sábado, 18 de marzo de 2017

Será, Será. Qué Sara.


Será, será que nunca alejaré de tus ojos esas lágrimas, peligro y tristeza hay en tu mirada, no te quieres dar cuenta que te he venido a salvar. 

_Sara, confía en mi amor. 

Conozco muy bien tu historial de amor, sé que muchos te han hecho soñar y que tus sueños los han convertido en horrendas pesadillas. 
Créeme que como tú un día alguien así me dejó, miedo sentí, de encontrar otra malvada, pero llegaste tú a mi vida y con esa triste expresión en tus lindos ojos, tempestad y tormenta eléctrica que ahora ellos tienen. 
Yo como experto meteorólogo en tempestades de amor que soy, te augurio que pronto te llegará la primavera y de los colores podrás de nuevo disfrutar. 

_¿Será, será qué me creerás? 

Espero de corazón que sí, Sara debes en mí confiar, de no ser así, el peligro y la tristeza siempre te acompañaran y esa tormenta nunca apaciguará, la primavera a ti jamás volverá.

Será, será Sara, qué eso es lo que deseas, que no deseas ser rescatada de tu actual estado, de tu actual tempestad, triste estoy de pensar que sea así, que no confíes nunca en nadie, será que así continuarás. 
A tu dolor me uniré, para hacer de esa tristeza un oasis dispuesto a recibirte cuando quieras descansar y necesites un rayo de sol para luego continuar. 
No olvides que soy quien te quiere amar, Sara, en alguien debes de volver a confiar, dificil sé que será Sara. 

_Toma mi mano y permítete un respiro en tu triste vida. Maldito el que te heredo tanta soledad. 

Será que mi linda Sara no me dará nunca una oportunidad. Sara a mis ojos comienzan a llegar negras nubes, cargadas con otra tormenta, igual o pero que la tuya. 
Sara, mira a mis ojos, que por hoy en ellos verás una paz, la cual contigo quiero compartir. Que esperemos juntos los primeros rayos de sol. 
Que juntos veamos como los campos reverdecen, las flores florecen, los árboles frutales, frutas nos den, las aves con su trinar nos han de arrullar, los cielos azules de nuevo serán. 
Y en el horizonte, cómo signo de que la tempestad en ti llegó a su final, veremos juntos un arco iris. 

_Sara, ¿vez lo que te digo?, di que sí, sonríe y seca tus lágrimas. 

Quiero ver que en tus ojos ya no llueve más, en ellos, ni una llovizna más, que en ellos, ya empiezan a llegar los primeros rayos del sol, que el verde de los prados nacen, de entre ellos las rosas florecen y a todo lo invaden de aromas y colores. Y que el arco iris, tiene colores muy fuertes. 
Será, será Sara, que por fin dejarás de sufrir, será, será Sara, que por mí podrás por fin confiar, será, será Sara, que en mí encontrarás de nuevo la ilusión que otro te despojó y que en mis brazos encontrarás la fe y la confianza para volver a amar.

Será, será, que todo será un triste recuerdo, una experiencia que la vida nos da, y una nueva oportunidad para confiar de nuevo en el amor nos da. 

Sara, mi bella chica de ojos con tormenta eléctrica, deja ya de llorar, ven, acércate, que quiero besarte y con mil besos hidratar a tu maltrecho corazón. Bebe de mí, cada agota de amor que te habrá de hidratar de amor y con ellos empezaras de nuevo a confiar. 

_¿Sara, ya te sientes mejor, mi amor? 
_¿Será qué con lo que me ofreces, la tormenta de mí se alejará?
_Claro que sí, mi linda Sara. Así será ya lo verás. Toma mi mano y camina a mi lado.
_Tengo miedo de que me vuelvan a fallar, que me vuelvan a engañar.
_No temas Sara, eso solo lo haría alguien que jamás ha tenido tormentas eléctricas en su corazón.
_Recuerda qué yo fui uno que estuvo en medio de una tormenta igual a la tuya y sin saberlo, fuiste tú, Sara, quien me vino a salvar.
_¿Dices qué fui yo quien te salvó? Pero, ¿cómo puede ser eso verdad?
_No dudes Sara, solo confía y entrega todas tus dudas en el amor que te estoy ofreciendo.
_Será, será, ¿no pensarás más tarde volverte un tornado? 
_Sí Sara, eso seré, un tornado que contigo acabará, pero tornado de amor eso seré para ti y contigo acabaré, pero de enamorarte y serás; Sara la mujer más feliz, la que jamás pensaste, pues la experiencia la tengo yo, no te voy a defraudar, solo déjate llevar, el oasis que te ofrecí y nos espera, ahí nunca llueve, ahí solo brilla el sol y el calor que recibirás Sara, será el calor del amor que en mis brazos hallarás.
_¿Será Será?
_Sara, te amo, no temas y entrégate ya.

Entraron en el oasis del amor, donde realmente brillaba el sol, y Sara sintió los primeros rayos cálidos del sol del amor. A sus sentidos, llegaron mil colores y olores, tambien los rayos y centellas de su tormenta, por bella música se cambiaron. 

Se sentaron sobre una grama verde, suave y húmeda, juntos vieron a las aves volar con rumbo hacia el arco iris de amor que él le ofreció. 
Y en los ojos de Sara y del chico, nunca otra tempestad les amenazó, pues, ahí nunca llueve. Sí llovizna, pero solo son gotas de amor. 
Sara se olvidó de la tormenta que por un tiempo en ella le inundó con dudas y dolor a su corazón. Ahora Sara es de nuevo feliz.

Será, será qué como Sara, habrá otra chica por ahí sufriendo con una tremenda tempestad, inundando de dudas y desamor a su pobre corazón. 
Pronto te llegará un meteorólogo, experto en predecir el tiempo del amor y te vaticinará un oasis de amor, con lugares coloridos, aves que trinan y vuelan hacia un arco iris de amor. 
Uno que en su final, tiene un cofre lleno de felicidad y de un verdadero amor.




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