miércoles, 29 de marzo de 2017

Definitivamente estoy enamorado de ti


Esculcando cajas viejas en el desván, me encontré con el más grande de mis tesoros, uno, el cual se perdió en el tiempo de mi memoria, al verlos, una sonrisa me invadió, me llenó de emoción. Poder ver de nuevo cómo lucíamos en ese pasado que ahora se agolpaba en mis sienes. Mis padres, hermanos, hijos, mascotas, ver mi rostro aun joven y lo más importante, verte a ti. 

Los cogí, cómo aquel que en un instante se a convertido en un millonario más, los atesoré contra mi pecho, deje de buscar lo que me llevó ahí, es más, ni me recordaba a que llegué al desván. 
Con mucho cuidado los desempolvé, mi sonrisa ahora era mayor y mi corazón no se diga, se me salía por cada poro de mi piel. Llegué al estudio, pero me di cuenta de que no podía verlos por estar en formato VHS, los coloqué con mucho cuidado sobre la mesa de centro y regresé al desván, con desesperación busque mi vieja videograbadora, esperando que aun funcionara. Luego de varios minutos de angustia, la encontré, procedí a limpiarla y con ella, de nuevo a mi estudio regresé, la conecté a la corriente y un gran alivio sentí, al ver que prendió, ahora mi problema era conseguir los cables para conectarla a mi moderno televisor. Con mucha ansiedad se los desconecté a un videojuego y se los coloqué al viejo aparato, una reliquia ya. 
Coloqué al televisor en la operación de juegos y la imagen apareció en azul, cogí uno de los VHS y lo introduje. 
Fueron unos segundos de agónica espera, mientras este hacía toda la secuencia y su escandaloso sonido, por fin, aparecieron unas líneas sobre la imagen, pero no me importó, pues se lograban ver las imágenes y el sonido era claro; me acomodé para recordar y viajar en el tiempo a través de esas imágenes. 
Pasaron unos minutos y apareciste. Al verte, le puse pausa y me quede por largos minutos observándote, para después de recrear mi pupila con tu bella carita fija sobre mi televisor de 50 pulgadas; estabas sonriendo, muy joven, cuando aun eramos novios, no me cansaba de observarte y a mi mente, venían tantos recuerdos hermosos, unos ya hasta los había olvidado, no me pude contener y sonreía, al tiempo tambien por mis mejías rodaron algunas lágrimas, pues me di cuenta, después de tanto tiempo, que...

Definitivamente estoy enamorado de ti.
Definitivamente elegí a la mejor entre las mejores.
Lo digo sinceramente, sin miedos y de mí, se escapa un lindo
y sincero: Te quiero.
Quisiera meterme en esa pantalla y regresar a aquel momento,
de prisa y sin miedos, para, frente a frente decirte cuanto te quiero.
Los que un día te dije y los que me guardé, por cobarde o macho.
Suavemente mis labios recorrieron imaginariamente
tu fresco y lindo rostro, hasta encontrarme con tu boca
la cual, besé como nunca antes jamás lo hice.
Definitivamente estoy enamorado de ti.
Y lo digo, sin miedo, suavemente, lentamente, como retrocediendo
en el tiempo. Sintiendo sobre mi piel cada caricia de amor.
Entregarme de nuevo a ti, poder sentir cada caricia de tu piel.
Definitivamente, sigo enamorado de ti.
Definitivamente, eres la mejor elección en mí.
Definitivamente, no me arrepentiré de entregarte mi cielo.
Definitivamente, nunca dejaré de agradecer al cielo.
Definitivamente, sin duda, que Dios escuchó mis ruegos.
Definitivamente, se lo pedí así, suavemente y lentamente,
para que mi plegaria fuera escuchada. 
Y hoy, cómo hace años te digo: Gracias mi Dios.

Ya no pude poner play para seguir viendo otras joyas impresas en esa cinta magnética, ni siquiera parpadee, para no perder detalle, le di rienda suelta a mi imaginación, creo que solamente repetía, te amo.

En eso entraste y al verme completamente privado, como en otro lugar. Sin hacer ruido, te acercaste a mí, te sentaste a mi lado y muy quedito me preguntaste.

_¿Qué haces? ¿Qué es eso? ¿Soy yo?

Nada respondí, pues no deseaba perder tan bello momento de nuestro pasado, deseaba quemar mi retina con tan bella imagen, no sé lo que ella veía en mí, pero comprendió que debía de quedarse callada. Solamente se acurrucó y se metió entre mis brazos, ambos abrazados recorrimos por medio de nuestra mente, aquellos lindos recuerdos, viajamos por cada instante, por cada momento, lo disfrutamos; hasta que nos quedamos dormidos.

Luego, otro día, vimos en familia aquellas joyas; reímos, lloramos, en él habían personas que ahora al igual que nosotros, el tiempo había hecho sus estragos y tambien otros que ya no estaban entre nosotros. Fue bello verlos, recordarlos, pues, nunca los hemos olvidado.

Unos días después de todo esto, regresé a mi hogar, al entrar solo Waldo me recibió, era obvio que la casa estaba vacía, saludé a mi peludo amigo y este, luego de saludarme con tanta emoción cómo si recien regresara de un largo viaje, salió corriendo hacia mi estudio, eso llamó mi atención, que me dirigí hacia él, a través de la puerta entre abierta te vi, estabas como yo hace unos días, suavemente, lentamente, empujé la puerta y sobre la enorme pantalla, un rostro, el cual la tenía perdida en el tiempo y en su mente, observé la imagen que la tenía viajando por el tiempo, me sonreí, pues era yo, con casi veinte años menos o más, la verdad no lo sé, pero que me veía bien, eso ni dudarlo. Lentamente y suavemente me acerqué hasta donde ella estaba esperando por mí, abrió sus brazos y me perdí entre ellos. 

Ambos hicimos de nuevo un largo viaje a través del tiempo, solo que esta vez quien conducía la nave era ella. 



No hay comentarios.:

Publicar un comentario