lunes, 13 de febrero de 2017

La Luna y Yo somos iguales.


Tranquilo duerme el sol, 
él sabe que lo arrulla la luna.
El cielo no teme a la oscuridad, 
lo iluminan estrellas y luna.
El lago apacigua sus aguas, 
para que en él, se contemple la luna.
Las olas son temperamentales, 
cuando se inquieta la luna.
El lobo se lamenta por un amor perdido 
y se queja con la luna.

La luna es como yo con tu amor.
Y aunque no he vuelto a saber de ti, 
le pregunto por ti cada noche.
Ella cuida de tus sueños por mí.
Le hablo y suplico 
que te arrulle cada noche a mi luna.
Ella en las alturas todo lo mira, 
la oscuridad que habita en mí, ella la ilumina 
y me cuenta que estás muy bien. 
Así es conmigo mi amiga la luna.

Los campos son verdes de día 
y tambien de noche, porque los platea la luna.
Los bosques no son tan oscuros, 
siempre se cuela entre sus ramas mi luna.
Los poblados pobres carecen de luz artificial 
y nada les importa, porque les alumbra mi amiga la luna.
Los gatos pardos ya no engañan a nadie 
con pretender ser negros, pues los descubre la luna.
Ladrón ha perdido terreno 
y mejor se duerme bajo el plata de su luz. (la luz de plata).

Mi amor es así: 
Cómo lo es la luna para la noche, 
para el sol, para el mar y para las aguas de un tranquilo lago.

Mi amor no podrás alejarlo de ti:
Cómo no pueden los bosques. 
Cómo no puede el lobo. 
Cómo no puede el gato pardo. 
Cómo cuando el ladrón mejor duerme. 

Ella nos cuida entre tanta titilante luz, 
pero se acongoja, cuando una estrella fugaz 
se le aleja sin lograr detenerla. 
Así me pasó contigo, 
por eso me parezco tanto con mi amiga la luna.

Tranquilo duerme el sol, pues tiene que madrugar. 
Dolor en el pecho tiene el lobo que aulla, 
pero él encuentra esa paz con su luz. 
Paz en los campos verdes, 
con ese brillo que le llega del cielo.

En eso no nos parecemos con mi amiga la luna, 
pues yo no duermo, me duele el pecho y no siento alivio. 

Y en mi cama no hay paz, 
pues nunca duermo tranquilo...
Desde que te has ido de mí. 
Desde que no se nada de ti. 
Desde que no volví a ver tu rostro y figura.

Sufro como sufre el lobo, 
pensando si me has olvidado.
Mis ojos se asemejan a las olas del mar, 
cada momento que pienso en ti.
Aunque quiera fingir como el gato pardo, 
pretendiendo ser otro, pero no lo logro.

Envidió el sueño del sol, 
la paz del bosque y la tranquilidad del lago.
Envidió que los bosques reciban algo de su luz, 
mientras nada sé yo de ti.
Envidio al inmenso cielo oscuro, 
pues él tiene quien lo ilumine y extinga su oscuridad.
La mía nadie la puede alejar 
y cada noche muero de frío sin ti.

SergioRaga 
13/2/17


La luna y yo somos iguales. 

Tranquilo duerme el sol, él sabe que lo arrulla la luna. El cielo no teme a la oscuridad, lo iluminan las  estrellas y la luna. El lago apacigua sus aguas, para que en él se contemple la luna. Las olas son temperamentales cuando se inquieta la luna. El lobo se lamenta por un amor perdido y se queja con la luna; la luna es como yo con tu amor. Y aunque no he vuelto a saber de ti, le pregunto por ti cada noche. Ella cuida de tus sueños por mí. Le hablo y suplico a la luna que te arrulle cada noche por mí. Ella en las alturas todo lo mira, la oscuridad que habita en mí ella la ilumina y me cuenta que estás muy bien. Así es conmigo mi amiga la luna. Los campos son verdes de día y tambien de noche pero los platea la luna. Los bosques no son tan oscuros, siempre se cuela entre sus ramas mi luna. Los poblados pobres carecen de luz artificial y nada les importa porque les alumbra mi amiga la luna. Los gatos pardos ya no engañan a nadie con pretender ser negros, pues los descubre la luna. El ladrón ha perdido terreno y mejor se duerme bajo el plata de su luz. Mi amor es así: Como lo es la luna para la noche, para el sol, para el mar y para las aguas de un tranquilo lago. Mi amor no podrás alejarlo de ti: Como no pueden los bosques. Como no puede el lobo. 
Como no puede el gato pardo.  Como cuando el ladrón mejor se duerme. Ella nos cuida entre tanta titilante luz, pero se acongoja, cuando una estrella fugaz se le aleja sin lograr detenerla. Así me pasó contigo, por eso me parezco tanto con mi amiga la luna.
Tranquilo duerme el sol, pues tiene que madrugar. Dolor en el pecho tiene el lobo al aullar, pero él encuentra esa paz con su luz. Paz hay en los campos verdes con ese brillo que le llega del cielo. En eso no nos parecemos con mi amiga la luna pues yo no duermo, me duele el pecho y no siento alivio una noche sin tu amor. Y en mi cama no hay paz pues nunca duermo tranquilo desde que te has ido de mi lado, desde que no se nada de ti, desde que no volví a ver tu rostro y figura. Sufro como sufre el lobo pensando si me has olvidado.
Mis ojos se asemejan a las olas del mar a cada momento que pienso en ti, aunque quiera fingir como el gato pardo pretendiendo ser otro, pero no lo logro. Envidio el sueño del sol, la paz del bosque y la tranquilidad del lago. Envidio que los bosques reciban algo de su luz, 
mientras nada sé yo de ti. Envidio al inmenso cielo oscuro, pues él tiene quien lo ilumine y extinga su oscuridad la mía nadie la puede alejar y cada noche muero de frío sin ti.

SergioRaga
6/6/23


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