domingo, 18 de diciembre de 2016

Cada vez que te alejas de mí


Cada vez que te vas, siento que muero por dentro, mi corazón se rompe en mil pedazos, pues mi corazón, de cristal es cuando me enamoro.

Cada vez que te vas, veo con nostalgia alejarte de mi lado y cada paso que das, el cual te aleja de mí, es como puñalada para mi corazón.

Cada vez que te vas, imagino que te perdí, que otra como tú nunca encontraré, por eso cuando veo que a mí regresas, de alegría muero entre tus brazos.

Cada vez que te vas, sobre ti mi sol viaja, dejando sobre mí una oscuridad que me atrapa y congela a mi piel, necesito que la calientes, vuelve por favor, que muero de frío.

Cada vez que te vas, de mis ojos brotan ríos salados, mi pecho se encoge, mi corazón late apresurado, es de miedo, de saber que te he perdido.

Cada vez que te vas, tomas de mi lo mejor, eso te llevas contigo, me dejas sin nada para ofrecer a quien podría sustituir tu vacío en mí, tu amor, el motor que le da vida y energía a mi cuerpo.

Cada vez que te vas, cómo muerto viviente quedó, sin parpadear pues no puedo, mis ojos se han quedado perdidos, por mis venas no circula sangre, lo que hay en él es vinagre, creo que estoy vivo, pero la verdad es que estoy muerto.

Cada vez que te vas, al cielo desesperado grito y pido que vuelvas, la vida sin ti no es vida, me acostumbre a llamarte mi vida y al irte contigo te la llevas... ¡Regresa mi vida!

Cada vez que te vas, parado ahí quedo con el desconsuelo en mi rostro, soy inocente cachorro que su amo dejó abandonado en solitario camino, muriendo y gimiendo, perdido por verse lejos de a quien tanto amó.

Cada vez que te vas, me pregunto: ¿Se irá para siempre o un día volverá? Vaya melancolía, esa será mi compañía, mientras decidas que haces con mi vida.

Cada vez que te vas, cada vez que de mí te alejas, que de mi lado te vas molesta por algo que ni yo entiendo que pudo ser te causo tal enojo, que te volvió indiferente a mis suplicas, te amo pero no te entiendo y aun así te mantengo a mi lado, creo que es amor lo que hace que cada vez que te vas sin dar explicación ni razón, me sienta mal y a la vez confuso preguntándome: ¿Qué hice? para que molesta de mi te alejes, sin aparente motivo. 

Aguanto de ti cada desplante, pues te acepto con tus virtudes y tus defectos, pero tú no me das oportunidad de enojarme ni de broma, creo que no me amas como yo a ti; debo trabajar mejor en la manera de entregarte mi amor. 

Divergencias que se dan en parejas disparejas, pero que en el fondo sabemos que nos une un enorme amor, por eso debo soportar y debes soportar mis errores, perdonar mis diferencias, pues para mi son cosas buenas, sin relevancia, pero par ti parecen ser, decisiones que podrían atraer catástrofes. 

Sin embrago, cuando algo grave nos separa, entonces emerge el iceberg de amor que llevamos bajo nuestro océano de amor y que vive por debajo de nuestra piel y en ese instante, me abrazas y me reconfortas. 

Entonces nos entendemos a la perfección, por eso sabemos que nos amamos y por ello, cada vez que te vas, se que volverás, pues tanto tú como yo, sabemos que no sobreviviríamos uno sin el otro.  Esas tonterías son las que unen a dos que realmente se aman.

Cada vez que te vas, se que volverás, porque conmigo se queda parte de tu alma y contigo se va la otra que es mía y esta no te dejará alejarte, pues para eso te la entregué, para asegurarte y que sientas la misma angustia por mí.

Ya te las enumeré y sé que sientes lo mismo por mí... Cada vez que te vas.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario