viernes, 17 de febrero de 2017

Un día muy especial sobre el periférico


El Ruletero (Pecero, autobús, micro-bus) viajaba a alta velocidad por el periférico, en su auto estéreo sonaba un cassette con música del Inglés Phil Collins. Yo, viajaba recostado por uno de los cristales con mi vista perdida en una tarde gris, del otro lado de la ventanilla las gotas de agua se agarraban para no ser llevadas por el viento. Cuando salí de mi casa, era una linda tarde, cielo celeste con un lindo y cálido sol, pero para ahora, el cielo era gris y de él se desprendían frías gotas de agua. 
El chófer le dio encendido a sus parabrisas, colocó el interruptor en intermitentes, pues era una suave llovizna, luego de que terminara la melodía que veníamos escuchando, se escuchó por los parlantes un éxito del mismo cantante y el inspirado e intrépido conductor, le subió el volumen al estéreo, algo que molestó a un grupo del selecto pasaje.

__ Oiga joven, ¡bajele volumen! ¿acaso esta sordo?

El chófer, simplemente lo ignoró, no sin antes dar un vistazo por el retrovisor con el ceño fruncido, como indicando que el auto era de él y en él, se hacía lo que él deseaba, que si no le gustaba que se bajara o comprara su propio auto. Esto dijo, con una simple mirada. 
Pero adentro del micro bus, tambien iban otros que apreciaban de la buena música y apoyaron a quien de él dependía nuestras vidas.

__ ¡No le hagas caso al ruco, mejor subile! ¡Woo! 

Eran un par de adolescentes, que iban a sextear y si para quien protestó, no era suficiente el volumen del estéreo, se les sumó las desafinadas voces de ambos. Quien conducía de nuevo miró por el retrovisor, esta vez su mirada se dirigió para quienes desafinaban y arruinaban a la linda canción, pero justo con su ceño otra vez fruncido, esta vez esbozo una sonrisa, no para aprobar su desafortunada intervención musical, sino para agradecer el apoyo que ambos le daban, pues el que ellos cantaran a todo pulmón como si estuvieran en el baño de sus casas, era para él, como una merecida protesta para las generaciones pasadas. 
A esto, yo seguía con mi mirada perdida en el cristal, en mi mente, imágenes se hacían presentes, en ella me veía actuando frente a una linda chica, la cual, cambiaba de rostro y cuerpo a cada instante, pues de ella, mi cita, solo le conocía la voz, en ella me basaba para imaginar como sería a quien aun no conocía. Se trataba de mi primera cita a ciegas, en mi mente repasaba el dialogo idóneo para ese encuentro, eso me llevaba ausente de lo que sucedía en el micro bus.

Sin embargo, no dejaba de sentir un vacío en mi estómago y luego mis pulsaciones se elevaban por la emoción, pues esperaba que la chica fuera una de las que por mi mente desfilaban o que al menos fuera adoc para lo que su voz me indicaba, pensaba, si era como su voz, me anotaría un diez. 

De pronto, otro respetable pasajero elevo su voz y con ella su protesta en contra de quien seguía conduciendo como si fuera a recibir herencia millonaria.

__ ¡Chófer imprudente, no vaya tan rápido que nos va a matar a todos!

El conductor tambien ignoró a la señora que de en medio del automotor levantó su voz, pues, quien no sabe como conducían estos señores en aquellos tiempos cuando no había hora pico, cuando las vías eran expeditas, cuando no habían atrancones, cuando salías de tu casa con una hora calculada y exactamente era la justa para llegar a tu destino, cuando ir al centro de la ciudad, por lo menos en mi caso, no excedía de veinte minutos. 
El joven, quien conducía, de nuevo elevó su mirada hacía el retrovisor y con un gesto asesino, buscó a la inconforme sin tener éxito, pues quien gritó pidiendo piedad por su seguridad, al notar ese rostro tan malvado se ocultó entre quienes la rodeaban, ella vio disimuladamente para otro lado y no dijo más nada, total, quien podría detener a quien conducía, si no lo lograban las multas emitidas en su contra por alta velocidad, mucho menos lo haría ella.
Los parabrisas seguían en su hipnotizante movimiento, esto relajaba a quien conducía, pues iba tan concentrado en el volante y en sus labios imitaba al Collins. 
Mientras conducía por el carril de máxima velocidad a sus oídos le llegó otro grito, de otro aparroquian, este gritó.

__ ¡En la parada por favor!

El ayudante replicó la orden del pasajero, como si no se hubiera escuchado quien gritó.

__ ¡Parada bajan!

El chófer, esta vez miro de nuevo al respetable, su cara era una de las que te sacan la madre, pues había logrado meterse al carril de máxima velocidad y ahora debería de regresar al de mínima para poder lograr la parada próxima por la cual, el pasajero había gritado. Quien pidió detuviera el autobús, ni cuenta se dio de que su respetable madrecita había salido a escena en la mente del conductor, pero más sin embargo, en su rostro se noto que se la sacó.

__ Pasaje en mano por favor.

Le dijo el ayudante a quien ya venía levantando a otros para llegar a la puerta y mentalmente se preparaba para bajarse al pedalazo pues, ya conocía como eran estos al volante, pareciera que llevaban un sensor y el cual se activará al nomas colocar un pie en la acera, entonces, este salía rechinando ruedas de nuevo hacía la cinta asfáltica.

