viernes, 30 de junio de 2017

El Señor Pi


Lo vi caminar hacía mí, se trataba del señor Pi, mientras caminaba hacía mí se acomodaba su fino atuendo, además se arreglaba el cabello, se aplicaba un raro spray en su boca, los dientes le brillaron y yo me asusté, me dije; ¿qué me hará?, por fin llegó y atentamente se me acercó, se inclinó y con educación me invitó a bailar, fue tan educado y encantador que no pude negarme, a pesar de que era mayor que yo me encantó, de su boca sentí un fresco aliento, eso era lo que seguro se echó en ella con aquel spray y el brillo del diente no fue más que un reflejo de los reflectores, me puse de pie y me encaminé hasta el centro de la pista, esta estaba repleta de jóvenes expertos en el arte del baile, yo sentí un poco de pena, pues este apuesto y fino señor qué podría conocer de los modernos pasos de baile, pero vaya asombro que me llevé cuando el Señor Pi se desabotonó su fino atuendo y comenzó a mover su cuerpo, primero lo hizo suavemente, yo tambien moví mis curvas, pero sentí un poco de pena y vergüenza, pues los que bailaban a nuestro alrededor nos veían como burlándose de mí, pero el Señor Pi, seguía viéndome a mí y moviéndose coreográficamente, cada paso era estudiado. 

De pronto el Dj, cambió de disco y colocó un acetato, sonó en los parlantes una melodía, la cual no era la de costumbre para aquel lugar, los chicos que seguro se burlaban de mí no sabían que hacer, ni como el esqueleto mover, pero el Señor Pi, ahora era pez en el agua y yo quedé asombrada y sin saber que hacer, pues para mí era tambien algo nuevo aquel ritmo, pero me sentí segura y cuando sentí estaba en ambiente volando por los aires, en los brazos del maravilloso Señor Pi, este sonreía, agitaba su mano como pidiendo ride y levantaba una pierna la cual, la agitaba como batidora yo me sentí la reina del lugar e imité como pude su coreografía y en un santiamén estaba bailando tan bien junto a él.

Todos en el salón deslumbrados al ver nuestros movimientos se abrieron y nos hicieron una rueda, ellos simplemente movían sus caderas y aplaudían al ritmo de aquella vieja melodía, yo aun no entendía como era que podía bailar esa melodía que era tan pegajosa y contagiosa, yo era tan menuda para él, no para otros que para ellos era una escultura, pero él hacía conmigo lo que quería y yo me sentía tan cómoda y no sentía cansancio y no deseaba que la canción finalizara, pues en ese momento como nunca antes era la reina danzante del lugar. 

Veía como las chicas me miraban con envidia y los chicos lo hacían con lujuria, pues mi pequeña falda se elevaba hasta permitir que los curiosos me vieran mis redondas y firmes nalgas, esa noche se me ocurrió como todas las otras, llegar con un hilo dental, algo que no dejaba nada a la imaginación, pero a mí no me importo y el Señor Pi era un maravilloso bailarín, entonces me fije bien en él y era un galán de cine que me llamó mucho la atención, lo mismo le sucedía al resto de féminas que por momentos alejaban a su pareja para insinuar que estaban solas.

Esto a los chicos los enfureció y ellos trataron de sabotear al Señor Pi, pero este les hizo unos movimientos al ritmo de los tambores de la batería que los dejó a ellos sin batería, parecían muñecos con las pilas descargadas o agotadas, las chicas intentaron entrar en el ruedo pero él las ignoró a todas, solo tenía ojos para mí, eso me llenó de energía y mientras todas se morían de cansancio yo estaba fresca como una lechuga, eso me excitó y me gustó, cómo era posible que yo pudriera bailar esa melodía tan vieja, pero pegajosa y que ahora el Señor Pi me pareciera tan hermoso.

Él seguía con su mano al aíre, ahora moviendo su dedo indice y con el otro brazo me sostenía, me hacía dar vuelta tras vuelta, como si se tratara de un trompo dormilón, de pronto me haló y me encerró entre sus fuertes brazos, sus rostro se acercó tanto al mío, yo de nuevo sentí aquel delicioso aliento y no pude evitar propinarle tremendo beso, las chicas gritaron de emoción en el salón y dijeron; otra, bailen otra, pero el acetato llegaba al final y por mi piel morena, gotas de sudor me recorrían, mientras que por la de él ni una sola.

Que extraño, para ser mayor que yo, su constitución era de lo mejor, no se le veía ni agitado mucho menos cansado, las chicas alocadas le cayeron encima gritando; ahora me toca a mí, no a mí, los chicos lo veían desilusionados, imagina ser derrotados por el Señor Pi, un hombre de edad, pero no viejo, solo era un señor interesante, mucho más que todos aquellos que a penas hace unos minutos me encendían la piel con una mala mirada, ahora quien me tenía excitada era el Señor Pi.

Este separó al resto de locas atrevidas y regaladas, me tomó de la mano y me condujo hasta su mesa, ahí me pidió una bebida, la cual me bebí con desesperación, deseaba hidratarme por si se daba la ocasión de bailar otra canción con este maravilloso Señor, a él le sirvieron una copa con vino rojo, muy rojo, el cual tambien bebió de un solo, yo vi que se le encendieron los ojos, pero pensé; es otra de mis alucinaciones, luego pensé en mis calzones, la tanga la tenía hundida, no era nada nuevo, lo que quiero decir, era que estaba encendida. 

Despues de un breve descanso, el Señor Pi me invitó a salir, yo dije que sí, la envidia de la chicas fui, nos dirigimos hasta su lemosina, este ordenó a su chofer; a casa Ruperto. Ruperto condujo por las avenidas y calles de la gran ciudad hasta que de ella salió y se dirigió por la colina que conduce, quien sabe a donde, eso a mí no me interesó, yo seguía observando al Señor Pi, además movía mis piernas para conseguir que mi diminuta falda se subiera lo más posible, esto surtió efecto y en el acto estaba enseñando mi diminuta tanga de color negro, de encaje transparente.

Que bueno que me depilé, pues hace días que lo necesitaba ya raspaba, por fin Ruperto se detuvo, abrió la puerta de la negra lemosina, primero salio el Señor Pi y una vez afuera me extendió la mano, yo se la entregué y mientras salía yo sentía como si flotaba, su casa era enorme y me deslumbraba, caminamos de prisa, bueno quien llevaba prisa era yo, pues sentía que la noche se nos terminaba y yo deseaba gozarme al Señor Pi. 

Al entrar en la enorme casa me tomó entre sus brazos y a mis labios los mordió, eso me estremeció, me cogió entre sus fuertes brazos y cargada me condujo hasta su recamara, mientras caminaba, solo me veía a mis ojos, yo escuchaba que él me decía eres la mujer más bella que en todas mis vidas he visto, yo dije o mejor dicho pensé; debo estar borracha que no se ni lo que oigo, pero eso no me importa yo solo quiero sucumbir entre sus brazos y en su cuarto sobre su cama.

No sé como no se tropezó pues, nunca más que a mí miró, bueno tambien veía mi tanguita la que ya iba mojadita, llegamos a un enorme cuarto y en medio del mismo, una enorme cama, yo dije; donde la compraría, jamás pensé que las harían tan grandes, eso me calentó mucho más pues, pensé; en ella haremos lo inimaginable.

Él me depositó con mucho cuidado sobre la enorme o gigantesca cama, alargó sus brazos como si lo fueran a crucificar y haciéndolos hacía atrás con fuerza, en el acto quedo desnudo, wao Señor Pi que enorme pi, digo que enorme es usted Señor Pi, él sonrió y se encuclilló y de mi ropa me despojó, jamás nadie me amó como lo hizo el Señor Pi, no descanso ni para beber una viagra, que fuerte es Mister Pi, me dije. 

Yo ya no aguantaba, pero al recordar el último orgasmo, eso me daba más ganas y el próximo era mucho mejor, así nos amaneció, no sabíamos que aquello sucedía hasta que por detrás de la enorme puerta se escuchó a Ruperto que dijo; Señor Pi el sol ya nace. 

