jueves, 23 de febrero de 2017

Apatía


Hermosura nunca vi.
Ciego estuve ante la belleza.
Apatía era mi vida.
Sin color, ni sonidos.
No conocía el amor.

Hermosura jamás conocí.
De pasó caminé y a mis lados no vi.
anteojeras llevaba en mis ojos
y es que el amor nunca me interesó, 
la verdad no lo conocía.

Hermosura, 
eso oí a alguien repetir,
a mis oídos en mute coloqué
y de nuevo, todo a mi rededor ignoré.
El corazón aun no me encontraba,
la verdad ni me interesaba
o quizá no quería sufrir.

Hermosura, 
para mis amigos tenía la vida.
Enamorados ellos vivían.
Con sus novias se besaban,
conocían el sabor 
de una diferente miel,
pero al fin era miel.

Hermosura, solo en las rosas eso vi, 
sus colores, sus aromas.
Ver las abejas y las mariposas tambien
bebiendo de su polen rica miel
saciando su sed.

Pero llegaste tú 
y te paraste frente a mí,
yo la vista para nada elevé
te evadí,
no deseaba contigo encontrarme.
¡Maldición sigues allí!
Y seguro que no piensas moverte.

Cansado de mirar 
al suelo gris, como mi vida.
Sin sonidos, ni aromas, 
mucho menos colores.
Tu persisitencia logró que mi vista
la elevara. 
Mientras ascendía,
mi corazón diferente latía.

Ya era imposible para mí
detener su lento caminar
y yo, ya no deseaba detenerme.

Por fin, 
mi vista se posó sobre tu carita,
cual abeja o mariposa que descansa 
sobre bello botón, 
para beber su energía
y seguir con su corta vida.

Cuando a tus ojos los vi,
a mis oídos llegó la más bella melodía,
a mi olfato lo invadió aquel rico aroma a flores,
a mi piel hasta hoy en blanco y negro, 
en colores se cambió
y en mi boca 
mil burbujas de sabores explotaron,
por mis labios la dulzura sentí, 
mi corazón latió 
como nunca antes que miedo sentí.

Yo solamente repetí...
¡Qué Hermosura!
Me sonreíste 
y a mi vida, la vida llegó.
Mi apatía la expulsé de mí, 
hacia el exilió la mandé,
y por fin, 
ante el amor sucumbí.

¡Hermosura! 
Me repito, cada que te encuentro,
ahora sé, que eso es amor
y para mí, esa hermosura eres tú.

Quien un día me desafió, 
porque cuando me vio
con dulzura me rescató, (me sonrió) 
y desde ese día ella me amó. (me ama)

La apatía de mí se alejó,
la vida me llegó,
y eso es lo mejor... 
El amor.





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