El conductor logró lo que creyó imposible y se detuvo en la parada solicitada, el ayudante recibió la moneda y le dio el vuelto a quien se bajó con el auto aun en movimiento, este de inmediato corrió a cubrirse por debajo de una pasarela, pues la lluvia ya era un poco más insistente que hace unos minutos, el conductor de una se re ubicó en el carril de velocidad media y observó al resto del pasaje y recostado en uno de los cristales me logró ver. Ahí iba yo, con mis contracciones estomacales y mis fantasías en la mente, recordando las frases que usaría un actor en las mismas circunstancias mías, eso me daba ánimo, me ilusionaba; la chica con la que yo me veía en mis pensamientos, era una modelo, una actriz de Hollywood, una protagonista de telenovelas y yo, claro, todo un galanaso, quien dejaba boquiabierta a la chica con la que en breve estaría conociéndola. Seguramente que ella tambien viajaba en otro micro bus, por algún otro punto de la enorme ciudad, ella iría viéndose en el espejo de su polvera a cada cinco minutos o menos, para impresionar a quien ella imaginaba el ganador del Óscar, el actor, quien la tenía babeando en la telenovela de su predilección, -pobre ingenua, jejeje-.

__ ¡Sordo! 

Gritó de nuevo el señor, quien ya no soportaba el volumen tan alto, más sin embargo, la señora agregó.

__ Y ¡asesino!
__ ¡Bajele volumen!... ¡Baje la velocidad que nos va a matar!

Ambos gritaron al unisono, solo que cada quien gritaba por lo que le venía incomodando. El chofer de nuevo vio por el retrovisor, pero esta vez su rostro estaba relajado y en su cara, la satisfacción de tener el poder y control en sus manos.

__ No les hagas caso mano, subile a los dos. ¡Más volumen! -dijo uno-. ¡Más velocidad! -agregó el otro-. 

Esto le sacó a más de uno, una sonora carcajada, incluyendo a quien iba recostado en la puerta contando lo del pasaje y separando los billetes por denominaciones, separando monedas por lo mismo.

Entonces, quienes protestaban se apoyaron entre ellos y dió inicio una conversación muy habitual adentro de aquellos transportes; el que conducía, ahora a más velocidad y quien le topó el volumen a su estéreo, observó a todo el pasaje, vio al par de señores que se unieron para sacarle la madre a quien serpenteaba por el periférico a elevada velocidad ya muy cerca de la entrada a la ciudad, tambien observó a uno que venía hasta babeando, recostado de su a vecino, quien tuvo que hacerle ganas, pues nada despertaba al pobre, quien seguramente el arduo y honrado trabajo lo llevaba con un tremendo cansancio; por otro lado, vio a una pareja intercambiando saliva e introduciéndose la lengua hasta la campanilla y las amígdalas, pues ya no se podía más a dentro; una fila más atrás, un chico cantineándose a una linda chava, la cual se hacía la dificil, pero bien que se le notaba que el chico no le era tan indiferente y justo, hasta la fila última, el par de adolescentes, quienes seguían chingando, cantando y gritando a cada que iniciaba un nuevo éxito por los parlantes, estos coreaban a todo pulmón esa nueva canción, también venían otros a los que les valía madre lo que pasara adentro del micro bus; por otro lado, otro par que no han dejado de hablar desde que se subieron al micro bus, se sentaron uno al lado del otro y la tertulia dio inicio y esta, no se detendrá hasta que se bajen de micro bus; por otro lugar, el que desea estar informado del acontecer diario y que va ausente de su entorno, leyendo el periódico y entre todos, seguía yo con mi telenovela, en la cual, mi chica, mi cita a ciegas y yo, eramos los protagonistas y para esto, esta ya iba en el último capitulo en mi mente, cuando ambos se dan el interminable beso, uno que se mantiene hasta que aparecen las letras del fin. 
Todos y cada uno en sus rollos, hasta que fuimos interrumpidos por el ayudante.

__ ¡Sus pasaje por favor, mejor si traen sencillo!

Todos nos movimos para extraer la moneda y efectuar nuestro pago, era obvio que pronto llegaríamos a nuestro destino. Así fue, y mientras el conductor llegaba a la estación de los microbuseros, algunos iban solicitando la parada y se bajaban, Algunos daban las gracias, otros solamente bajaban en silencio, no así, quienes protestaron durante todo el viaje, estos cuando se bajaron y mientras caminaban por la escalera del auto le sacaron la madre a un desinteresado chofer, quien solamente se sonrió con su ayudante, mientras estos dos le saludaban a su madre. Por fin escuché.

__ ¡Servidos señores!

Me bajé, la llovizna no se detenía, abroche mi chumpa y entre la tarde gris, la lluvia y el mundo de personas, me perdí con rumbo hacia mi destino, con la ilusión de encontrarme con una bella mujer, deseando no llevarme una sorpresa, como suele suceder con las citas a ciegas; tambien, rogando a Dios, que si ella era una hermosura de mujer, como me la imaginaba, ella tambien viera en mí a quien ella deseaba en sus sueños más íntimos. 
Atrás de mí, solo se escuchaba gritar al ayudante de quien me llevó a la gran ciudad...

__ ¡Periférico!





  

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