Entonces el Señor Pi me besó apasionadamente hasta que me quede dormida, me desperté como a medio día, para cuando lo hice Ruperto me dejó una charola con alimentos y muchos líquidos para reponer los perdidos, después tome un baño y cuando salí mi ropa limpia y planchada y mi tanga como nueva bien lavada. 

Me vestí y Ruperto se asomó, me dijo galantemente y tambien educadamente; señorita tengo orden del Señor Pi de llevarla a su casa, me acompaña por favor, yo le dije; y el Señor Pi, no se va a despedir, Ruperto dijo que no, que eso era imposible, pero que seguro sabría otra noche de él, que él me buscaría por la discoteca de la noche anterior. 

Desde entonces no fallo una sola noche, esperando al Señor Pi, siempre tengo cuidado de depilarme bien, quien sabe y hoy sea la noche esperada y ansiada por mí y por mi encantador y misterioso Señor Pi.




Continuará...

Mar de amor


Ven junto a mí, siéntate a mi lado, observa morir el sol, juega con la arena, ¿recuerdas el día en que te conocí, el día en que dije te amo?, mi amor era inmenso como el agua de este mar, ahora es más grande que ayer, lo puedo comparar con el agua de los océanos. 

Recuesta tu cabeza sobre mi hombro, siente mi pecho suspirar y no dudes que es aún por ti, di, ¿sientes lo mismo aún por mí?

Di, ¿recuerdas?, ahora que el sol ya murió y que la noche llegó, nuestra primera noche de amor, luna de miel, desposados y enamorados, hace mucho, pero sigo aquí con mi corazón latiendo aun por ti, siento la misma emoción, el mismo vacío y en él, las mismas mariposas alocadas por huir.

Sensación que tambien siento ahora mismo, ¿me amas?, porque yo si te amo y mucho más.

Trata de no perder cada detalle, si te pierdes uno yo te lo recuerdo, pues en mí, sigue todo fresco como si fue a penas ayer.

Mi amor esta aquí, junto a mí, sentada a mi lado, jugueteando con la arena blanca, el sol hace un rato que se marchó, pero la luna nos rescató, millones de estrellas y otras pocas fugaces como el amor de miles, no es nuestro caso, nuestro amor es cómo aquella, que dije sería tuya y que tú me dijiste; no, será nuestra. ¿La ves? sigue ahí y nosotros aquí.

Sigamos otro rato simplemente observando este lindo cielo y escuchando el adormecedor vaivén de las olas, ¿sientes frío?, refúgiate entre mis brazos que son para ti la mejor franela, hecha de piel, la que te despierta una gran emoción y tremendas ganas de amar. 

Mírame a los ojos, di que ves en ellos, lo que ves reflejado sobre ellos es lo que más amo, lo sé, eres tú, tú quien ahora eres mi alma, mi amor, mi corazón, quien me mantiene con vida. Ven, acércate más, que quiero a tus labios besar.

Rico beso, uno largo, muy largo, como lo fue la prima vez, no te alejes de mí, comparte conmigo ese calor que sale de nuestra piel, poros abiertos, esperando compartir su sudor, deliciosas feromonas que aun me provocan a las mías.

Podría decir que tú y yo somos un mar de amor, que nunca se evapora, jamás se congela, mucho menos se derrite, no tenemos peces, ni corales, no tiene contaminación, pero si hay vida, amor y pasión.

A nosotros nos alimentan: Ríos de amor, ríos de pasión, ríos de comprensión, ríos de deseo, ríos de confianza, por eso seguimos aquí, y seguiremos, mientras Dios así nos lo permita. 
¿Qué dices? Que me amas. También yo te amo a ti.

Acompáñame, sigue pegada a mí, no te apartes de mi lado, tú y yo somos como aquella constelación, que a pesar de estar muy lejos de aquí, a millones de años luz, pero la podemos ver y definir muy bien, así es nuestro amor. Mira aquellos niños que juegan por allá, si ellos nos ven, pueden ver y definir que nos amamos y mucho.

Podría quedarme aquí hasta amanecer y estaría bien, pero muero por los deseos de amarte, ven, levántate y acompáñame a nuestro cuarto, es momento de amarte, momento de que me ames, es momento de que hagamos nuestra constelación de estrellas terrenales, las mismas del primer día que te entregaste a mí, esa noche eclipsamos a la luna de miel. 

¿Lo recuerdas como yo?...


 

Yo lo recuerdo, pero a ti se te olvidó


¿Recuerdas cuando llegas a mi casa necesitando un hospedaje, recuerdas cuando llegas a mi casa en busca de alimento, recuerdas cuando llegas a mi casa en busca de abrigo, recuerdas cuando llegas a mi casa en busca de un préstamo, recuerdas cuando no tenías a donde ir, recuerdas cuando mi padre instruyó al tuyo en un oficio, recuerdas cuando ya no tuviste para pagar el colegio, recuerdas cuando no tenías ni para el autobús, recuerdas cuando necesitabas un abrazo, recuerdas cuando necesitabas de un hermano, recuerdas cuando no tenías nada más que mi humilde hogar?

Yo recuerdo cómo mis padres te recibieron con todo su amor, te dieron lo que tus padres no pudieron por cualquier razón, tambien recuerdo, cómo mis hermanos sacrificaron su privacidad y te compartieron su cama, recuerdo como se partió el pan para darte una parte a ti, recuerdo cuando solo llegabas por un día, tal cual un hotel, ese era mi hogar, con la diferencia de que no pagabas ni un solo centavo, también recuerdo aquella navidad que mi hermana con sacrificio te dio un juguete.

¿Recuerdas cuando de mi casa saliste directo a la iglesia el día de tu boda, recuerdas cuando mi hermana se desvelaba para hacerte un vestido de la tela que le sobró, recuerdas las fiestas que en mi casa se hicieron? Ahí conociste a tu primer novio. ¿Recuerdas cuando no tenías a donde ir, mi hogar era el mejor lugar, recuerdo lo felices que fuimos porque éramos familia, amigos, paisanos, o un desconocido recomendado por los anteriores?

Pero todo esto, hoy solo lo recuerdo yo, a ti se te olvidó, tú que hoy tienes a donde llegar, tú que ahora tienes un hogar mejor que el que un día fue tu único lugar, mi hogar, hoy lo has olvidado, tú que hoy estás mejor que yo y que no necesitas más de nosotros, al olvido nos has desterrado.

¿Se lo has contado a tus hijos, se los has comentado, les has dicho que nuestra ayuda fue incondicional y sin esperar nada a cambio y que quiza sin esa ayuda hoy no serías quien eres? Tal vez un lindo recuerdo de vez en cuando, tal vez un reconocimiento verbal, no queremos nada material, solo una sonrisa y que repitas con tu voz lo magnifico que fue mi hogar en su momento para ti y los tuyos. Que las generaciones presentes reconozcan lo que fuimos para ti y tu hermano, para tus padres, que al igual que los mío ya no están. 

Esto no es un reclamo, más bien es un recordatorio, pues a ti como a mí se me olvida lo que has hecho en su momento por mí y los míos; pero la diferencia, es que antes de mí estuvieron ustedes, no hubo precedente alguno, lo que recibieron los tuyos, y los suyos, aquellos, y los otros, se les entregó sin ninguna condición y sin esperar nada a cambio, pues nada tenían entonces, en aquellos días dificil y diferentes. 
Solo por el enorme amor que tenían mis padres para su semejantes. 

Para y por una época diferente a la presente, pero que aun están presentes, muchos de los que disfrutaron de ese cálido recibimiento, de ese desinteresado apoyo, de ese pan que dejamos de comer para compartirlo contigo, para esa privacidad que necesitábamos pero que sacrificamos por dar y compartir lo que mis padres nos enseñaron: Dar amor.


Cómo un recuerdo y reconocimiento para un gran Hotel, uno que no era de cinco estrellas, pero que era el único que había. Ah, pero de algo si no te podrás quejar y es que en aquel Hotel, hogar de mi familia, pasaste los día más felices de tu juventud, ¿o me dirás qué no? 

No te olvides que aún estamos aquí, no nos ignores, no nos dejes en el olvido, somos aún quienes fuimos, solo cambiaron los tiempos y sus personajes. 

"Solo se doró la tortilla de un lado, mientras que del otro sigue cruda".

