sábado, 22 de octubre de 2016

El calor que vive en tu piel


¿Qué hago aquí? si tu no estás, con devoción y por atracción voy junto a ti, quiero ser feliz, eso lo logro solo estando junto a ti, muero por verte, acariciarte y poder besarte, perderme en esos ojos que me recuerdan al cielo y a los océanos. 
¿Qué hago lejos de ti? si solo junto a ti deseo estar, dónde te encuentres de ahí no te muevas, volando, corriendo o gateando para ya ahora voy. 
Te amo tanto que no puedo estar lejos de ti, imaginar una noche separado y lejos de ti, dejar de sentir ese calor que solo encuentro en ti y que lo tienes en tu cuerpo, bajo tu piel. 
¿Una noche lejos de ti?, eso es inimaginable, podría morir de hipotermia, congelado o simplemente en soledad, no quiero ni pensarlo, pero me haces mucha falta, tanto que pienso mucho antes de salir de casa. 
Pensar en dejarte y no regresar antes de ir a la cama, pensar que me perderé de acariciar tu piel, recibir de ti, toda esa miel, ese calor que me da energía, que me da confort, por eso, lejos de ti, eso ni pensarlo. 
Espero poder tenerte todo el tiempo que tenga de vida, sentir caricias que solo me dan tus manos, beber esa miel caliente que brota de tu boca, perderme entre tus largos muslos, hundirme entre tus senos, sentirme protegido entre tus amados brazos, sentir cosquillas que me hacen tu larga cabellera ahora revuelta y alborotada, olerte y sentir tu aroma que ahora se confunden con tu sudor y tu loción junto a los míos. 
No imagino, perderme, ver tu sonrisa de satisfacción y con amor acariciar mi rostro y escuchar un te amo y abrazados dormir hasta que en la madrugada con besos me despiertes. 
¡Qué maravilla sigues aquí! yo, sigo perdido en ti, la maraña que nuestros cuerpos aun ahora juntos siguen, el cálido sol, esos son. 
Lo que logramos, aun sobrevivir a una larga noche de pasión, de largas faenas y cortas charlas, dormir y seguir amándote en mis sueños. 
Ahora que un nuevo día ya nació, no sabría de ti prescindir, de la imagen que me regalas, ver tus lindas nalgas con dirección al baño, el bamboleo de tus senos, qué feliz que soy mi amor. 
Ni con este sol siento ese calor que en tu cuerpo guardas y bajo tu piel siempre llevas, regresa mejor a la cama que muero de frío, un indigente de amor ahora soy. 
Tú, solo sonríes, qué ocurrencias, me gritas, pero en serio que muero ya de frío, el sol no me proporciona más que vitamina D. 
Pero el calor que quiero, ese solo lo tiene tu cuerpo, eres mi mejor sábana, hecha de seda, es aterciopelada, tela muy suave, así es tu piel. 
Y, la maraña de tu cabellera, nada mejor para un mimo sobre mi rostro y en tus brazos de nuevo un niño soy, pero entre tus largas piernas tu amante soy. Mi piel, fiel amalgama de la tuya. 
Amor, regresa ya, ¿qué haces ahí? si el amor está aquí, hoy no voy a trabajar, me reporte enfermo, les dije; que muero de frío, me dicen; que tengo calentura, les dije que sí, pero mi calentura solo contigo se cura.
Ven y regresa a la cama, yo secaré tu cuerpo ahora mojado, tu toalla quiero ser y así acariciar toda tu piel. 
Empezaré desde tus dedos, los de tus pies, uno a uno besaré, luego subiré por largas piernas, una parada en tu vientre haré y lo secaré o, mejor lo mojaré, ¡bella vagina! 
También secaré y lo haré lentamente a tus respingadas nalgas, me descansaré sobre tu vientre plano y cosquillas le haré a tus costados para terminar en tus axilas. 
Con mucho amor y un poco de ternura, tus senos acariciaré y te diré; no tienes imperfecciones que te aflijan, seguiré hasta tu cuello y con chicos besos los secaré, para terminar en tus labios.
Tu cabellera, que esta bien larga, esa me costará un poco más, así que mejor métete en la cama, aquí habrá suficiente calor para secar completamente todo tu cuerpo, ven métete entre mis brazos, fiel secadora son. 
Pero si te mojas de nuevo, mi problema no será, ya ves mojado yo estoy, cura mi calentura, baja mi temperatura, que loco soy, si lo que haces es subirla, me haces sudar, algo que ya no logra ni el sol. 
Solo ese rico calor que tiene tu cuerpo y que tu piel guarda para entregarlo a mí, ven junto a mí, hagamos lo que mejor que nadie hemos logrado, la conjunción del deseo, la pasión con mucho amor, de eso que ya muchos se olvidaron. 
De nuevo una maraña humana somos; seguro un día de estos me despedirán, pues me enfermo muy seguido y siempre el mismo síntoma, para ellos calentura, para nosotros se llama amor.



No hay comentarios.:

Publicar un comentario