lunes, 3 de abril de 2017

Johnny y el Extraterrestre.


_Levanten la tienda de campaña, porque en poco va a oscurecer, Johnny y yo iremos en busca de madera seca para hacer la hoguera.

Les ordenó el padre a sus hijos y esposa, mientras se llevaba al más chico de sus hijos con él, Johnny, un niño de solo siete años, el infante corrió por delante de su orgulloso padre, este caminaba por detrás del niño con una sonrisa de satisfacción, en el cielo empezaban a aparecer algunas madrugadoras estrellas, pues el cielo aun estaba claro.

_Con cuidado Johnny, podrías tropezar o encontrarte con una serpiente u otro animal salvaje.

Le gritó el padre a su infante, quien corría con emoción por delante de él, este corría sin buscar a lo que los llevó al padre e hijo a internarse en el bosque.

_Johnny, aquí hay suficiente leña seca, ven y me ayudas.

Gritó el padre al niño quien no escuchó -cómo suele suceder con los infantes de esa edad, que les gana la emoción_.

El padre de Johnny recogía la leña, creyendo que Johnny hacía lo mismo a su lado o a algunos pocos metros separado de él; empero, el niño seguía corriendo sin darse cuenta de que su padre ya no lo acompañaba, este siguió con su entusiasmo siempre hacía adelante, sin medir las consecuencias, pues para ahora, el niño se encontraba claramente perdido. 
Este sin darse cuenta, había llegado a un lugar en el cual no había llegado la noche, esto hizo que al niño no le cogiera el miedo, pues por donde el padre se encontraba recogiendo la leña ya había oscurecido; el cielo era un manto inmenso, el cual no parecía tener final, sobre él, cómo bordadas, millones de estrellas que observaban al planeta, pálidas y cómo sumergidas en una eterna decepción, de ver al bello planeta más azul que ellas, muriendo cada día a una velocidad, tal cual, la única que ellas conocían, la velocidad de la luz.  

El chico, quien no se detenía, seguía en su caminar, el cual era una carrera con emoción en su rostro de niño. Pero unos metros más adelante, este se detuvo de golpe y cuando digo de golpe, lo digo literalmente, pues cuando sintió, chocó contra algo que sus ojos no pudieron ver, cayó al suelo conmocionado y sin sentido. 
Hubo pasado pocos minutos, cuando el chico estaba en sí, algo que bajo circunstancias normales, hubo que llevar al chico de emergencia a un hospital cercano con grave conmoción y enorme herida en su frente, cicatriz que habría dejado varios puntos. Pero quienes lo sintieron golpear su nave, de inmediato lo atendieron y lo estabilizaron, este al estar en su sano juicio preguntó.

_¿En dónde estoy? ¿Y mi padre? ¿Qué me pasó? ¿Quiénes son ustedes?
_No te alarmes niño. Calma. ¿Cuál es tu nombre?
_Me llamo Johnny.
_Ok Johnny. Tranquilo, te has dado un tremendo golpe en la cabeza con nuestra nave. 

Dijo uno de los hombres, mientras que otro, daba la orden de que detuviera el tiempo a unos metros alrededor de donde se encontraban, pues, seguro habían otros con el chico.

_¿Cuál nave? Yo no veo ninguna. Esperen. ¿Ustedes son extraterrestres? ¡Wao! ¿Dónde esta la nave quiero conocerla, por qué no la veo?
_Tranquilo, te la mostraré, no la puedes ver porque esta camuflada, nadie nos puede ver, por razones de seguridad. ¿Entiendes verdad?
_Pero... No son verdes, no son cabezones, no parecen ET,s. Ustedes no lo son, claro es una broma.
_Jajaja. ¿Quién te dijo que éramos así? Claro que no somos así, somos como ustedes.
_Pero... En las tiras cómicas y en las películas, ustedes son raros y malos.
_Bueno, pero puedes ver que eso no es cierto. Somos la imaginación de alguien que sabe que existimos, pero que nunca nos han logrado ver, más de alguna nave exploradora por algunas pocas veces.
_Ok, pero no te creo, no hasta no ver la nave.
_Esta bien. Pero antes ¿cómo te sientes?
_Me siento my bien.
_Entonces, te has ganado el derecho de conocer una de nuestras naves.
_Wao! ¿En serio?
_Sígueme Johnny.

El hombre del espacio condujo al niño tomado de la mano, para evitar no se diera otro golpe, mientras que Johnny caminaba con rumbo hacía la nave, conducido por el hombre, ante los ojos del infante iban apareciendo imágenes que eran de la nave extraterrestre, Johnny no cabía de emoción; al estar a bordo de la nave, adentro de ella, otros hombres, los cuales lo ignoraron por completo, pues lo que hacían les tomaba toda su atención, estaban concentrados en sus tareas. 
El niño escuchó cuando uno de los hombres a bordo habló con otro que se encontraba en algún lugar del bosque, este era observado a través de una enorme pantalla. 
La curiosidad de Johnny le obligó a preguntar que sucedía, por qué estaban en la tierra, de que planeta eran.

_¿Son marcianos, de qué planeta son, qué hacen aquí, vienen a conquistar la tierra, acabarán con nosotros?
_Jajajaja. No. Claro que no. Johnny, nosotros no somos de ningún otro planeta, somos de la tierra, solo que de otra época en el tiempo futuro, hemos logrado viajar en el tiempo, pero solo hacía el pasado, nunca hacía el futuro, eso no lo hemos logrado y quien sabe que lo logremos.
_Wao! y, ¿a qué vienen a la tierra, si ustedes son de la tierra? ¿Por qué regresar al pasado? 
_Eres muy inteligente para ser un chico. Lo que sucede Johnny, es que en el futuro aun tenemos problemas con enfermedades de esta época y otras mucho más horribles. Somos científicos en busca de organismos y animales que en nuestra época ya no existen, por haber sido extinguidos en esta época, por habernos heredado un planeta futuro casi moribundo, por tanta contaminación y otras cosas que seguro no comprenderías, por eso, regresamos mucho a diferentes tiempos en el tiempo de nuestro planeta azul, para encontrar lo que en el futuro el hombre ya terminó con él, plantas, animales y tantas otras cosas más, que tú no conociste y otras que seguro no conocerás; para cuando seas adulto ya no estarán en el planeta.

Johnny no prestó mucha atención a la explicación del hombre del espacio, pues, estaba completamente anonadado con la nave.


_¿Puedo oprimir algún botón?
_No Johnny, esto no es un juego. Pero si te permitiré veas algo, ven por aquí.

Invitó a Johnny a un apartado, donde le dijo a Johnny que halara una palanca y luego que oprimiera un botón. Cuando Johnny hizo la secuencia sugerida por quien le daba el tour sobre la nada, se encendió una pantalla, donde aparecieron sus hermanos y madre levantando la tienda de acampar y tambien su padre, recogiendo trozos de madera. Johnny dijo muy intrigado.

_¿Aún no levantan la tienda y mi padre sigue con la madera?
_Y así estarán hasta que tú vuelvas y nosotros nos hallamos ido Johnny, pues, para ellos el tiempo se detuvo en el momento en que se dio la orden para que nadie nos encuentre accidentalmente como lo hiciste tú. Creímos estábamos solos, que bien que chocaste con nuestra nave. 
_Ah, ya entiendo, jajajaja. Se ven muy chistosos. ¿Puedo ir a dar una vuelta con ustedes, me llevarías al futuro?
_Me temo que eso no será posible, tus padres se afligirían si no te encuentran, no sería bueno para ninguno.
_Pero los podrías dejar así hasta que vuelva.
_No Johnny, solo podemos llevar de esta época lo que necesitamos en el futuro, nada más.
_Entiendo. -Dijo un Johnny muy desilusionado_.
_Entonces, ¿qué pasará conmigo cuando te vayas?
_Para cuando nos vayamos, tú habrás olvidado todo Johnny, lo siento, pero son las reglas.
_No te preocupes, lo entiendo.

Pasaron un buen tiempo, hasta que fueron interrumpidos por otro hombre, quien le informó a quien atendía al niño, que la misión había sido todo un éxito.

_Gracias teniente.
_Bueno Johnny, es hora de decir adiós.
_¿Crees que nos veremos otro día?
_No sé, puede ser, solo si sucediera otro accidente como el de hoy. Pero casi estoy seguro que no sucederá Johnny, pocas veces a sucedido.
_Una última cosa. -Dijo Johnny_ ¿hay entre nosotros extraterrestres?
_Cómo ya dije, eres un niño muy inteligente Johnny. Ya sabes, nada es perfecto, asi cómo tú nos encontraste y ahora estás adentro de nuestra nave, hay informes secretos de desertores y ellos, seguro están entre ustedes, nunca hemos logrado dar con ellos. Ya sabes lo que les espera si los encontramos. Pero, se han adaptado entre ustedes. ¿Te digo un secreto?
_Uno que seguro olvidaré cuando se vayan. -Reclamó con sarcasmo el niño_.
_Jajaja. -Rió el hombre mientras le revolvía los cabellos rubios al niño_.
_Seguramente Johnny. Espero que esos desertores sean felices. Pues cómo te dije, en el futuro hay muchos problemas causados por ustedes y nuestros antepasados.
_Bueno Johnny, debemos regresar, para salvar muchas vidas y tambien al planeta. Hay mucho por hacer en el futuro.
_¿Es el adiós?
_Me temo que sí.

El hombre bajó de la nave al niño y lo condujo hasta donde se encontraba el padre recogiendo la madera.

_Adiós amiguito. Mucha suerte.
_Adiós Capitán. Gracias, espero que salven el futuro de la Tierra. Y, si un día piensas desertar, mi casa es tu casa, espero verte.
_Gracias amiguito, si lo hago te buscaré. Adiós.

Se dieron amigablemente la mano, luego, Johnny lo abrazó, cómo si se despidiera de un familiar muy querido por él. El hombre del espacio sintió algo extraño tambien por el niño, justo lo que Johnny sintió, para el niño esto fue normal, no así, para el hombre del futuro, quien imaginó... Quien sabe qué...





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