Por el amor de nuestros padres, momentos difíciles, momentos de pobreza, momentos en familia y en amistad, para ellos es este escrito... 
Gracias padre, gracias madre, por ser como fueron, por la herencia que nos heredaron, por el amor que nos contagiaron. 
Gracias hermanos, por no ignorar lo bueno que nuestros padres nos inculcaron. 

Por ello y mucho más que no escribiré para no ofender, es esto. Con amor a nuestros padres. Qué Dios nos bendiga. 




Sé todo pero nada de tú amor


Sé cómo observar una estrella. 
Sé cómo escribir un poema.
Sé cómo leer un libro de poemas.
Sé cómo compartir una tarde con un niño en la feria.
Sé cómo apreciar la luna entre bruma.
Sé cómo la paz llega después de la guerra.
Sé cómo la oruga se transforma en linda mariposa.
Sé cómo acariciar la arena de la playa.
Sé cómo disfrutar de un baile bajo la lluvia.
Sé cómo escribir una linda canción.
Sé cómo disfrutar de un helado en un día caluroso.
Sé cómo acariciar a un cachorro herido.
Sé cómo alimentar a un canario.
Sé cómo escuchar el sonido de un río.
Sé cómo disfrutar de un día de verano.
Sé cómo consolar a mi amigo un día de dolor.
Sé cómo conseguir aroma de una flor.
Sé cómo morir de amor y levantarme con otro nuevo amor.
Sé cómo besar unos labios.
Sé cómo observar el vuelo de un colibrí.
Sé cómo se sintió mi corazón cuando me dijiste que sí.
Sé cómo se forma un arco iris.
Sé cómo es el amor de una madre.
Sé cómo admirar una obra de arte.
Sé cómo se siente tener frío en la piel.
Sé cómo proteger un clavel.
Sé cómo disfrutar del vuelo de una ave.


Sé tanto de todo, sé y conozco de muchas cosas que no tienen nada que ver con el amor y de otro tanto igual que sí tienen que ver con este sentimiento... Pero lo que nunca he sabido, lo que aún no comprendo, por más que te veo y te siento, es cómo tú puedes hacer amor de todo.



jueves, 29 de junio de 2017

Aún ahora lo recuerdo


Aún ahora te sueño, recuerdo nuestras tardes de amor frente a la chimenea, una botella de vino, un par de copas desilusionadas y despreciadas, pues el vino lo bebíamos directamente de nuestra piel.

Aún recuerdo, los momentos de ilusión observando el reloj en la pared, para nuestro encuentro, en nuestro lugar secreto, lugar celestino para nuestros encuentros de amor clandestinos, los mejores días de nuestras vidas.

Aún recuerdo cuando éramos dos personas solitarias que vagaban por este mundo sin vida, en busca de nuestro amor, recuerdo cuando el destino nos unió, fue un momento que jamás olvidaré, por que lo llevo en mi corazón y mi mente me lo recuerda en cada instante, fue maravilloso ver tu carita de asombro cuando te dije hola, no sabías que decir, pues, nadie antes de mí te habló, lo mismo a mí me sucedió.

Aún recuerdo que después de aquel insignificante hola, nuestros ojos brillaron más fuerte que el sol, nuestro corazón se aceleró, nuestras mejías se encendieron nos llegó un calor que jamás antes sentimos, eso nos causó tremenda emoción que antes de responder el hola, reímos como locos y nerviosamente luego respondiste hola, así empezó esto que aún recuerdo y que cuando lo hago se ruboriza mi piel.

Aún recuerdo que después de aquel sencillo hola, caminamos por la calle sin saber hacía donde nos llevaba aquel camino, esa tarde fue tan corta y hermosa, al caer la tarde y acechar la noche, nos despedimos sin saber aún si nos veríamos otro día, cómo saberlo si era la primera vez, ninguno sabía que decir, si solo un adiós y todo llegaría a su final, pero fuiste tú quien preguntó; te veré mañana, yo sentí que las estrellas del cielo se me vinieron encima, respondí; claro que sí, te parece que sea aquí.

Aún puedo recordar que reímos otra vez como un par de locos, pero era de felicidad, por fin nuestra soledad era desterrada de nuestra piel, esa noche fue la más larga noche de mi vida y al día siguiente era uno muy brillante y esperaba con ansiedad a que el reloj me diera el banderazo de salida en tu búsqueda, a nuestro encuentro.

Aún recuerdo que al llegar al mismo lugar, me encontré con la nada, esa tarde sufrí, esperé hasta que de nuevo me llegó la noche y esta vez las estrellas se cayeron, pero cayeron a mis pies, las pisotee de rabia porque mi soledad que quedo perdida por ahí regresaba a mí. Regresé a mi casa, preguntándome; ¿qué pasó, me engañó, se burló? Así pasé la noche sin lograr dormir.

Aún recuerdo que a la mañana siguiente el sol por mi ventana entró, me iluminó y me dio calor, pero yo solo frío sentía, la mañana pasó, me llegó la tarde y el reloj de pared me dio el banderazo de partida otra vez, lo pensé, me dije; ¿debo ir, de pronto y hoy si llega?, salí al mismo lugar.

Aún recuerdo que al llegar ahí estabas, con el rostro pálido y el pecho asustado, pensando; ¿vendrá? cuando me viste llegar corriste y a mis brazos te lanzaste como quien ve un salvavidas en medio del océano, nos besamos y supimos que seríamos felices, que las dos personas solitarias habían encontrado a quien llenaría su vida.

Aún recuerdo que caminamos otra vez, esta vez lo hicimos abrazados y cuando nos era posible un beso para confirmar que aquello no era un sueño, así empezó nuestra historia, así empezó lo que hoy es grande y que aún tenemos, nos tenemos el uno al otro. Es maravilloso.

Aún recuerdo cuando nos entregamos lo mejor del amor, nunca antes había visto una mujer desnuda, ni en revistas, quedé asombrado, imaginando que no había visto nada más bello en mi vida, eras linda, mucho más de lo que con ropa antes te vi, en tu rostro lo mismo, el asombro de quien no conoce nada del otro y que por primera vez lo ves. Como dos imanes, nos atrajo nuestros cuerpos, yo creí que conocía el calor, pero nunca imaginé que este fuera tan placentero, tan caliente pero que no quemara y si recuerdo el roce de tu piel, jamás sentí nada más suave, liso y esponjado, tú me veías con miedo mientras mis manos recorrían todo tu lindo cuerpo, eramos dos ciegos que por vez primera veíamos la belleza de la vida, era como leer un libro con escritura bralle, fue maravilloso.

Aún recuerdo cuando te recostaste boca arriba y me invitaste a subir sobre tu cuerpo, el mío temblaba, el tuyo tiritaba, no era de miedo ni de frío, era de deseo y emoción, cuando me coloqué sobre tu morena piel, el calor de tus poros me recibió, un sudor frío nos invadió, sin saber cómo, de pronto me encontraba adentro de ti, algo te dolió eso me afligió, pero no me dejaste retirarme, el dolor pronto pasó y en su lugar nos llegó el placer, esa fue nuestra primera vez, lo recuerdo muy bien. Hoy nos encontramos cada semana en este lugar, nos embriagamos, alcohólicos de amor somos, no necesitamos doce pasos para dejar este vicio, solo deseamos entregarnos lo mejor de nuestro ser, de nuestra piel, de nuestro amor. 

Aún recuerdo cuando fuimos un par de personas solitarias y abandonadas por el sentimiento amor, creímos que nunca lo conoceríamos eso nos mantenía tristes y aislados, escuchar a nuestros amigos hablar de lo que era ser amado y de lo que era amar, eso nos entristecía y mucho, solo imaginar lo que otros ya conocían y disfrutaban y que a nosotros se nos negaba, a nadie le interesábamos, sé que soñábamos, pero sin saber que era lo que nos sucedía, eran experiencias de otros, nunca soñamos la nuestra; ahora no lo soñamos, lo vivimos, ya no somos más dos personas que viven de vidas ajenas, tenemos nuestra propia historia y aunque a nadie se la contamos, sabemos que la nuestra es la mejor... 
Simplemente, porque en la nuestra si hay amor.



