domingo, 8 de enero de 2017

Two broken hearts


¿Cómo poder detener el vuelo de una ave?
¿Cómo impedir que el niño sea hombre?
¿Cómo no amar a un cachorrito herido?
¿Cómo no llorar a una madre muerta?
¿Cómo impedir que la luna mueva al mar?

¡Salva mi vida, sácame de este infierno, 
déjame vivir de nuevo, amar de nuevo!

¿Cómo lograr erradicar el hambre?
¿Cómo evitar que el hombre no mate al hombre?
¿Cómo evitar que la mujer no ame un ramo de rosas rojas?
¿Cómo consolar a alguien que con desconsuelo derrama sus lagrimas?

¡Ven y devuelve la felicidad que un día tuve,
permite que vuelva a vivir y amar de nuevo!

¿Cómo puedes huir, dejándome ahí herido y muriendo?
¿Cómo puedo recoger las mil piezas que un día rompiste y fue mi corazón?
¿Cómo recoger esa cantidad de piezas y lo reconstruyo?
¿Cómo lograr seguir con vida, si mi vida eras tú?
¿Cómo podre ser, un nuevo ser, un hombre nuevo?

¡Salva mi felicidad, permíteme vivir esta vez, pero sin ti!
¡Ven, salva mi vida, toma mi mano y lleva mi alma al cielo!

¿Cómo lograr superar tu ausencia, si no soy pájaro que vuele solo?
¿Cómo lograr ser niño y hombre a la vez, si mataste al que vivía en mí?
¿Cómo ser feliz si parezco ese cachorrito asustado y mal herido?
¿Cómo lograr que la luna me inspire un verso nuevo?

¡Salva mi vida, recoge mi corazón que en piezas yace,
pega pieza por pieza, veremos si puede así aun latir!

¿Cómo saciar mi hambre de amar, si me has heredado tortuosa dieta?
¿Cómo evitar que el hombre no mate a otro, si por ti han surgido las peores guerras?
¿Cómo poder regalar rosas a un nuevo amor, si todas las has marchitado?
¿Cómo llorar por un nuevo desamor, si a mis ojos los has secado?

Muriendo estoy por ti, eso nada te importó, pisoteas mi corazón que yace en pedazos sobre esta fría calle. 
Logro verte huir como ruin ladrón, tomas de mí lo mejor y con eso te alejas, cómo podré de nuevo amar, si no me dejas nada para dar, solo un enorme vacío y eterno dolor en mi corazón.
Solo recuerdos quedaron de cuando fui joven, pues viejo ahora soy. 

Alguien apareció, ¿sería una Samaritana quien al verme se compadeció y a mi corazón remendó? 

Tomó pieza por pieza, calor con sus brazos me dio, intentando verlo de nuevo brillar, llegó cuando estaba a punto de morir, con dolor y tristeza me vio y me preguntó: 
__¿Quién pudo romper a tan lindo corazón? 

Yo, sin fuerzas no pude contarle mi historia, ella simplemente me sonrió, me dijo: 
__No te preocupes, comprendo, pues me sucedió, valiente fui y cada pieza la recogí hasta que de nuevo la luna vi brillar, ella me dio fuerzas para seguir viviendo. 

Yo, la veía con miedo de no poder lograr sobrevivir, pero, mi corazón estaba ya remendado. Un alivio sentí cuando ella con mucho cuidado en su lugar lo colocó y me dijo: 
__No temas, pronto latera de nuevo y por tus venas nueva sangre circulará y a tu cuerpo lo sanará. 

Con admiración la vi y me dije: Samaritana eres en mi vida. 

Y así fue, mi cuerpo sintió un raro calor, la sangre de nuevo a mi cuerpo alimentaba. Ella con ilusión me sonrió, me dijo: 
Te preguntarás: 
__¿Cómo podrá un corazón remendado, con sus piezas pegadas poder de nuevo a latir tan fuerte como cuando joven fue? 

Yo le asentí con un gesto nada más. 
__Mírame, sobreviviente soy, si yo lo logré, por qué tu no. 

Un alivio y esperanza sentí. Ella suturó mi pecho, rasgado estaba de engaños y traiciones, tambien mis heridas sanó. Era un ángel aquella mujer, a mi lado se mantuvo, me alimentó, me dio calor, me consoló y al fin todo sanó. Gracias le di. 

Ella comprendió que todo llegó a su fin y me extendió la mano para despedirse, pero yo la sostuve y le dije: 
__¿Cómo, te vas? ¿Acaso quieres de nuevo romper el corazón que acabas de sanar? 

A ella se le iluminó su rostro, sonrió y entre mis brazos se refugió. Dos corazones, una vez hechos pedazos, se juntaron y ambos se consolaron y más tarde se amaron.

Mucho tiempo después, de la mano paseábamos, cubiertos por la luz de una enorme luna, la que alumbraba todo a nuestro alrededor y fue, cuando vimos, después de escuchar a alguien que de dolor se quejaba. 
Era ella, quien a mi corazón en pedazos lo destrozó, mi Samaritana de ella se condolió, como lo hizo conmigo y la quiso ayudar, pero yo no lo permití. Le dije: 
__Para que sanar a alguien que ha hecho tanto daño, ¿acaso quieres que una vez recuperada deje a otro igual que a mí por ahí moribundo y abandonado? Deja que le llegue otro. 

Ella, no muy convencida me comprendió y nuestro camino juntos seguimos. 

Hasta el día de hoy no se que sucedió y nada me interesó por saber si alguien tambien a ella la salvó. Si así fue, le deseo la suerte que tuve yo y que sea hoy muy feliz.




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