lunes, 15 de mayo de 2017

La Herencia Divina


Hubo una vez un cuento que decía: Al crear Dios al hombre y ver que era bueno, pensó en entregarle un enorme poder, uno tan grande, como el del mismo Creador; pero Este, cambio de parecer decepcionado de su máxima creación, al darse cuenta de que no era alguien de fiar, pero aun así en su misericordia y enrome sabiduría, dijo: Pero no todos son y serán come el que hoy me decepciona. Entonces, concluyó, se lo daré, pero no deseo que todos lo posean... 

Ya sé, se lo esconderé y así, serán unos pocos los que lo disfruten una vez lo encuentren. 
Pero ¿dónde lo escondo?... 
Lo esconderé en el cielo -Pensó-. No, pues un día aprenderá a volar y lo encontrarán. 
Mmmm, veamos... 
Sí, lo esconderé en el fondo de los océanos. -Siguió pensando-. No, pues, seguro si aprenderá a volar, también aprenderá a nadar y a bucear, tal cual un pez. 
Así continuó pensando y cada que decidía un lugar, Él que todo lo sabía y veía, se daba cuenta de que un día lo encontraría. 

Después de pensar y repensar, concluyó y encontró el lugar perfecto, lugar en donde el hombre jamás buscaría y los que lo harían, serían justo los que Él deseaba así fuere. 
Entonces, Dios eligió el lugar idóneo y perfecto para esconder aquel enorme obsequió, uno que llevaría al hombre a lugares nunca imaginados por él, que lo harían cuasi igual a su Creador... 

Decidió esconderlo en el mismo hombre, sí, justo adentro de él, lugar en donde seguro nunca buscaría... Y así ha sido, el hombre tiene por adentro un enorme poder, pero lo ignora, el hombre no sabe del poder que Dios le obsequió, el poder que le heredó, el poder que lo haría tan poderoso cómo Él.

Si el hombre creyera y confiara en el enorme poder que tiene en su cuerpo, por dentro de él, lo buscaría y seguro que lo encontraría, al hacerlo, sería realmente lo que siempre ha deseado, por lo que siempre ha luchado, por lo que toda la historia a matado, en fin, un poder que no se lo daría la política, ni las guerras, ni las drogas, ni la misma humanidad, cómo hasta hoy ha sucedido, hombres que aún sin creer que Dios nos dotó generosamente de esta maravilla. 
Esta falta de fe, de voluntad, hace sigue en la búsqueda de esa energía, fuerza, poder, no encuentro el adjetivo que me califique este don entregado por Dios a su máxima creación. 

Más sin embargo, hemos tenido algunos la fortuna de ver, a estos llamados: Genios, que nos han dejado un legado, en cuya trayectoria lograron crear y obtener avances en cuestiones de ciencia, invenciones, salud, etc. 
Personajes que se dan uno cada centuria, toda la humanidad habla de ellos, los admiran cómo si fueran de otros planetas, tal vez sí lo sean, pero tambien, y es seguro, que lo que ellos han sido, son personas comunes y corrientes que han buscado lo que Dios nos heredó a todos sin excepción, cosa que para la mayoría es una enorme hueva, pues el hurgar adentro de nosotros mismos conlleva una tremenda y ardua tarea, mejor es sentarse a observar, cómo estos pasan a la historia como las mentes más brillantes y disfrutamos de sus creaciones, tal cual dioses terrestres. 
Pero lo que ha sucedido es simple, una vez encuentras lo que llevas escondido en tus adentros y lo orientas en algo productivo -que a veces, otros inútiles lo convierten en males para la mayoría, pero beneficioso para ellos-. Estos seres inútiles que de alguna manera y sin darse cuenta han utilizado una mínima parte de este enorme poder, uno que seguramente no tiene limites.

Entre estas maravillas de personajes que solamente han utilizado un porcentaje muy pequeño de este infinito poder, mencionaré al que está más cerca de mi propia historia, tal es el caso de: Einstein, Stephen Hawking, Nikola Tesla, Tomas Alva Edison. Entre otros muy pocos -contados con mis dedos, en el termino de la historia humana-. Cómo Elvis, M. Jackson. (Jejeje, broma).

Ese poder del que escribo hoy, es sin duda, el cien por ciento de nuestro cerebro, seguro estoy que Dios logró colocar en esta parte del cuerpo todo ese poder, uno incalculable inigualable más que con el mismo poder Divino de nuestro Creador. 

Bueno, esto es solo un pensamiento más que hoy me llegó por la madrugada, como muchos otros que ya he compartido con ustedes, pero que no está lejos de una realidad. 
Será hasta la próxima.

"Si creyeras que dentro de ti, 
existe un enorme poder. 
Dejarías de ser un simple mortal 
y pasarías a ser un dios mortal".

Sergio Raga.







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