martes, 30 de agosto de 2016

Julia


Julia tiene el dolor en su rostro y pasa día y noche llorando la ausencia de quien fue su gran amor.
Julia busca con desespero por doquier a quien solamente cree se a perdido una noche, lo espera viendo desde su ventana hasta que la asombra el sol, ya fumó varias cajetillas de cigarros y ha tomado varias tazas de café.
Julia, sigue con la esperanza de que volverá y a sus hijas les miente y las ilusiona, de que todo esta bien, que pronto volverá y a su hogar con él la felicidad que hasta ayer juntos construyeron regresará.
A Julia le amanece el día por la ventana cada nuevo día y ya se volvió adicta al tabaco y a la cafeína, sus ojos ya no tienen mas lagrimas para llorar a quien con amor aun espera cada. Julia que escucha un auto derrapar o estacionar su corazón la hace ilusionar, mientras a sus hijas les dice; vuelvan a la cama papá no tarda en llegar.
Su familia y amigos le dicen habrá que avisar a las autoridades, pues su tardanza no es normal, él ya debió haber vuelto, algo malo debió pasarle. 
Julia vuelve a llorar y se niega a aceptar algo tan malo, dice; eso no me podría pasar, menos a nuestro amor que recien a penas unos pocos años nació y con dos hijas nos bendijo. 
Al cabo de los días, Julia acepta su realidad y con familiares acude a: Morgues, hospitales, cárceles y a todo lugar, en donde pudiera a su esposo encontrar, pero nada. 
Julia, ahora pasa las noches recostada sobre un viejo sofá, toma licor para su vida hacer más viable. Al sonar el teléfono ahora siente una agonía, pero solo son los acreedores que ya no pueden esperar más y le empiezan a cobrar, las deudas ahora son enormes. 
Julia sigue en la espera, su agonía ahora es mucho mayor, pero al ver a sus hijas aun niñas, piensa que la vida para ellas debe seguir. 
Julia se levanta de su depresión, esperando que un día le digan que el cadáver de su marido por fin apareció y sale a las calles en busca de un digno trabajo para alimentar y dar estudios a sus niñas, mientras sigue viendo cadáveres, pues es obvio que su amado ya no volverá, porque seguro muerto ya está. 
A Julia, un día le avisan por teléfono si puede a una dirección llegar, ella acude con la incertidumbre en su corazón y muchas esperanzas en su alma, pero al lugar llegar; Julia se detiene, algo le indica que no serán buenas noticias, la persona que la citó; un hombre de la ley y le pide; siga por favor y ella como puede avanza. 
Julia no quita los ojos del auto el que fuera de su esposo y a su mente llegan tantos recuerdos que de sus ojos nuevamente miles de lagrimas brotan; el oficial le indica que lo hallaron escondido en un matorral y que si nadie le ha pedido rescate por su esposo. 
Julia cae en sollozos y le responde que no, que nadie nunca de él le habló, el oficial baja la cabeza y le da el zarpazo final. 
 Julia, lo siento, su marido fue secuestrado, algo que hoy día esta de moda y si no le han pedido rescate por su vida es porque a sido el gobierno quien lo desapareció y ahora ni su cuerpo encontraremos, su marido hace meses un cadáver es y en las profundidades de algún rió, algún lago o en una fosa común con otros yacerá, lo siento  mucho Julia, le sugiero comience una nueva vida, pues hasta aquí el caso de su desaparecido esposo ha llegado, lo siento, llenaremos unos papeles para que reclame el auto. 
Julia simplemente coge camino con rumbo a su hogar y se olvida del maldito auto, uno que lo usaron todos sus amigos y que seguramente por ello un día lo confundieron con otro y él tuvo que pagar las culpas de quien se dijo su hermano, pues este hace meses de aquí con maletas ya se largo y a su país retornó, maldito desde ahora él será, por haber destruido un bello hogar, a las niñas y a Julia sin su amado esposo y padre las dejó. 
Julia toma fueras de flaqueza y reúne a sus niñas y con valor en su rostro, ya sin una sola lagrima a sus hijas, niñas inocentes que aun les cuesta entender les pone al tanto; que ahora son ellas tres solas contra el mundo y que la vida sigue y que aprenderá a ganarse honradamente la vida, que velará por ellas y que las tres felices serán.
A pasado ya el tiempo y Julia aunque no olvida al amor de su vida a seguido adelante y ahora a estrenado casa y sus deudas ha logrado pagar, a sus amigos del pasado ella enterró, pues una vida nueva a iniciado y sus niñas que han crecido entienden el amor de su madre y los sacrificios que hizo para que ahora fueran lo que son, mujeres de bien, quienes recuerdan con mucho amor al hombre que fue su padre y con orgullo en fotos lo presentan y recuerdan.
El destino no quiso que Julia fuera feliz hasta los años viejos con quien tanto amó, pero en su corazón y mente, él siempre vivirá y lo recordará. 
Esa fue la vida de Julia, quien ahora ya en su vejez cuenta su historia y en su semblante se ve la agonía que aun en ella vive, solo esperando que un día junto a su amado esposo de nuevo estará. 
Julia ahora simplemente disfruta de sus hijas y sus nietos, quienes conocen de su abuelo por las anécdotas que ellas tres cuentan. 
Julia, como abuela les cuenta de un maravilloso hombre al que mucho amó y las niñas, ahora madres y abuelas, tambien con fotos en mano hablan de lo lindo que fue, lo poco que disfrutaron al amado esposo de Julia.



Inspirado en una historia real. Con mucho amor para Julia, la madre de mi esposa. Honor a quien honor merece. Te queremos Julia.

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