martes, 25 de octubre de 2016

And when you fall in love with a beautiful woman Y cuando te enamoras de una mujer hermosa

Y cuando te enamoras de una mujer hermosa

...Y cuando vi a esa bella mujer,
el amor llegó a mi corazón.

Iba sonriente con un sexy caminar,
sus caderas de un lado al otro.

Debo confesar; que por un momento
creí que su jeans me habló,
pues a sus bellas caderas solo eso les hacía falta.

Con la vista la seguí, era una bella mujer
y de nuevo, ella la cabeza volteó y su mirada 
hasta mi llegó. 

Mi corazón se descolgó, el aire me faltó, 
hasta taquicardia me dio.

Sus caderas y su jeans seguían de un lado al otro,
cómo ella entró en ellos, es algo que aun no sé.

Cuando te enamoras de bella mujer
estás fregado si ella te ignora,
pero si te sonríe y te persigue con la mirada
estás en el cielo, ahí es donde resido hoy.

Sus jeans me dijeron con el lenguaje de señas:
Sígueme y ámame. 

Creí, loco estoy, pues no conozco ese lenguaje, 
pero el lenguaje de sus nalgas; ese si lo conozco muy bien.

Así que, detrás de ella me fui.

Ella con su andar de lado a lado, 
que me sentí marinero mareado, 
pues parecía un barco en alta mar, mecido
en medio de furiosa tormenta 
y sobre esos zapatos con tacón de aguja.
Me dije; debe ser trapecista, que equilibrio Dios mío.

Ella tenía el control, pues con cada bamboleo de sus caderas,
su cabellera la tiraba al costado contrario de sus enormes ojos castaños y con una caída de pestañas, las cuales simulaban unas manos que con el dedo indice me decían: Ven para acá querido.

...Y cuando vi esa bella mujer,
supe que el amor llegó a mí en hermoso paquete.

Mis ojos no dejaban de hablar con sus apretados jeans
ellos me decían: Camina más rápido y alcánzame,
quiero estar junto a ti, quiero sentir tu aroma.

Al mismo tiempo, su sonrisa me decía: No seas tímido
y aborda el barco que esta por zarpar para alta mar.

Mientras yo traducía sus señales, su mirada me confirmó;
si eres tú, el que trae el motor que nos hará navegar por 
aguas azules y profundas del amor, el sexo y la pasión.
Colócalo en su lugar, qué esperas, zarpemos ya;
las aguas están a su nivel qué no lo ves.

Me apresuré con el motor para de una zarpar,
hacernos a las aguas calientes del mar.

Océano Pacifico que pronto será Atlántico,
con furiosas olas que nos elevarán hasta el cielo 
y en breve, nos llevarán hasta las profundidades del placer.

Soy el motor y ella la quilla, 
ambos nos mantendrán a salvo 
en el basto océano de la pasión, el sexo y el amor.

...Y cuando vi esa bella mujer,
oí a sus jeans decir: Sígueme y ámame.
Luego vi, que con sensual sonrisa me acariciaba
para después con su mirada sensual la cita concretó
y por ultimo, sus enormes ojos castaños le dieron la orden
a sus enormes pestañas para que me indicara que me acercara.

Ahora viajamos por los siete mares:
El deseo, la pasión, el erotismo, el sexo, 
el éxtasis, la lujuria y el amor tambien.

SergioRaga 
25/10/16


Y cuando te enamoras de una bella mujer. 

...Y cuando vi a esa bella mujer,
el amor llegó a mi corazón.
Iba sonriente con un sexy caminar,
sus caderas de un lado al otro.
Debo confesar; que por un momento
creí que su jeans me habló, pues a sus bellas caderas solo eso les hacía falta, con la vista la seguí, era una bella mujer, y de nuevo ella la cabeza volteó y su mirada hasta mí llegó, mi corazón se descolgó, el aire me faltó, hasta taquicardia me dio, 
sus caderas y su jeans seguían de un lado al otro, cómo ella entró en ellos, es algo que aún no sé.
Cuando te enamoras de bella mujer
estás fregado si ella te ignora, pero si te sonríe y te persigue con la mirada estás en el cielo, ahí es donde resido hoy.
Sus jeans me dijeron con el lenguaje de señas: Sígueme y ámame. 
Creí, loco estoy, pues no conozco ese lenguaje, pero el lenguaje de sus nalgas; ese si lo conozco muy bien.
Así que, detrás de ella me fui.
Ella con su andar de lado a lado, que me sentí marinero mareado, pues parecía un barco en alta mar, mecido en medio de furiosa tormenta y sobre esos zapatos con tacón de aguja.
Me dije; debe ser trapecista, que equilibrio Dios mío.
Ella tenía el control, pues con cada bamboleo de sus caderas, su cabellera la tiraba al costado contrario de sus enormes ojos castaños y con una caída de pestañas, las cuales simulaban unas manos que con el dedo indice me decían: Ven para acá querido.
...Y cuando vi esa bella mujer, supe que el amor llegó a mí en hermoso paquete. Mis ojos no dejaban de hablar con sus apretados jeans, ellos me decían: Camina más rápido y alcánzame, quiero estar junto a ti, quiero sentir tu aroma.
Al mismo tiempo, su sonrisa me decía: No seas tímido y aborda el barco que esta por zarpar para alta mar. Mientras yo traducía sus señales, su mirada me confirmó; sí eres tú, el que trae el motor que nos hará navegar por aguas azules y profundas del amor, el sexo y la pasión, colócalo en su lugar, qué esperas, zarpemos ya las aguas están a su nivel qué no lo ves.
Me apresuré con el motor para de una zarpar, hacernos a las aguas calientes del mar, océano Pacifico que pronto será Atlántico, con furiosas olas que nos elevarán hasta el cielo y en breve nos llevarán hasta las profundidades del placer; soy el motor y ella la quilla, ambos nos mantendrán a salvo en el basto océano de la pasión, el sexo y el amor.
...Y cuando vi a esa bella mujer, oí a sus jeans decir: Sígueme y ámame;
luego vi que con sensual sonrisa me acariciaba para después con su mirada sensual la cita concretó y por ultimo, sus enormes ojos castaños le dieron la orden a sus enormes pestañas para que me indicara que me acercara.
Ahora viajamos por los siete mares:
El deseo, la pasión, el erotismo, el sexo, el éxtasis, la lujuria y el amor tambien.

SergioRaga
15/12/23




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