lunes, 1 de agosto de 2016

Vives en cada respiración que doy


Recuerdo cada momento que contigo viví,
sentada y solamente viéndote en mi pantalla,
un rostro sin emociones.

Las emociones; 
llegaron con cada palabra que de ti leí, 
todos los días a la misma hora estaba ahí 
solo para mi y yo solo para ti.

Ver tu rostro; una fotografía, 
yo imaginaba tu piel.

Ver tus ojos; 
fijos y sin expresión, 
para mi irradiaban luz, la que iluminaba mi día a día.

Tocaba tu rostro e imaginaba como sería. 
Cerraba mis ojos y a mis cincos sentidos los invadías.

Te miraba; 
admirándome y sonriéndome 
y por momentos juro que sentía tu aroma;
esa mezcla de sudor y fina loción. 

De la fría pantalla; 
sentía a tus cálidas manos recorrer toda mi piel, 
sentía me acariciabas y yo lo disfrutaba.

Cada caricia imaginada 
era tan fiel, que la sentía muy real,
juro que alguna vez escuché a tu romántica voz
susurrando mi nombre.

Y luego en mi otro oído; 
me susurrabas; cuanto te quiero... creo que te amo.

Cada vez, me robabas la respiración;
sentía moría y sí lo hacía, pero era de amor. 

Un amor que solo pude escribirlo, ¡jamás sentirlo!
Un amor que de mi se escapó 
y tu camino siguió, detrás de ti se fue,
te llevaste contigo a mi corazón.

Me quedé sin ti, sin mi alma y sin mi corazón 
y recuerdos miles, que aún viven en mí.

No has muerto; 
pues vives en mi mente y en el vacío tan grande 
que dejaste, justo donde se ubicaba mi corazón.

Vuelvo y pierdo la respiración, 
me quitas la respiración de nuevo, 
siento morir, pero solo muero de amor.

Cada emoción vivida; me robó la respiración.
Cada te quiero leído; me robó la respiración.
Cada sonido de notificación; me robó la respiración.
Cada palabra; me robó la respiración.
Cada momento imaginario junto a ti; me robó la respiración.
Cada expresión que erizó a toda mi piel; 
me robó la respiración.

Y yo sin conocerte, 
simplemente queriéndote y amándote. 

Esas sensación, que me robaron la respiración,
dejándome casi sin vida, pero con emociones miles.

Con la ilusión de un día conocerte.
Con la ilusión de un día hacerlas una realidad.
Con la ilusión de un día amarte. 
Con la ilusión de un día conocerte, 
y a ti entregar todo mi amor.

Ahora lo sé, que eso no podrá ser,
pues tomaste de mí; 
mi alma, mi corazón y contigo se han ido, 
mientras yo quedo aquí, sin poder respirar,
pues con cada emoción, 
me robaste hasta la respiración.

Y ahora, cada vez que tome una respiración;
me recordará tu amor, mi amor, 
el amor que no pudo ser.

Cada vez que respire; llegará tu recuerdo a mí y lloraré.
Cada vez que respire; se habrirá más mi herida y sufriré.
Cada vez que respire; los recuerdos me invadirán y desesperaré.
Cada vez que respire; recordaré que tú te has ido y me desconsuelo.

Cada respiración que doy 
recuerdo que tu ya no respiras,
que solo eres un bello recuerdo y una ilusión perdida.

Pues ya no tienes vida, 
igual yo estoy, pues en el lugar de mi corazón
solo quedo un enorme vacío. 

Mi cuerpo respira y me mantiene con vida
pero yo, mi vida, junto a ti estoy muerta.

Un cuerpo que respira pero que no siente, 
no disfruta, no se emociona.

Tomo mi celular, esperando escucharlo timbrar 
pensar que esto solo es un mal sueño 
y que aparecerás y volverás, pero eso no es verdad.

Cada respiración que se fue contigo, 
me hace falta para llenar ese vacío.

Pensar que haberte conocido 
pudo ser lo mas bello en mi vida, 
solo un roce de tu piel
me hubiera bastado para tocar el cielo,
solo escuchar una palabra tuya 
y si era un te quiero, me habrías dejado 
sin poder respirar nunca más.

Tu vida terminó y contigo la mía, mi amor.

Me robaste la respiración muchas veces,
pero tambien mi corazón y las ganas 
de sentir en mi piel, el amor, tú amor.

Descansa mi amor 
que yo te recordaré por el resto de mis días,
mientras mi pecho aún respire
y aunque lo tenga vacío, tú vivirás.

Por que para mí, ¡nunca morirás! ¡vivirás! 
Mientras yo tenga viva, pues desde ahora tu vida
y mi vida es compartida. 

Me robas aún la respiración y no lo puedo evitar.




Para tí amiga María Consuelo Prada, que hoy sufres su partida, me lo pides y con el corazón herido junto al tuyo lo escribo, es tuyo, pues lo he escrito pensando en tu sufrimiento, en tu dolor y especialmente en ese grana amor que lamentablemente no pudo ser. No pudo ser en esta vida, pero sí lo será en la siguiente, de eso puedes estar segura.

Con mi amor, tu amigo: Sergio Raga















No hay comentarios.:

Publicar un comentario