Antes de cualquier decisión miralo a los ojos


Miro a tus ojos y ellos no mienten, los conozco bien, en ellos estoy yo, la imagen de mis rostro la veo bien y lo que veo es miedo y angustia, en tu rostro la seriedad de una mujer segura con lo que quiere, y por lo que presiento, tus deseos no son de bien, creo que quien esta hoy en tu corazón mi verdugo será, solo te suplico que no seas tan cruel, que recuerdes los momentos bien, los momentos que juntos disfrutamos, los momentos que me llevaré en mi corazón, tú lo harás tambien, lo sé, aunque trates de fingir diferente, pero te conozco bien. 

Hasta la noche está fría y con una rara ventisca, o solo es mi imaginación, sigues allí, mirando firme y fríamente, tratas de romper mi corazón, el único que te ha logrado dominar y enamorar, pero que hoy será condenado, el semblante que en tu rostro veo, me augura una tortura y esa no puede ser otra que olvidarme de ti, de tu amor, de tu piel, de tus caricias, de tu miel, yo sigo aquí esperando por el veredicto, el mismo que esperas te llegue del corazón, de tus mente y los recuerdos, mírame bien, observa en mis pupilas que te quiero bien, espero solo sea una confusión la que me lastima y aterra esta noche.

Siento que no me equivoco y el veredicto será culpable, un miserable seré, condena que me perseguirá por la eternidad, nunca olvidaré tu gran amor, seguro que tu sí, pero sigo parado aquí, esperando que logres ver en mis ojos el amor que aun me queda para entregarte, para amarte, quiero que sientas a través de tus sentidos todas las emociones que aun provocas en mi ser, entiende que te quiero que no quiero que termine lo nuestro, para mí es algo lindo aún.

Pero sigues firme y en ti no veo nada que me de una esperanza, no dices nada aún, habla por favor, despréciame o ámame, pero deja este silencio que me tiene con esta angustia, sin ti no podre seguir, creo que mi vida llegó hasta este momento, como cuando empezó, otro momento diferente a este, aun lo puedo recordar, estabas tambien parada frente a mí y en ti, la ilusión de quien espera ser abrazada y besada, en nuestros ojos la comunicación de dos almas gemelas, que se prometían amor eterno, pero debí saberlo que para el amor nada es eterno si uno falla, este se convierte en larga condena, una pesadilla de la que jamás despertaré y con ella me hundiré en el pantano, cementerio de los que hoy como tú y yo nos encontramos en esta situación.

Qué me dices, seguimos o terminamos, yo quiero lo primero, sé que te sientes confundida, te conozco bien, se que cuando te tiembla la piel es porque no estás segura de que lo que harás es la mejor decisión, así que piensa bien, pues una vez que de ti salga la palabra que me dejará en shock no habrá regreso, un amor, cuando se hiere no hay nada que la sane, siempre deja una cicatriz y esta con nada se logra eliminar, lo que hará es recordar y recordar este momento que marcará nuestras vidas, para bien o para mal, así que piensa bien.

Mira mis ojos, en ellos se ve si es mentira o verdad, pues el corazón no puede mentir, eso es un sacrilegio y no esta bien para él, este dice siempre la verdad por ser lugar sagrado en donde residen nuestras almas, mira por favor, pero quita el velo que no te deja ver bien, ese que te confunde y a tu mente confunde no permite que pienses bien. Mira bien, mis ojos te gritan te amo, en los tuyos veo que aun queda algo para mí, ni tú ni yo, somos perfectos, a veces cometemos errores, pero son menores, este es definitivo, error que no debe ser confuso.

Hasta la noche se oscureció, se llenó con negras nubes que no permiten ver su majestuosidad, a hermosa luna que intercedería por mí, todo esta en contra mía. No permitas que sea un ente entre la gente, pensando en nuestro amor, cambian ese semblante y olvida el rencor que llegó a ti, quien te dijo algo que te enfureció mentira dijo, ya conoces a la gente que dice quererte, que lo que te cuentan es por tu bien, para que no se burlen de ti, pero que muy en el fondo lo que quieren es separar a dos que se aman y se amaran una vez solucionen sus discrepancias, por eso te repito mira a mis ojos y verás la verdad de mi corazón.

La chia que escuchó sin decir nada, luego de tanta insistencia del que era su gran amor, vio a sus ojos y lo que en ellos vio fue la verdad y sin discutir más lo abrazó, después lo besó, dijo perdón, pero él no le permitió terminar la oración y sus labios los cerró con un beso que sintieron como el primero, el que dio inicio a su gran amor, uno que sin duda, después de esta prueba sería una de esas pocas y raras historias de un eterno amor. 




Perdido en el amor, sin amor


Realmente lo mejor es darle gusto al corazón,
darle la razón aunque carezca de ella, 
escuchar lo que nos transmite es la solución,
lamentablemente empezar parece fácil
pero es dificil, perdido hoy estoy sin amor.

Un amanecer nublado, sin luz, ni calor,
así me encuentro perdido en el amor, sin amor,
escuchando lo que me dicta el corazón,
corazón sin experiencia desde que me perdí aquí.

tu sabes bien como encontrar a un perdido corazón,
ven a mi encuentro, sube a tu hermoso corcel,
cabalga por el bosque, cruza ríos, no descanses,
pues perezco, perdido en este enorme bosque
que llaman amor, sin amor, 
perdido estoy en el amor, sin amor.

Miro al horizonte para lograr divisar 
a quien viene a mi encuentro,
pero aun no te encuentro, no te veo, 
sufro al pensar que pasaré otro día más 
perdido en este lugar, sin un amor.

Perdido en el amor esperando por ti,
corre mi amor, sube a la montaña más alta 
tal vez logres ver a mi corazón alumbrarte
el camino que has de seguir,
pues desde que entre aquí 
perdido estoy en el amor, sin amor,
en este bosque oscuro llamado amor, sin amor.

Pocos son los que han logrado salir con vida de aquí
y aunque no pierdo la esperanza de que un día
me encuentres y me rescates, aún espero por ti.

Tengo frío y deseo ansioso un beso, 
un abrazo, una caricia, un reencuentro,
empezar es dificil, para otros es fácil.

La esperanza se aburre y por momentos me abandona,
pero al ver mi rostro triste se compadece 
y regresa, me consuela, me da esperanzas, 
me da consuelo, dice; que pronto vendrás. (llegarás).

Mientras sigo perdido en el amor, sin amor,
me digo; cómo llegue aquí, cómo me perdí.

Además de frío, tengo necesidad del roce de tu piel,
sentir una caricia, escuchar un te quiero, 
ver en tu rostro una honesta sonrisa, 
ver mi rostro reflejado en tus ojos, 
los que me dan la certeza de que me encontró el amor, 
que me rescató de este lúgubre lugar 
a donde, quien sabe como vine a dar.

Verte llegar por mí, sentir tu aroma me hace revivir, 
todo parece tan fácil, pero fue dificil, 
el tiempo que estuve aquí miedo sentí, 
mucho sufrí, eso de estar perdido en el amor, sin amor
es lo peor que me pudo suceder. (pasar).

Pero hoy que estas frente a mí, 
que extiendes tus brazos, que me regalas una sonrisa, 
que acaricias mi piel, que sacias mis labios 
con el ansiado beso y lo mejor,
ver mi imagen reflejada en tus ojos, 
me dan la certeza de que ya no estaré 
perdido en el amor, sin amor,

Rescátame, llévame lejos de este lugar 
quiero ver la luz del sol, sentir su calor, 
y si es contigo mucho que mejor.

Estuve perdido en el amor, sin amor, maldito lugar...



miércoles, 28 de junio de 2017

La telaraña y el escorpión


Araña que teje su telaraña entre dos muslos para atrapar entre ellos a mi corazón, junto a mi pasión.

Sobre tus piernas un escorpión, con el aguijón erguido, listo para entregar su ponzoñoso liquido, dejar un largo ardor y luego una rica comezón, que no soportarás sin rascar o arañar y con ello destrozar la telaraña que era la trampa para cualquier otro insecto, pero nunca se preparó para atrapar a un enorme y ágil escorpión.

Cuando este caminó por entre tus muslos, sentía desfile de mil hormigas que le hacían grata sensación, nunca imaginó que la que quedaría atrapada entre la trampa de seda sería la araña que tenía en tu piel.

