Porque te quiero a ti.

Porque te quiero. 
Me niego a abrir mi corazón a otro que hoy me quiere amar.
Tu recuerdo me llena, tu nombre resuena en mi mente, aunque estés lejos. 
Tu amor me enchina toda mi piel, porque te quiero solo a ti.

Porque te quiero.
Mi piel no se enciende al roce de otros dedos.
Mi alma se niega a recibir otras caricias que no sean las tuyas.
Mis ojos no me dejan ver lo bello de otras caras, el color más rosado en una flor.
Mis oídos no escucharon otra melodía que fuera nuestra canción.

Porque te quiero.
Te quiero solo a ti, mis días no tuvieron de nuevo un sol radiante.
Mis noches carecen de luna llena y estrellas fugaces, hoy es solo un manto negro. 
Las flores no tienen aroma, se me ha negado todas las maravillas que un día viví junto a ti.

Porque te quiero a ti.
Te quiero y te quiero mi amor, eres como fruta madura y dulce. 
Mis cielos jamás serán azules, ni celestes, ni tendrán una sola nube blanca
y en él no veré un ave volar.

Porque te quiero. 
Mis labios desiertos son, suelos áridos y agrietados, 
lugar donde nunca nacerá una nueva planta, ni una bella flor.
Los océanos ya no se confunden con el cielo por estar contaminados,
así tengo el alma y a mi corazón, se ven tan distintos, ya no los confundo,
ni entre ellos se funden.

Porque te quiero. 
Mi camino se hace mucho más largo y en él me pierdo,
no me acompaña ni mi sombra, pues el sol ya no me alumbra, ni me da calor.

Porque te quiero.
Pareciera que nada tiene sentido sin ti, porque aun te quiero y te espero.