Me Gusta que te guste...

Me gusta el tiempo, que deje hace mucho en el pasado.

Me gusta ser travieso y muy ajustado, guapo y muy bien portado.

Me gusta ver a las chicas contoneando sus caderas y las minifaldas que no dejan nada a la imaginación.

Me gusta besar los labios de cualquiera, no preguntar su nombre para lograr olvidarla.
Me gusta no ser de aquí, ni de cualquier lugar, porque a dónde voy, habré de dejar a una muy colorada.

Me gusta ver a los niños jugar en los charcos, así jugué yo, sobre un barquito de papel un pirata que le robo la plata y le levantó la falda a delicada dama que le acompañó.

Me gusta ir y venir, venir y regresar al lugar de donde acabo de llegar.

Me gusta verte en un jeans, pero me da igual si estas en un casimir, o en una tanga, o sin mangas, pero si de algo estoy seguro y no lo cambiaré jamás, es verte mujer desnuda y dispuesta para amar.

Me gusta montar bicicleta y tambien motocicleta, pero no me disgustará conducir un día un jaguar.

Me gusta si es madura, pues está por caer del árbol de la lujuria, la experiencia se le juntó, mientras colgaba de la débil rama, eso le dio más ganas, y yo estoy aquí esperando a que ella caiga, para complacerla en sus fantasías que vio mientras maduró y del árbol al suelo cayó.

Me gusta sonreír, me gusta mucho reír, pero me gusta más carcajearme y si es de ti, casi que me cago de la alegría, pues hace ratos que me oriné cuando te vi que al suelo caías.

Me gusta cocinar, aunque todo se me queme, me da lo mismo, pues al final cenaré una pizza, por eso casi siempre me verás en la cocina.

Me gusta no hacer nada, tal vez una limonada, pero siempre me queda muy salada, hace poco supe que no era sal, sino azúcar, mejor regreso a mi sofá, a ver pasar a la María con su panera llena de pan, aunque el pan que de ella quiero no lo vende don Juan el panadero, ese pan un día ella me lo obsequiará, vaya sino, ya me ha guiñado un ojo cuando le dije adiós María al verla pasar con rumbo al mandado, que se enoje don Juan, me vale, pues no comeré de su pan.

Me gusta la resortera, pero no la piedra, el revolver, pero no la bala, la metralleta, pero no el soldado, el arco, pero no la flecha; me gusta todo lo que incremente mi hombría, pero jamás mataría, aunque con eso me gane una noche con la más linda de las muchachas.

Me gusta hacer el mal, pero si veo a quien, es que hay muchos que se merecen toda mi maldad y pocos se merecen mi piedad, si me la piden se las doy, pero consecuente soy, de que, el que la hace la paga.

Me gusta tener sexo, no importa si es con manuela la derecha o la izquierda, un día con una y otro con la otra, mejor sería con alguna señora, si es un prostituta o una puta, lo mismo me da, pues, ese titulo hoy se lo gana hasta la más linda del Jet zet, pero tienen diferente precio. Las hay baratas, las hay caras, pero al final, lo que las diferencia es la experiencia y algunas iniciaron su profesión a corta edad, mientras que otras, sé que lo hacen por la necesidad de alimentar a sus crías.

Me gusta subir a un autobús, escuchar las muladas que le comenta al chófer su brocha, sentir la adrenalina cuando se pasan el semáforo en amarillo y cuando rompen las multas que les dio el policía, oír los versos y las payasadas de alguno que trata de ganarse honradamente el sustento del día, aunque cuando lo diga, nos amenace diciendo que era un asesino confeso, que recien salió de la carcel y que prefiere recibir una limosna a asesinar otra vez. Veo como todos han sido amedrentados y asaltados, por una psicología que nos recetan los noticieros y los políticos de la oposición. Me voy disfrutando de lo que logro ver, pues el diésel es cada día más negro y me nubla el paisaje, pero a pesar de todo, me monto en ellas, para aprender cada día alguna mulada que me hará reír por la madrugada, cuando se me ahuyente el sueño y me obligue a escribir algo como lo que hoy escribo y tú lees.

Me gusta visitar a mi abuela, aunque sea en un cementerio, recordar cuando me dijo; hijo, sé un hombre de bien, mientras que mi madre me prescribía una madriza; aprendí que era mejor escuchar a mi abuela, la que hoy no me escucha cuando le digo; abu tenías razón y mi madre aprendía lo que más adelante ella sería con mis hijos los que yo tambien madree con mi cinturón, algún cinchazo lo recibió mi madre, le dije; fue sin querer, no creas que me desquito de los que ayer me heredaste y las cicatrices aun las tengo de testigos.

Me gusta escribir, entretener, hacer reír, hacer llorar, transmitir emoción, transmitir frustración o una buena reflexión, es mi trabajo, es lo que hago, es lo que disfruto, no recibo aun fruto y quien sabe si un día lo recibiré, pero eso no es mi objetivo, mi propósito es entablar una rara comunicación, con alguien que no conozco y que tal vez nunca conozca, pero eso no importa pues, el placer me ha llegado ya, saber que me has recibido en tu hogar, en una PC, un celular o una tablet, siento a tu alma con la mía converger, siento el cariño en una nota, eso me gusta mucho más que recibir una falsa mirada o una falsa sonrisa o una falsa caricia, pues de esas estoy cansado ya, no soy hipócrita, aunque estoy rodeado de miles, creo que los identifico con solo su andar, me he vuelto otro, pues, cuando llegan a mí les digo, que me da gusto verles, pero por dentro digo que no los soporto, y es que, el que anda entre los coches se le pega la mierda que se les cae del hocico.

Me gusta que me guste lo que me gusta, pues no me gusta que me guste lo que no me gusta, pues si me gusta lo que no me gusta, me estaría gustando algo que no me ha gustado, eso es lo que no me gusta, por eso, me gusta lo que a ti te gusta, eso si que me gusta, creo que a los dos nos gusta, se diría que tenemos buen gusto, pues tenemos los mismos gustos; no te da gusto qué te guste lo que a mi me gusta, verdad que si te da gusto que te guste lo que a los dos nos gusta, da gusto tener los mismos gustos, saber y conocer lo que te gusta, eso da mucho gusto, pues, eso dice que conozco de tus gustos y quien conoce sus gustos, es alguien que tiene buen gusto, eso si que me gusta, me gustaría seguir escribiendo pero me dio mucho gusto hacerlo, espero que lo que has leído te haya gustado como a mi me gustó escribirlo. 
Si me das un te gusta, querrá decir que te gustó y eso me dará un gusto especial, para más adelante escribir más de esto que te gustó tanto a como a mí me gustó. 

Bueno, me dio mucho gusto y con gusto seguiré en otro día, pues, por este día es suficiente, para que me esperes otro día, con las mismas ganas que este día; ese día, nos encontraremos como lo hicimos este día, ese día será tan especial como lo fue este día, ese día estaremos otra vez juntos, vaya, ese día será un gran día. 

Nos dará mucho gusto, vernos cuando llegue ese día.