Sin moverte, esperando el más leve movimiento, te mantenías a la espera del incauto que te daría de comer o tal vez placer, a la espera dormitabas, seguro te has dormido y no sentiste el movimiento de cada paso que daba sobre ti el escorpión. 

Solo sentías una comezón que te daba un poco de placer en tu piel erizada, pensando que eran mil hormigas que por ellas deambulaban como un atajo, con rumbo hacia donde esperaba tu miel, esa flor mortal y carnal, flor carnívora y hambrienta por alimentarse, fue quien tejió la trampa, mientras te escondías por detrás de tus senos, elevaciones como las entradas al hogar de las mil hormigas que te han causado tremenda confusión.

Creíste que estaba pronto a enmarañar al que se atreviera a recorrer esa piel morena, fumarolas expedías por cada poro para recrear un ambiente acogedor para quien buscaba un poco de calor, tus ojos verdes por detrás de cada pezón observaban pero la bruma que salía por los poros de tu piel no te permitieron ver quien caminaba por tu piel. 

Tus piernas se adormecieron deseosas de aquel masaje que te propinaban cada paso que te confundieron, creyendo que sería rico alimento, que luego sería atrapado por la telaraña de tu entrepierna, para una vez con la desesperación de escapar de tu trampa sacudirían cada uno de tus vellos produciéndote placer, esa comezón que deseabas satisfacer con una sencilla caricia que despertara todos tus sentidos, lograr hacer emerger de ese delicioso montículo toda esa cantidad de agua dulce y agridulce, según fuere el tamaño del placer. 

Pero el dardo te llegó  sin que te dieras cuenta y una vez, después del ardor del piquete inesperado por parpadear y quedar brevemente adormecida, te llegó la picazón que te obliga a rascar con desesperación toda esa zona donde acomodaste la telaraña para atrapar a quien alimentaria a tu carnívora flor la cual ya moría de hambre.

Hoy de esa telaraña no queda más que escombros de seda y tus vellos alborotados por cuando rascaste esa picazón, esa comezón que te dejo la ponzoña del escorpión, agotada logras ver sobre tus pezones como se aleja sobre tus piernas el escorpión con su aguijón aun erguido, ese que te dejó primero enorme ardor, para luego dejarte el placer de una rica comezón, la cual has rascado hasta encontrar con cada arañazo de tus largas uñas el deseado placer, ese alimento que demandaba esa bella y carnívora flor que nació hace poco sobre ese hermoso montículo y que broto de tu piel.

Así quedó burlada la telaraña que la mujer había tejido sobre su piel, atada a cada vello que cubría y protegía a su linda flor, flor carnívora y hambrienta que deseaba ser alimentada, pero no por la cola erguida y llena de ponzoña del escorpión, ella nunca se imagino que quien llegaría atraído a esa telaraña sería tan enorme animal, de haberlo sabido hubiera tejido otra trampa mucho más fuerte, para solamente saciar su hambre por pequeñas raciones, pero la que hoy le quedó, solo lo puede satisfacer el aguijón de quien le enmarañó la telaraña y le robo el hambre a la flor, le desordenó sus frágiles vellos que escondían o camuflaban a tan deliciosa flor.

Hoy, ella espera ansiosa a que regrese el escorpión con su erguido aguijón, esperando que su ponzoña sea más fuerte para que la picazón sea mucho mayor y así, le dure más para satisfacer esa picazón. Las hormigas que ella siente que desfilan hacia sus pezones, ella las espera escondida por detrás de sus pechos, junto con el escorpión.




TANGO 4


Sumergido en mi tristeza me devora la depresión, se dan tremenda ración con la ansiedad que domina a mi corazón, aquí entre brumas y faroles y un gran frío que me quiebran los huesos con un leve golpe, golpes que me da en el pecho un corazón que al recordar se acelera no de emoción pero si de depresión. 

Cada noche me encuentro en este poste, por debajo de su farol, el único que me entiende, pues testigo fue de nuestras noches de pasión, besos sonoros y caricias prohibidas para los chicos mirones, esos pre adolescentes que nos veían desde la ventana, y que luego se encerraban entre sábanas a reproducir la película que de nosotros observaron, se llenaron de lujuria, la misma que nosotros teníamos cada noche, cuando con mis manos recorría aquella piel caliente, llena de curvas peligrosas y ardientes que me deshojaban lentamente toda mi pasión. 

Con mis ojos cerrados imaginaba lo que acariciaba y escuchaba en cada oído algún tímido quejido, hasta que no soportabas y explotabas haciendo una contorsión, yo cantaba una canción, era un tango, por ser la mejor música que puede emular toda aquella pasión, danza que nos llevaba por lugares prohibidos.

Esta noche como cada noche, casi pierdo la razón, veo a los mirones que desde la ventana tambien te esperan con la misma ilusión, ellos tambien estarán con la misma depresión y en su pecho la ansiedad, pero al rato lo calmaran por debajo de sus sábanas, recordando nuestro baile erótico, ese que no logro yo olvidar ni lo puedo en solitario bailar, eso me quita la razón.

Ahora en esta fría noche necesito de tu cuerpo caliente y candente, recorrer tu piel que me daba el calor para no caer en hipotermia, cómo el cruel indigente que ama a una caja de cartón, se frota las manos que se le congelan y junto a su desnutrido perro, ellos se acomodan, de manera que sin querer será su noche de placer y de pasión, ellos esta noche tendrán un bolero, mientras que yo me muero de frío, queriendo bailar contigo un danzón, un lindo tango que me llene la sangre de pasión pero conmigo solo el recuerdo y la depresión, invitando a que se una su fiel amiga la ansiedad para que me agite el corazón.

Mueble viejo soy, como este poste que llevará ya un buen tiempo erguido sosteniendo su farol que le da luz y calor, esa misma que ahora me hacen falta, como te extraño junto con los mirones de las ventanas, tus enaguas hasta la cintura y ya sin calzón, preparada para ser recorrida, yo preparaba mis oídos para escuchar aquel tímido quejido, que más tarde era un gemido largo y prolongado como lo era nuestro placer y el del que nos observaba atentamente sin perder detalle por la ventana, para más tarde recrear la imagen por debajo de sus sábanas, disfrutar de tu cuerpo prohibido, el que ni en revista lograrían ver, por ser su padre el celoso propietario y que bajo llave como tesoro los guardaba entre sus billetes ganados en la quincena, en la misma fabrica vieja que se logra ver al final de esta calle. 

Para donde te habrás ido, me extrañarás o a lo mejor estas en alguna esquina de la enorme ciudad, repartiendo lo que conmigo aprendiste y disfrutaste cada noche por este viejo callejón.



Quien sabe y si supieras


Si supieras, me comprenderías,
no comprendes ni aprendes
lo que te dicta el corazón
que te entregues con pasión.

Si te contara, te encantaría,
me entenderías y comprenderías
que la única manera de entregar el alma
es amando desde el corazón 
y con toda la pasión.

Nadie antes te lo ha hecho
dalo por hecho, que con agitado pecho
me sentirás por dentro de tu alma
cuando mi corazón ame al tuyo
y de mí ya nunca te olvidarás.

Pero como no lo sabes, 
no puedes entender ni comprender 
y así jamás aprenderás a escuchar al corazón 
mucho menos sentirás toda mi pasión.

Si supieras y comprendieras
me entendieras y sabrías
lo que dicta un enamorado corazón.

Él ordena que se ame con pasión,
que le llegue al alma en cada beso
y si te acaricio, tomarías vicio por mí.

No querrás salir, ni hablar con nadie,
solo desearás sentir el roce de mi pecho
sobre tus senos desnudos y  encendidos 
y entregados a una pasión 
que hasta ayer te negabas a entender 
y comprender y tambien a sentir. 

Ahora que ya lo sabes y conoces 
sabes muy bien escuchar 
el latir de un corazón enamorado y apasionado,
que con un beso y un toque de mis manos
te enciende la pasión, te agita el corazón
y te llena de emoción.

Entre lujuria, pasión y besos mordelones, 
que acarician por adentro y por afuera
con una lengua de fuego, 
succiones y sonidos metálicos 
que le dan a quien escucha
una nueva sensación al arte del amor.

