viernes, 17 de febrero de 2017

El collar de estrellas y el mar


Me encontraba una noche sobre la arena tirado, las olas bañaban mis pies, solo lograba escuchaba ese vaivén del agua del mar, eso me tenía adormitado, mis ojos se hundían en la profundidad del cielo, marco perfecto para ser observado sin una sola distracción artificial. 

En él veía tu linda cara, en esa estampa me sonreías muy amorosamente, yo te enviaba mil besos, ni la enorme Luna me distraía de tu linda imagen, la que nacía en mi mente, el cielo era enorme pantalla de cine y sobre ella, solo una estrella lograba brillar para mí, esa eras tú mi amor. 

A pesar de que la bella, enorme e iluminada Luna me deseaba distraer, tomar de mí toda mi atención, yo la seguía ignorando y ella celosa se ponía a brillar mucho más, no fue si no hasta que en ella vi tu rostro reflejado, que me atrajo su mirada. 

Mientras, las olas del mar seguían adormeciendo mi mente con su suave sonar, ella se sintió enamorada pero ignoraba, que yo a quien amaba era a ti, a quien veía reflejada sobre ese lindo brillar, era tu linda sonrisa, la que me hizo ilusionar con tus labios poder ahora besar, al verme con tierna mirada, la Luna se sonrojó, se sintió enamorada, vaya si es vanidosa, solo quiere que para ella sean mis miradas.

Si ella se llegara a enterar seguro de la cólera se eclipsaría y no me volvería a iluminar, al seguir observando a tan bella imagen, tu linda carita y tu sonrisa enamorada, un par de estrellas que por detrás de ella se sintieron eclipsadas y celosas por mi mirada, se pusieron de acuerdo y enormemente tambien las vi brillar que me hicieron pensar, que eran dos diamantes los que de tus orejas elegantes colgaban. 

Eso me hizo suspirar, suspiro que hasta la misma luna llegó y esta se sintió desmayar y hasta su luz por un rato dejó de brillar, en el pueblo pensaron que una nube se antepuso entre nosotros y la brillante Luna, el resto de estrellas se dieron cuenta de lo que acababa de pasar y por debajo de la traicionada Luna una estrella fugaz se dejó notar.

Pero yo seguía con mi imagen adorada, la tuya mi enamorada, eso me dio otra ilusión, me pareció como si era un colgante que de tu delicada garganta se acababa de descolgar, pero de una, el resto de las estrellas aun eclipsadas por la  enorme Luna se dispusieron a brillar hasta casi explotar. 

Entonces apareció sobre tu imagen un lindo collar, yo casi me pongo a llorar y otro suspiro le llegó a enamorada y brillante satélite que del espacio ella deseo bajar y a mi lado recostarse a escuchar el vaivén del tranquilo mar. 

Pero yo seguía ahí adormitado y muy enamorado pero de otra mortal, aunque mi amor pareciera llegar del espacio sideral o desde la misma Luna enamorada a donde otra noche con tus caricias me habrás de llevar, por hoy solamente déjame contigo soñar, al mar su hablar escuchar y a la Luna seguir traicionando y engañando, dejándola pensar que es de ella que estoy enamorado y mucho más, a las estrellas que no paran de brillar. 

Cuando vine a darme cuenta, mejor lo recompongo, pues como podría darme cuenta que me había quedado dormido en la arena y el mar. Tú seguías ahí conmigo, sonriendo muy enamorada, pero era tanta tu coquetería que en una se te desprendió tu lindo collar y del cielo lo vi caer. 

Iba con rumbo hacia el mar, me dije, si caen sobre él se habrá de perder, y ahí quedarán sepultados, entonces le grité a la hermosa Luna, le dije; ayúdame a no perder tan lindo collar, ella sobresaltada se acaricio el cuello y al ver como caía el bello collar, ella lo quiso alcanzar. 
Así qué, para que no se perdiera en el fondo del mar, un iluminado rayo plateado le lanzó y los pudo de alcanzar, salvando a tan lindo collar, el cual a mi lado, el collar muy iluminado y por estrellas conformado vino a dar.

Las olas del mar se inquietaron y lo desearon acariciar, pero yo lo tuve que evitar, para que no opacaran a tan lindo collar, fabricado con polvo de estrellas y besado con rayos plateados, muy iluminados que provenían de una enorme Luna enamorada pero por mí engañada, pues no se podía enterar de que no era a ella con quien no dejaba de soñar ni de amar, pues se pudo conmigo enojar. 

Y entonces, jamas me habría despertado para volver a tu lado y asi poder volverte amar, mientras tanto yo seguía anonadado con tu linda imagen que seguía sobre la Luna dibujado en tu lindo rostro esa bella sonrisa que un día me logró enamorar, tus blancos dientes no eran más que otra constelación que tambien me trataba de atrapar. 

