jueves, 10 de noviembre de 2016

MARISOL


Mar, sol y arena.
Recostada sobre una toalla
bronceando su piel tan blanca.
Así te vi, así te encontré,
únicamente mancillada 
por la espuma de tímidas olas saladas.

Mi sombra la cubrió del baño de sol
y a sus ojos despertó,
con indiferencia me vió,
yo le sonreí y ella a mí, seria me vió.

Me presente y mi nombre le dije;
ella quiso hacer lo mismo
pero yo la interrumpí.

Antes de su nombre decir
yo le dije, no diga nada por favor;
para mi usted se llamará: Marisol.

Ella me respondió extrañada: 
¿Marisol?...
Sí, como lo que yo buscaba en esta linda playa:
Mar y Sol.

Y, a quien me encontré, 
fue a ti...  Marisol.




Para mi esposa, con mucho amor.

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