Ahora que ya sabes, me comprendes
y si comprendes, seguro que aprendes
a escuchar lo que dicta el corazón,
a perder la razón sin razón
pues quien ama con pasión 
no entiende de razón.



martes, 27 de junio de 2017

Seres que no logran amar


Ya son muchas veces que he buscado a quien amar y no te logro encontrar, ¿será que el amor te esconde de mí?, enamorado de ti estoy, pero no te logro encontrar, ¿será qué para mí esta prohibido amar?, hace mucho que salgo a las calles a caminar, en busca de quien amar, he encontrado a mil prospectos pero ninguna llena mis expectativas, sigo mi camino, mi andar, ya se me ve cansado pero no claudico hasta que no te logre encontrar, me detengo a descansar de este eterno caminar, en busca de quien amar, pero no te logro aún encontrar, ¿será qué el amor se burla de mí?, ¿será qué me quiere hacer sufrir?, ¿será qué yo tenga que pagar cuanta desilusión otros han dejado atrás?, si es así no es justo para mí, ¿por qué tengo yo que cancelar las facturas por pagar?, facturas que no llevan mi nombre, soy un hombre que simplemente quiere a una mujer para amar. 

Regreso a mi hogar otra vez, otro día sin encontrar a quien quiero amar, llegó a mi hogar y me preguntan si quiero cenar, les digo que no, que mejor me voy a dormir, en ese lugar de los sueños sigo mi peregrinar, sigo mi búsqueda a quien pueda amar, pero nada puedo encontrar, que mal estoy, que ni en sueños la puedo encontrar.  

Despierto por la mañana sin ganas de bañarme, es que sigo desilusionado con esto que me ha tocado, algo que busco desesperado y no logro encontrar, pero me digo; hoy puede ser el día por mí deseado y eso me da energías para iniciar mi día; así que me baño, me arreglo y bajo a desayunar, mi madre me ve emocionado, pensará que ya la he encontrado, que ya estoy ilusionado, que ya estoy enamorado, ella a medias me ha descifrado, pues de que estoy enamorado eso no hay duda, la duda sigue siendo en donde ella puede estar, ¿me estará buscando tambien?, ¿será qué nos hemos equivocado o que nuestra brújula se ha dañado?, mientras a mí me señala el norte a ella le indica el sur, o el noroeste y a mí el este, ¿cuántos igual que yo estarán hoy? 

Siguen siendo muchos días los que estoy en estas, te busco y te busco sin éxito, ¿habrá una mujer para mí?, una que me quiera amar cómo lo quiero yo, o ¿ya estará ocupada en brazos de otro mientras yo sigo vagando y caminando en su búsqueda?, ¿será qué ya nos hemos cruzado, que ya hasta hemos platicado y no nos hemos identificado?, pobre de mí, pobre de ti, pues si nunca te encuentro no serás mujer completa, te faltará lo que traigo para ti, nunca lo recibirás, pensarás que te han amado, pero estarás equivocada, pues lo que has recibido son migajas nada más de lo que yo te puedo entregar. 

Otro día más en el eterno andar por este camino que deseo me conduzca hasta ti, mi corazón muere por amar, que maldad fallarle a mi corazón que sigue latiendo con la ilusión de un día encontrar otro palpitar que le de sentido al suyo. 
Les aseguro que estoy enamorado pero aun no la he encontrado, ¿estaré desahuciado en asuntos del amor, condenado a sufrir larga condena sin poder amar?, ¿regresaré a donde un día vine con enorme amor en mi corazón, encargo para mujer que no logro encontrar? 

Llegue al mismo lugar de ayer, seguiré o me tengo que regresar, ¿habrá más adelante quien quiera amar, quien busque con desesperación a un amor?, quizá el mío sea y ella esta en la siguiente esquina, pensando lo mismo que aquí pienso yo, planeando si sigue adelante o si se regresa y trata de probar por la siguiente esquina, encrucijada que nunca converge, solo es un viraje obligado que nos aleja el uno del otro, es que solo he caminado en calle de una vía, pero equivocado hasta hoy estuve, pues el amor es un camino de doble vía. 

Ahora me pregunto, ¿donde habrá una avenida de doble vía?, una que no diga restricción de velocidad, pues caminaré lento, despacio, para que no se pase por mi lado y no me de cuenta, es una pena o una vergüenza el no lograr hallar a la mujer que me habrá de entregar lo que ella trae para mí, lo que me complementa, lo que me sustenta, lo que me da deseos de vivir la vida, vida que hasta hoy es insípida, no tiene sabor alguno, por no tener sazón que le de la razón a mi corazón, tampoco sentido que me de sentido de orientación para saber que camino debo andar para poder amar. 

¿Será posible qué vine a este lugar solo a vagar, en busca de quien amar y me tendré que conformar, con solo imaginar como será amar y ser amado?, por los camino que he andado me he encontrado con otros, los que tienen un rostro de desesperación como el mío, estamos en ese camino del desamor, por no saber cual camino seguir, por ignorar y no escuchar lo que dicta el corazón, que para mí solo me mantiene con vida, pero tambien tiene otras emociones que no logro descifrar, creo que me he equivocado por ignorar su manera de hablar, de palpitar.

Recuerdo haber sentido emociones, las cuales las ignoré por mi desesperación de no dejar pasar a quien pudiera amar y quizá sin saberlo se me pasó de largo, no escuché cuando me gritó ¡ahí está!, esas es la mujer que debes amar, pues me hizo palpitar, me hizo sudar, me erizó la piel, me iluminó el cielo, pero todo esto fue algo que no vi, que no oí, por mi preocupación de encontrar a quien amar.

Nadie me dijo que el amor no es cuestión de ver algo o alguien lindo, algo bello, algo que llame mi atención; el amor es algo que se siente por adentro, que se lleva por adentro, que te hace diferente. Que a veces a quien crees odiar a es a quien en realidad debes amar, pero no, tambien nos distrae un desalmado orgullo que nos impide sentir con nuestros sentidos, nos aísla del entorno que nos rodea y nos ciega, sin permitir mirar por los ojos de esa persona el alma de quien deseo encontrar, ese fue mi error. 

Cuantas veces se cruzó por enfrente y no lo pude ver, por ver lo que no debía ver, ahora debo pagar el quedarme sin amar, pero nunca dejaré de buscar, ahora no lo haré con lo que no tiene valor, lo haré con el corazón, lo haré con el alma, dejaré que mi corazón me de las señales, esas que hasta hoy nunca escuché, nunca sentí, las que no permití que me me dejaran ver lo evidente y es que, el amor no es evidente, es algo que se esconde entre la gente, se disimula, se difumina, porque teme que quien lo encuentre le haga daño, el amor es tímido, es cauteloso, es precavido, porque en toda la historia lo han usado para cosas vanas, que no son su esencia, cosas que las han usado para hacer daño; todo lo contrario. 

Pero que culpa tengo yo, si lo único que quiero es amar, pues desde que llegue estoy enamorado, pero al amor no lo he encontrado, voy de regreso, otro día más sin encontrar a quien amar, búsqueda infructuosa, defectuosa, ¿será qué el amor se le niega a algunos y entre esos estoy yo?, pues, veo que otros tienen la fortuna de amar y amar sin descansar, no se dan tregua para dejar de amar.

Esos me han distanciado de mi lugar, por envidia o por desear ser como ellos, me desvié del camino correcto, ahora esa deberá ser mi meta, regresar al principio y dejarme llevar por cada sensación que me ordena el corazón, este utilizará a mis sentidos, le permitirá a mi alma observar a otras personas que como yo perdidas andan sin rumbo, tratando de encontrar al amor y a quien amar... Esta vez, no voy a fallar te voy a encontrar, pues nunca es tarde para empezar a amar.  




   

El amor no es una casualidad


No es casualidad que me gustes tanto, 
no es casualidad que yo te sea simpático.
No me lo has dicho peor lo puedo ver, es evidente. 

No es casualidad que mi corazón te eligiera a ti, 
no es casualidad que el tuyo late fuerte por mí. 

