viernes, 26 de agosto de 2016

Nuestro Secreto (Diálogos de amor)


¿Oye?, ¡mírame!,
¿quieres saber lo que como un secreto guardo? 
lo tengo aquí, desde que te vi.
No me animo a contarlo
por miedo a tu respuesta.
Un enorme secreto mío es.

¿Un secreto muy bien guardado? dices.
Uno que has muy bien sabido guardar,
que nadie a podido antes imaginar
y que lo llevas contigo desde que me viste llegar.
¿Cómo puedes estar tan seguro?

Acércate, 
pues solo lo puedo susurrar,
pues si lo oyen los demás 
se podrían de mí burlar. 
Acércate un poco más, 
te dije, solo lo voy a murmurar.
¿Quieres mi secreto conocer? (murmuró)

Si no quisiera saber tu secreto. Di...
¿Tan cerca de ti estaría ya?
casi te podría besar, 
¿no ves lo cerca que junto a ti ahora estoy?

Esta bien,
¿me prometes no te burlaras?
pues destrozarías mi vida social
y a mi corazón harás llorar,
es algo serio, 
que ya no quiero solo para mí guardar,
siento que voy a explotar. 
¡Debo contarlo!

No te esfuerces mucho,
quizá yo lo conozca ya,
pues cuando te vi, 
algo en mí nació 
y con el tiempo tambien creció.
Es otro secreto, 
qué, ¿quiza tambien quieras saber?
¿quieres mi secreto conocer?

Una trampa tuya ha de ser,
ahora resulta que tambien tienes un secreto 
que no quieres o puedes  contar.
Aprovecha que estamos cerca 
por si quieres susurrar tu secreto a mi oído,
con atención te voy a escuchar,
después mi secreto te he de contar.
¿Qué me dices?

No es trampa 
pues a los dos nos ha de pasar 
exactamente lo mismo.
Escucha, que te diré mi secreto
y, es el que ahora te diré;
¿seguro lo quieres oír?, 
prometes no burlarte de mi también. 
Esta bien. Mi secreto es igual al tuyo.

¿Cómo puedes saberlo?
si no te lo he dicho aún,
te has de estar burlando de mí,
pero aun así; lo quiero oír,
y más ahora que dices 
que es lo mismo que el mio.

Mi secreto, al igual que el tuyo...
Déjame, lo quiero decir, ¡te lo voy a decir!
¡No me vuelvas a interrumpir!
Seguro te vas a admirar, 
cuando escuches lo que te voy a decir...

Desde ese día que te vi y me viste tú,
sentí a mi corazón muy rápido latir
y no pude dejar de observar a donde ibas.
Ahí estaba yo, esperando contigo coincidir
y siempre lo lograba, claro, según yo,
pero seguro lo mismo hacías tú,
buscabas la ocación para conmigo coincidir.
Bueno, y así mi sentimiento nació y tambien creció.
Por ello, nuestro secreto es...

Que enamorada estoy de ti
y seguramente tu sagrado y temido secreto 
es el mismo; o, no es: 
¿Qué enamorado estas tambien de mí?

Ambos rieron, como estaban muy cerca se encontraron sus ojos
y después de confirmar que si estaban muy enamorados uno del otro,
pues en las pupilas de ambos se veía a un corazón rápido latir.
Unieron sus labios. Y, así inicio otra historia de amor.





No hay comentarios.:

Publicar un comentario