viernes, 17 de junio de 2016

Desert Moon


Lo que un día fue luna brillante de color plateado, 
hoy es luna solitaria, luna sin plata, luna desértica,
luna que llenó de luz al cielo azul oscuro, 
y opacó a miles de estrellas. 

Luna que fue inspiración de mil poetas, 
testigo mudo y fiel de enamorados y amantes, 
cómplice de mil amores. 

Hoy luna opaca, sin luz plateada, luna desértica 
a la cual ni los lobos aúllan, ni admiran
y extrañan mucho ya. 

Lo bello de esa luna se fue contigo, 
te la has llevado en lo profundo de tus ojos, 
le robaste su brillo plateado y la inspiración del poeta 
y sin su enamorada luz nos dejaste, 
nos privaste de su color plata. 

Dejando en el firmamento una desértica luna, 
luna opaca y sin vida, sin romanticismo,
sin nada por admirar en las frías noches. 

Firmamento en oscuridad, en tinieblas, mares sin olas, 
océanos y lagos sin nada que reflejar, 
ni más poemas de amor para enamorar, 
ni lobos externando sus lamentos a la luna plateada 
su único consuelo como lo eras tú para el mio, 
triste corazón de lobos, incluyendo al mio.

Hoy solo solo veo una desértica luna, luna vacía 
colgando de un manto oscuro con tímidas estrellas 
que no alcanzan a inspirar al poeta, 
ni arrancarle un llanto al lobo 
mucho menos un suspiro a mi corazón. 

Noches frías y oscuras, carentes de romanticismo, 
desértica luna sin enamorados para admirarla. 

En tus ojos te llevas todo su brillo 
y también todo mi amor, ¿dónde estás?, 
regresa al cielo su incalculable valor de color plata, 
y a mi corazón todo mi amor que se fue contigo.

Te lo suplicamos: Mi corazón, los poetas y los tristes lobos. 
Los océanos y también los mares. Las estrellas y el cielo oscuro.

Nada dejaste para admirar, nada para inspirar, 
nada por que llorar, nada por que suspirar, 
nadie por amar, nadie para extrañar, 
nadie para cantar, nada para observar, 
nada para investigar, nada para conquistar. 

Solo una luna desértica, un cielo azul oscuro y triste 
y con él a mi corazón también.

Debes de volver, regresar la vida al romance 
y la vida a mi corazón, el esplendor al cielo oscuro 
de noches frías, un motivo para los amantes amar,
el desahogo para que los lobos vuelvan a aullar
y dejen junto a mi de sollozar, con el deseo de volver 
a alguien amar. 

Vuelve ya, no más desértica luna, no más desértico corazón. 
  

Desert Moon correjida

Lo que un día fue una luna brillante y de color plateado, hoy es luna solitaria, luna sin plata, luna desértica, luna que llenó de luz al cielo azul oscuro, y opacó a miles de estrellas. 
Luna que fue inspiración de mil poetas, testigo mudo y fiel de enamorados y amantes, cómplice de mil amores. Hoy luna opacada y sin luz plateada, luna desértica, a la cual ni los lobos le aúllan, ni admiran y la extrañan mucho ya. 
Lo bello de esa luna se fue contigo, te la has llevado en lo profundo de tus ojos, le robaste su brillo plateado y la inspiración al poeta y sin su enamorada luz nos dejaste, nos privaste de su color plata. Dejando en el firmamento una desértica luna, luna opaca y sin vida, sin romanticismo, sin nada por admirar en las noche frías. 
Firmamento en oscuridad, en tinieblas, mares sin olas, océanos y lagos sin nada que reflejar, ni más poemas de amor para enamorar, 
ni lobos externando sus lamentos a la luna plateada, hoy desierta de amor, su único consuelo, como lo eras tú para el mí, triste corazón de lobos, incluyendo al mío.
Hoy  solo veo una desértica luna, luna vacía, colgando de un manto oscuro entre tímidas estrellas que no alcanzan a inspirar al poeta, ni arrancarle un llanto al lobo, mucho menos un suspiro a mi corazón. 
Noches frías y oscuras, carentes de romanticismo, desértica luna sin enamorados para admirarla. En tus ojos te llevas todo su brillo y también todo mi amor, ¿dónde estás?, 
regresa al cielo su incalculable valor de color plateado, y a mi corazón todo mi amor que se fue contigo.
Te lo suplicamos: Mi corazón, los poetas y los tristes lobos, los océanos y también los mares, las estrellas y el oscuro del cielo nocturnal. Nada dejaste para admirar, nada para inspirar, nada por qué llorar, nada por qué suspirar, nadie por amar, nadie para extrañar, nadie para cantar, nada para observar, nada para investigar, nada para conquistar. Solo una luna desértica, un cielo azul oscuro y triste y con él a mi corazón también. Debes de volver, regresar a la vida el romance y la vida a mi corazón, el esplendor al cielo oscuro de frías noches, un motivo para que los amantes se amen, el desahogo para que los lobos vuelvan a aullar y dejen junto a mí de sollozar, con el deseo de volver a alguien amar. Vuelve ya, no más luna desértica, no más desértico corazón. 

SergioRaga

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