmamento oscuro pero estrellado 
y en contraste, miles de luces de neón 
que superan lo natural; 
y la tercera, tu pareja, 
que ilumina a tu corazón, a tu ilusión, 
a tu gran amor.

Momentos que te dio la vida 
y que en su momento nadie valoró 
y hoy que el tiempo no te deja regresar 
a penas los recuerdos, esos momentos 
que no volverán nunca más.

Lugares familiares a tempranas horas, 
pero más allá de las ocho 
se volvían exclusividad de los adultos, 
lugar para enamorar y enamorarse, 
algunas dejaron la virtud en aquellos parajes, 
nada mejor que hacer el amor 
con un marco natural, 
tal cual lo es el amor de pareja.

Ahora prefieren un sucio baño 
de una discoteca o de un concurrido bar.

Momentos que no vuelven nunca más, 
recuerdos con nostalgia, 
tu primera vez, tu primer beso, tu primera ilusión, 
dejando a los sentidos volar 
permitiéndole soñar a tus sueños. 

Y luego cuando te has dado cuenta 
el tiempo te prohíbe regresar, 
ya nadie quiere de ellos escuchar. 

Momentos que se han perdido 
en el tiempo, de un pasado 
lleno de romanticismo natural y espectacular, 
que para los de hoy es algo cursi y viejo,
pasado de moda. De eso ni pensar.

Momentos presentes, momentos actuales, 
momentos modernos, 
amores bajo el concreto de una gran ciudad 
que no permiten a las estrellas brillar, 
ni a la luna asomar.

Sueños devaluados y olvidados, 
los tríos ya nadie quiere escuchar 
por cantar canciones que hablan
de un amor natural, puro y virginal,
solo quieren escuchar, canciones que te inviten
a la violencia y al amor libre.

Que triste escribir este momento,
que muere en un nuevo siglo,
pues, a quien lleva flores 
le dicen viejo cursi.

Y lo insultan por la red social,
lo llaman afeminado y atrasado;
las señoritas se ríen en la cara de quien 
quiere ser romántico, de quien desea perdurar 
esos momentos que ahora pronto mueren.

Lo triste será, 
cuando al fin se den cuenta
que han perdido la edad 
que tuvimos para disfrutar
los que nacimos y crecimos en el siglo veinte,
un momento en nuestras vidas 
y nuestra historia que ya no se recuerda más.

Niñas descubriendo que las muñecas
son de carne y hueso y que no les permiten
dormir, mucho menos soñar. 

Y que sus cuerpos aun no son 
los perfectos para jugar 
juegos impensables, sueños truncados. 
Así serán recordados, dichos momentos actuales, 
de cada quien personales.

Momentos que querrán ahora disfrutar,
pero el tiempo y el viento se los llevó, 
ahora es demasiado tarde para disfrutar
del momento que dejaron escapar, 
que dejaron indiferentes pasar. 

Tal vez, solo por curiosear, 
por pertenecer a una moderna tribu,
por querer adelantar el reloj natural. 

Cuando al fin se den cuenta, 
el tiempo no les permite regresar, 
se percatarán que todo ya pasó, 
y que jamás lograron valorar 
su momento natural y normal. 

¿Quién diría? 
que ellos ya no tendrán nada para contar, 
pues su momento se pasó... 
Y este no vuelve nunca más.

hoy quise reflexionar, 
que los momentos vividos
ya no vuelven nunca más.

¿Quieres por favor tú, reflexionar?













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