martes, 13 de diciembre de 2016

Tengo Otra Mujer







Tengo otra mujer en mi vida. 
A la que siempre y desde el día que la conocí la mitad de mi corazón ella me robó, se lo entregué y no me importó.

Tengo otra mujer en mi vida. 
Y no me importa que todo el mundo se entere, no se lo escondo a mi mujer, ella fue la culpable por haberla presentado y a mi vida haberla en bandeja entregado.

Tengo otra mujer en mi vida. 
Mi esposa conoce de mi amor por ella y me ha confesado con alegría que no le importa compartirme con ella.

Tengo otra mujer en mi vida. 
Nadie debería de alarmarse, hoy eso es tan común y me pregunto ¿quien no la tiene?

Tengo otra mujer en mi vida. 
Aunque no es paciente como mi esposa, en veces acaba con la poca paciencia que me queda, pero con un solo beso me tranquiliza y me doblega, algo que nunca logro la mujer que juré amar y respetar toda mi vida, ella debe soportar todos mis defectos y mis caprichos.

Tengo otra mujer en mi vida. 
Cuando les comento a mis amigos que ellas se entienden y se llevan bien, todos me admiran y preguntan, cómo logré dominar a dos fieras, dos mujeres, pues nunca en la historia lograron compartir a un mismo hombre.

Tengo otra mujer en mi vida. 
Una me llena la barriga y cuida mis fiebres, mientras la otra me exige, me hace berrinches para conseguir lo que desea y yo la consiento sin reclamos.  

Tengo otra mujer en mi vida. 
A ella me la entregó un día mi esposa, me dijo, ven te la presento y en ese momento de ella me enamoré, en ese instante mi corazón la comenzó a amar, mis ojos vieron la luz, mi esposa al ver mi cara de felicidad solamente sonrió, nunca me reclamó.

Tengo otra mujer en mi vida. 
Ella tiene los años nuevos, los años jóvenes, mientras que mi esposa tiene los años maduros, la paciencia y el amor para no perderme por la otra.

Tengo otra mujer en mi vida. 
Ella tiene una fuente de agua pura, la que sacia mi sed de locura, la que me regresa en el tiempo mis años de juventud y a mi mujer eso le gusta y le da ternura.

Tengo otra mujer en mi vida. 
Es la más bella, la más hermosa, todo es nuevo en ella y sus locuras me transforman, dejo mi amargura y mi cansancio cuando me encuentro a su lado.

Tengo otra mujer en mi vida. 
Cuando la gente me escucha hablar de ella, escuchan que le he construido un lugar lleno de ternura, amor y locura, me ven con ojos de odio y murmuran, viejo rabo verde, tan linda su esposa y engañándola con alguien más joven.

Tengo otra mujer en mi vida. 
Les juro que es mucho más linda que mi esposa, aunque hay cosas que se le parecen.

Tengo otra mujer en mi vida. 
Debo confesar que desde el primer día yo la amo, a veces creo que mucho más que a mi esposa, a quien tambien aun amo con locura, pero no tanto como a mi nueva mujer, la que llegó para alegrar y prolongar mi vida.

Tengo otra mujer en mi vida.
Una mujer maravillosa mucho más que mi esposa, esa mujer que mi esposa un día a mi vida la llevó y sobre mis brazos la entregó y al hacerlo me dijo: te presento a tu hija, no es hermosa, no es maravillosa, les juro que al verla de ella me enamoré y hasta lloré, a mi esposa besé en la frente por darme a tan bella criatura, ambos la vemos desde entonces con amor y locura, la compartimos y ella nos entrega un amor que jamás imaginé podría existir en otra mujer que no fuera la que Dios me entregó para amarla toda mi vida, nunca me dijo que mi corazón un día habría que dividirlo entre dos hermosuras, las amo con locura y tambien con ternura una me da la calma mientras la otra me da la locura, una me cuida mientras la otra me exige y me reclama, las dos complementaron mi vida, por eso hoy les digo: Tengo otra mujer en mi vida... mi hija hermosa. 







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