No es casualidad que exista una fuerte atracción entre nosotros, 
tampoco es casualidad de que tú rías tanto con mis ocurrencias sin sentido. 

No es casualidad que aquella tarde te cruzarás por mi camino, 
no es causalidad que al cruzarte frente a mí sonrieras sin sentirlo. 

No es casualidad lo que nos sucede hoy, 
no es casualidad que mi piel se ruborice al oír tu risa. 

No es casualidad que a los dos nos guste la misma música, los mismos colores, 
no es casualidad que ambos sintamos una gran pena al ver sufrir a un cachorrito. 

No es casualidad que nuestros rostros se enciendan en rojo con un leve roce de nuestra piel, 
no es casualidad que ese roce se llevara a cabo. 

No es casualidad que tengas la figura que me enloquece en una mujer, 
no es casualidad que a ti te gusten tanto mis ojos. 

No es casualidad que me encuentres en cada esquina, 
no es casualidad que me encuentres cuando sales por las tortillas. 

No es casualidad que me encuentres haciendo la fila para inscribirme en el ballet, 
no es casualidad que escuches que tengo dos pies izquierdos. 

No es casualidad que siempre me encuentres en el bus que te conduce al colegio, 
no es casualidad que tú salgas a la hora exacta para abordar el mismo bus. 

No es casualidad que me ponga de pie para ofrecerte mi lugar en el tren, 
no es casualidad que tú aceptes mi lugar aunque el vagón vaya completamente vacío.

No es casualidad lo que hacemos casual aunque sea tan evidente, 
no es casualidad que finjamos no darnos cuenta. 

No es casualidad que me veas en alguna vitrina, lugar donde venden lencería, 
no es casualidad que tú seas pasante en este lugar. 

No es casualidad que mi corazón se agite tanto y que me caliente toda la piel, que mi rostro no pueda disimular mi enorme alegría, 
no es casualidad que tú finjas que no me has sorprendido con el rostro encendido. 

No es casualidad que la primavera sea tan colorida y que me robe una rosa cada día, 
no es casualidad que esa rosa amanezca en tu ventana cada que nace el sol. 

No es casualidad que la huelas y tu pecho se hinche de emoción, 
no es casualidad que me observe por detrás del viejo árbol de don Mario. 

No es casualidad que cuando pase frente a tu casa mi garganta emita un sonido tan elocuente y fuerte, 
no es casualidad que tu hagas como que no escuchas porque frente a ti esta tu celoso padre. 

No es casualidad que ya llevemos tanto tiempo con este juego, 
no es casualidad que ninguno haya tenido antes un romance. 

No es casualidad que espere a que llegue el momento para decir lo mucho que te amo, 
no es casualidad que en tu cuarto hayan mil diarios con nuestra historia. 

No es casualidad que un día llegamos en el mismo instante a inscribirnos en el kindergarten, 
no es casualidad que nos tocara sentarnos uno al lado del otro. 

No es casualidad que hayamos crecido en el mismo vecindario, 
no es casualidad que nuestros padres sean los mejores amigos y vecinos. 

No es casualidad que un día te pregunté si querías ser mi novia, 
no es casualidad que tú te arrojarás a mis brazos y me respondieras que sí con un beso. 

No es casualidad que un día te esperará frente a un altar, 
no  es casualidad que tú tardaras tanto en llegar, para decir que sí. 

No es casualidad que un día te embarazarás y me hicieras padre, 
no es casualidad que tú llegarás a ser la mejor de las madres. 

No es casualidad que la madurez nos llegara y estemos aun juntos, 
no es casualidad que aun te diga te amo y tú te sonrojes. 

No es casualidad que con tanto tiempo juntos cada vez que te amo sea como el primer día, 
no es casualidad que tu sigas pensando que yo soy tu príncipe azul. 

No es ninguna casualidad que con el paso del tiempo aun estemos juntos, que tengamos hijos y ahora nietos y que esperemos juntos el ocaso de nuestra vida, no es casualidad que nuestro amor siga en el cielo. 
No es casualidad que te ame tanto y no es casualidad que tú me ames igual.


Cuando el amor llega nada será casualidad, todo será verdad absoluta, no se necesita de nada más que amor y amar, eso no es una casualidad. 

Y no es casualidad que por hoy solo escriba hasta aquí, no es casualidad que tenga mucho que decir y no es casualidad que otro día te encuentres con este tema y te siga contando más de lo que nunca fue una casualidad. 

¡Hasta otras casualidades!...



La vecina nueva


Ya habían pasado como seis meses de que una chica nueva se mudara a la casa de al lado, desde el día que la vi caminando por el vecindario, recuerdo que fue una mañana en la que me levantaba y lo primero que hice al  desesperezarme fue ver a través de la ventana y justo en ese instante ella pasó, iba muy de prisa, seguramente le cogió la tarde para el trabajo, me acerqué lo más que me lo permitió el vidrio de la ventana pero nada logré, solo alcance a ver, nada, jajaja, me pregunté; ¿quién será esa belleza; de dónde salió?, nunca la vi pasar por acá; bueno seguro porque casi nunca me levanto a estas horas de la madrugada, con ella en mi cabeza me recosté otro momento pero sucumbí en los brazos de Morfeo y me quedé profundo, dormí hasta eso de las 10:30, esa sí era una hora normal para despertar.

Un par de días después, esta vez al anochecer, creí verla de nuevo, ¿sería ella? la seguí pero ella iba muy adelantada de mí y lo que logré ver a la distancias fue que entró en la casa vecina, entonces concluí, no puede ser ella, pues en esa casa solo viven monstruitos. 

Otro día, llegó a casa mi novia, pues me encontraba indispuesto, con una buena gripe, mi novia me dijo algo que en su momento no le puse atención.

_Parece que tienes nueva vecina y por cierto es muy linda.
_¿Eh? ¿de qué me hablas? no hay ser más lindo que tú, además no tengo ojos para nadie que no seas tú.
_Por eso no te cambio.

Me dijo mi enamorada novia, me abrazó y tambien me besó; mientras esto sucedía yo pensaba, ¿será la chica que vi la otra vez?

Al correr del tiempo pasó lo que tarde que temprano pasaría, me la encontré y de frente, ella al verme bajó la mirada y yo me repetí con emoción; es ella, y sí, salió de al lado, me quede esperando para ver si volvía o solo era una mera casualidad, pero al rato ella regresaba con una bolsa y en ella tortillas, la vi fijamente con mi eterna y enigmática sonrisa, ella esbozó una mueca y de nuevo bajó la vista para no tener contacto visual conmigo.

_Hola, ¿eres nueva en el vecindario?
_Buena tarde.

Solo eso dijo, bueno por lo menos era educada, se veía que no era alguien con mucha malicia, ni escuela, era alguien humilde, pero muy linda. 

En otra oportunidad que la vi, ella pasó por mi lado, yo me pegué a ella y caminé a su lado.

_Hola, te puedo acompañar, da la casualidad que vas por donde yo voy, además, no sé tu nombre. ¡Ah! yo soy Sergio.
_Mucho gusto, me llamó Clara.
_Clarita, bonito nombre, es idóneo para ti, pues te llamas como el color de tus ojos.

Ella me vio con extrañeza, pues no hay ojos de color clarito, yo le sonreí y corregí.

_Lo que quiero decir es que tus ojos son bien claros, ya sabes claritos y tú eres Clarita, me entiendes ¿verdad?  

Ella se echó a reír y yo con ella, sin saber qué le había causado gracia, pues, lo que dije era muy claro y evidente. (Ahora que escribo esto, me doy cuenta de que mi buena fortuna con el sexo opuesto era que siempre las hacía reír, les era muy simpático y luego que me conocían mejor, ya era tarde para ellas). A partir de ese día, Clarita y yo nos hicimos amigos. Ella me preguntó en una oportunidad esto.

_¿La chava que a veces viene por acá es su novia?
_¿Eh? ¿me has visto con ella? Pues sí, es mi novia.
_Lo felicito, ella es muy linda.
_Sí, lo es. Pero tú lo eres tambien.
_Gracias.
_Aprovechando. ¿No te gustaría un día de estos salir conmigo a algún lugar, el que tú elijas?
_¡No! No salgo con alguien que tenga novia. 
_Entiendo y te felicito, solo era para conocerte mejor y has pasado el examen.  

