Soldado de amor

_Deja que te cuente un cuento, ¿vez aquella lomita que da para el desierto?
_Si, de ahí nada podría salir con vida ¿no?
_Así pensaba yo pero un día algo me asombro me encontraba precisamente aquí con mi apa´
_Y ¿qué pasó vos?
"Cuando estabamos aquí, algo aparaecio por ahí, justo ahí y, te digo algo pues él que por ahí apareció no podría ser un llamado ser humano; aparecio de la nada y con su uniforme de soldado desgarrado, desarrapado y agazapado. En una mano y arrastrando, su rifle, sin balloneta y de la otra, colgando traía su alma, él era un cadaver ambulante o uno de esos que llaman zombies, muertos en vida, sus pasos los arrastraba y de sus botas militares se le salían sus dedos ensangrenatados y su piel rasgada y muy herida, el pecho también le sangraba como si aun tuviera el balazo mortal encrustrado en su corazón; su cabeza siempre viendo al suelo. Mi apa´me dijo."
_¡Mira quien viene por allá! ¿parece ser Juan?
_¡¡Don Juan!! casi gritó quien escuchaba la historia.
_Si, era él, el envidiado y maldecido por muchos hombres del pueblo, ¿creo que hasta por vos o no? Su interlocutor solamente agachó su rostro avergonzado y colorado.
_Mejor seguí con tu relato. Dijo disimulando.
"Pues nada,mi apa´y yo nos quedamos mudos y al buen rato, ese mismo pasó por aquí frente a nosotros, mi apa´ le dijo. _Adiós vos Juan, pero el tipo no respondió; su rostro pálido como la misma Calaca siguió el rumbo que conduce hacia el pueblo y al llegar al extremo contrario al de la lomita esta, descendió por ella y desapareció."
_¡Vaya! ¿quien lo diría no vos? 
_Lo mismo dije yo.
Tantas guerras de amor que luchó y de todas como héroe regresó, pero esta ultima guerra la perdió. 
_Y ¿contra quien la peleó? 
_¿Te recordás de aquella trigueña que llegó al  pueblo el año pasado?
_¿Y cómo no vos? ¡qué mujerona! Y muy decente la muchacha ¿cómo de que no?
_Pues con ella fue la batalla y la perdió, casi moribundo de ella regresó y desde entonces atrincherado, muerto sin vida esta el famoso Don Juan.
_Si vos, es que tarde que temprano a todo coche le llega su día y este creyó que nunca caería en combate; ¿recuerdas a cuantas chicas dejó en las mismas en las que él regresó de esa guerra que libró con la trigueña? 
_Si vos, no me alegro por verlo como está hasta el día de hoy, pero ese se las debía a muchos y a muchas.
_¡Mira, quien viene ahora por el mismo lugar!
_¡Sí! ¿quien es vos?
_Yo creo que es...