Pero nada de lo bello que esa noche había en el cielo te pudo de mi mente sacar, sigues sonriendo, lo haces con tanta ilusión y a la vez con emoción, pues a todo ese lindo lugar del espacio sideral lo has logrado esta noche con tu belleza opacar (eclipsar). 

Cuando los destellos de un radiante sol transformaron aquel bello lugar en color anaranjado, la Luna sintió como la doncella que ve a su padre llegar y las tímidas y coquetas estrellas que coquetearon toda la noche conmigo, tambien corrieron para no dejarse ver de quien esta por llegar. 

Las olas del mar tambien se despertaron y con riguroso movimiento hasta mi cintura se hicieron llegar y con ternura y sin censura me movieron y casi me desnudaron, yo me vine a despertar cuando el sol brillaba ya en el firmamento y mi rostro muy enojado intentaba quemar, seguro se vino a enterar de lo que por la noche estuvo aconteciendo con sus lindas hijas.

Pero me escuchó y yo le expliqué, que de quien estoy enamorado no era ninguna de sus ilusionadas niñas sino de ti, quien me esperabas enamorada en la gran ciudad, el sol bajo la intensidad y solo me calentó la piel, en ella me dejó lindo bronceado para lucirme que estuve en las playas y en ti concentrado y pensando. 

Me levanté de mi largo soñar con mi cuerpo y mente descansados y a la vez extasiados por haber soñado con quien me habré de casar.

Del señor Sol me despedí, este sonriente y ya más tranquilo me dijo; que me fuera tranquilo, que él le explicaría a la Luna de su confusión y con las otras niñas lo haría tambien y que seguro iban a sufrir y hasta mas de alguna, lloraría por la equivocación que la noche anterior les fui a dejar, pero que pronto se les habrá de pasar. 

Por ser coquetas y jóvenes que pronto se les habrá de pasar y de nuevo se van ilusionar. 
Me levante y la arena de mi espalda me sacudí, mientras lo hice vi a un cangrejo condenado y osado, quien corría para esconderse de mi mirar, pero, vaya sorpresa; condenado cangrejo. 

Entre sus filosas tenazas un lindo y brillante collar con el se quería escapar, yo el dije; alto ahí señor colorado, si no te detienes mi almuerzo hoy serás, este no vaciló y se detuvo y con sus ojos exaltados y una picara sonrisa me dijo; ¿esto es tuyo supongo?

Yo le fruncí mi ceño, él acongojado los dejo sobre la arena caer y con disimulo y sin dar su espalda, pues como cangrejo y de espaldas este corrió y se sumergió en el mar. Una ola lo pudo salvar de morir hoy asado. 

Yo  disimulado vi para el cielo, confuso no sabía que hacer, pues no era mío tan linda alhaja, la cual brillaba como si fuera el mismo Sol, este de reojo me vio y luego se volteó y con tierna voz me dijo; ese collar le pertenece a mi hogar, de acá se pudo caer, pero no te apenes te lo puedes contigo llevar.

Llévalo a tu enamorada y ponlo en su cuello, dile que es mi regalo de bodas y que lo luzca con mucho honor, su gargantilla será bendecida frente al altar, pero que tenga cuidado en su luna de miel, pues mi  linda hija mayor estará aun un poco contigo molesta por haberla engañado y no te podré ayudar, no sea y tu luna de miel se vea eclipsada, pues ya conoces como se ponen las chicas ilusionadas, defraudadas o traicionadas cuando se ven celosas de otra que el amor les logró en una noche robar.

Y además, si fue utilizada para con sus hermanas hacer un lindo collar, que ella en su boda habrá de usar y lucir, asi que amigo, ten mucho cuidado, por mi lado yo trataré de que ella lo comprenda, que en cuestiones del amor no hay linda luna, ni titilantes estrellas que los logre separar. 

Es más, ni los van apreciar y en cuanto a mí, quien sabe hasta cuando te habré de ver para que me la puedas presentar, pues esa luna de miel se prolongará hasta la eternidad, eso te cuento en secreto y te lo puedo asegurar que lo supe.

Pues aquí en el cielo lo oí a alguien susurrar, así que ve tranquilo, pues hay alguien quien te espera para empezarte a amar. 

Cogí mi collar y con él, junto a linda argolla de compromiso te vine a buscar. Al verme llegar ella me dijo muy emocionada.

Sabes una cosa mi amor, la otra noche que tu no estabas, que andabas en la playa junto al mar, yo soñé, que desde el cielo sonriendo coqueta yo te veía, que me soñabas y que del mismo cielo a tu lado, un lindo collar se cayó. ¿Lo puedes creer?

Yo la abracé y en silencio vi para el cielo y al Sol mi ojo le guiñé, por ahora es nuestro secreto, pronto lo sabrás mi amor, que no fue un lindo sueño sino una linda realidad y que nuestro amor la convirtió en verdad (realidad). 

Todo gracias a nuestro enorme y pronto eterno amor.






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