jueves, 10 de noviembre de 2016

Hoy yo siento lo mismo que tú


Hoy quiero sentirte mía,
como antes ninguna.

Yo presiento que tú, sientes lo mismo,
pues desde que me viste 
no has apartado los ojos de mí,
ni yo los míos de ti.

Hoy siento tus miradas como las amarras 
que sujetan a la embarcación.

Tú sientes a las mías, como luz de luna, 
la que ilumina a la noche callada.

Con simples miradas, 
nuestras almas se conocen
y los corazones se hablan; 
así lo siento yo y seguro lo sientes tú,
en cada palpito que al pecho asoma.

Hoy siento que nos enamoraremos
con nuestras miradas, en esta noche tan callada, 
solamente coloreada por el plata de la luna.

Yo quiero, lo que sé que tú deseas,
tú tienes lo que yo ansío;
amor del verdadero, amor del único,
ese que encadena a las parejas destinadas.

Hoy presiento que no te alejarás de mí jamás,
pues tus miradas son garras que me atrapan
y me ahogan en la orilla de la playa.

Tú sientes que las mías son garfios, 
del pirata que en esa playa atracó
en busca del mejor tesoro, y vaya si lo halló;
pues, con tus ojos y tu mirada se encontró.

Hoy deseo, que lo nuestro dure una eternidad, 
eso me dicen tus miradas y las mías, 
te aseguran que desde hoy ya eres mía.

Una vez más, ambos sentimos ese palpito en el pecho,
porque nuestros corazones ya se aman
y nuestras almas que celebran embriagadas
solo de sentir nuestras miradas.

SergioRaga
10/11/16


Hoy yo siento lo mismo que tú.

Hoy quiero sentirte mía,
como antes ninguna.

Yo presiento que tú, sientes lo mismo que yo, pues desde que me viste no has apartado los ojos de mí,
ni yo los míos de ti.

Hoy siento tus miradas como las amarras que sujetan a la embarcación.

Tú sientes a las mías, como luz de luna, la que ilumina a la noche callada.

Con simples miradas, nuestras almas se conocen y los corazones se hablan; así lo siento yo y seguro lo sientes tú, en cada palpito que al pecho asoma.

Hoy siento que nos enamoraremos
con nuestras miradas, en esta noche tan callada, solamente coloreada por la luna plateada.

Yo quiero, lo que sé que tú deseas,
tú tienes lo que yo ansío; amor del verdadero, amor del único, ese que encadena a las parejas destinadas.

Hoy presiento que no te alejarás de mí jamás, pues tus miradas son garras que me atrapan y me ahogan en la orilla de la playa.

Tú sientes que las mías son garfios
del pirata que en esa playa atracó
en busca del mejor tesoro, y vaya sí lo halló; pues, con tus ojos y tu mirada se encontró.

Hoy deseo, que lo nuestro dure una eternidad, eso me dicen tus miradas y las mías te aseguran que desde hoy ya eres mía.

Una vez más, ambos sentimos ese palpito en el pecho, porque nuestros corazones ya se aman y nuestras almas que celebran embriagadas
solo de sentirse nuestras miradas.

SergioRaga
2/10/23







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