Me dije en mis adentros, esta chavita será algo dificil, pero no imposible, ya encontraré la manera de que acepte salir conmigo.

Por más que hice y deshice ella nunca aceptó nada de mí, solo me daba su amistad y era buena, lo bueno era que hasta ese día, por su trabajo y entre otras cosas no le conocía novio, creo que no eramos muchos sus amigos en el barrio. 
Pasaron muchos meses, largos meses y yo cuando me era posible la abordaba para platicar con ella, si algo era evidente era que yo no le era del todo desagradable, ella se la pasaba muy bien conmigo y yo con ella, pero seguía con su ideología de respetar lo ajeno y eso me sacaba de onda, de vez en cuando un apretón de brazo de su parte para mí, o un leve golpecito en mi barriga o mi brazo, en otras, se rejuntaba a mí mientras se reía de alguna ocurrencia mía, pero nada más. Hubo alguna vez que se nos acercó uno de esos silencios que siempre terminan con un inesperado beso, pero nada más y cuando el momento en silencio se estaba poniendo caliente ella se levantaba y se retiraba o simplemente me cambiaba el tema. Y cuando me veía con mi novia, ella ni me saludaba, si lo hacía con ella, pero nada más, mi novia me insistía que era linda y que le agradaba, yo me hacía el que no me interesaba y que además ni estaba enterado de su existencia, pero pensaba; sí, es muy linda y dificil además.

En una oportunidad mi novia me llegó con la novedad de que le habían dado una beca, pues su padre estaba muy bien conectado y que era una oportunidad de esas que solo se presentan una vez en la vida, yo lo entendí, ella, mi novia, sabía que era un riesgo dejarme solo, pues sabía que yo no podía estar solo por mucho tiempo, pero al escucharme ella confió en mí y decidió aceptar aquella oportunidad.

_Mi amor, como dices estas oportunidades solo llegan una vez en la vida, debes de aceptarla, además, esta separación de unos pocos meses nos darán la razón de nuestro noviazgo, sabremos si realmente somos el uno para el otro, así que ve sin pena, yo te esperaré, lo prometo. 

Ella me besó con mucho amor y gratitud por mi apoyo, mientras que yo por dentro ya tenía una fiesta, me repetía es mi oportunidad y no la voy a desperdiciar.
Mi novia se fue, yo regresé a casa luego de despedirla y me encerré en mi cuarto, ahí estuve por unos días sin salir, solo veía a mi vecina y amiga pasar al trabajo y luego regresar del mismo. 

Un día me dije, es hora de salir, así que lo hice, me dirigí al lugar de costumbre y da la casualidad de que en la esquina se encontraba ella con alguien, este estaba recostado sobre un lindo auto, eso no me gustó para nada, al parecer era un nuevo amigo de ella que la conoció por el trabajo y que la había llevado a casa ese día, yo muy discretamente me hice por un lado, justo en un lugar en donde ella se diera cuenta de que yo estaba presente y siendo testigo, me crucé de brazos y coloqué en mi cara una expresión de tristeza profunda, algo que no me fue dificil pues, asi me sentía, era mi oportunidad y aparecía otro fulano y en tremenda nave. 
Luego de esperar a que el fulano de subiera a su nave y se fuera al demonio, cuando lo hizo, ella se arregló la cabellera y se acercó hasta donde estaba, me saludó y yo le respondí el saludo, solo que esta vez no fue tan efusivo como en otras oportunidades; ella seguro pensó que mi actual estado era producto de un ataque de celos.

_No tienes porque ponerte así, él solo es un amigo que recien conozco, además tú tienes a una linda novia.
_¿De qué me hablas? ¡Ah!, supones que estoy en este estado por celos de ti, no para nada, esta claro que solo podemos ser amigos. 

A ella se le encendió el rostro de color rojo, era la primera vez que ella se lucía o presumía en algo  y yo la regresaba a su triste realidad, bajando su autoestima, pisoteando su dignidad de mujer. Y entonces le dejé ir el golpe del knockout.  

_Estoy como me vez, porque mi novia me cortó, me dejó por otro.
_¡No! Pero tan enamorada que se veía de ti. Aun no me lo puedo creer, no parecía ser una chica de esas. Pero no te preocupes me tienes a mí. Que tonta he sido y yo pensando que estabas celosa de mí.
_Así son ustedes las mujeres, no les puede entregar uno el corazón porque ustedes se lo rompen a uno en mil pedazos. ¿Me ayudaras amiga a sobrellevar este dolor? ¿No volverás a ver al tipo ese?
_Claro que te ayudaré, para eso somos amigos ¿no? Y en cuanto a ver al chico ese, le diré que me de un tiempo, que por ahora estoy con alguien, ¿te parece?

Y luego de decir aquello le tomé su mano, la cual temblaba, no de si de miedo, emoción o de algún otro sentimiento, ella aceptó mi mano y nuestros dedos se entrelazaron ambos sentimos algo rico cuando nos acariciamos nuestras manos. Estuve a punto de besarla, pues el momento era inmejorable, el mejor, pero si lo hacía, todo se vendría abajo, todo se echaría a perder, debía de parecer convincente y honesto. 

Al paso de una semana de duelo fingido y de aguantar las ganas de besar aquella ansiada boca, se dio la oportunidad y surgió la magia, nos dimos un eterno y deseado beso, tanto deseado por ella como por mí, asi estuvimos por los meses en que mi novia estuvo lejos, ella se ilusionó conmigo y yo feliz con ella. Hasta que un día mi novia apareció por mi casa, sin avisar ni nada, disque para darme la sorpresa y vaya si me la dio, para mi buena fortuna y vaya que si tenía una buena fortuna, ese día no estaba con ella, Clarita.

_¡Sorpresa!, volví, ¿me extrañaste?
_¡Hola! ¡wao! Vaya que si es una sorpresa... Y claro que te extrañé, no sabes cómo y cuanto. 

Nos besamos, fue un beso apasionado, me pregunto; ¿cómo podía repartir besos apasionados a diestra y sieniestra? ¿sería un don, o sería que era un descarado?, que importa, era una edad en la cual todo me venía del norte y había que disfrutarla al máximo posible, sin importar que terceros salieran heridos, cosas de una alocada adolescencia. 

_¿Me invitas a uno de los helados de doña Leja?
_Seguro, claro, (pensé en Clarita cuando dije esa expresión y mi cuerpo se arrugó, me sentí una porquería, pero la vida tenía que seguir su rumbo). 

Salimos con rumbo hacia donde doña Leja en busca de los helados que tanto nos gustaban, íbamos tomados de la mano y el condenado destino, como para burlarse de los tres, colocó a Clarita en nuestro camino, ella cuando nos vio, dirigió la mirada a nuestras manos, como era costumbre en ella, bajo la mirada al suelo y siguió su camino, en su rostro la desilusión de ver que los novios peleados se habían reconciliado. 

Al poco tiempo Clarita se mudó de casa y no supe más de ella.

Esta historia no me enorgullece mucho, pero Clarita era una chica tan linda que no pude evitar ser un canalla para conseguir estar con ella por un corto tiempo, el cual, aun recuerdo por haber sido tan especial, lastima que no se lo pude decir y no pude explicarle el por qué de mi actitud deshonesta con ellas, pero el fin justifica los medios, y yo me sentí muy bien con ella y seguro que ella conmigo mientras duró. 

Ah, al poco tiempo mi novia se enteró de boca de gente que se mete en lo que no le importa y ella terminó conmigo, era evidente que lo nuestro no era verdadero, mejor hubiera seguido con Clarita, quien quita y lo que tuve con ella si era verdadero, pero eso es tiempo pasado y una experiencia para mi matate. 



Tomado del libro: "Historias de un Adolescente Tímido 2" por Sergio Raga





lunes, 26 de junio de 2017

La maestra de mi prima


Regresaba de pasar la tarde con una amiga, una linda chica que había conocido la recientes pasadas vacaciones de medio año, esos días me los fui a pasar a la casa de mis abuelos, cuando llegué, luego de saludar a la familia, me tope con ella, justo en la sala, ella con mucha presencia se encontraba sentada hojeando una revista, cómo quien no quiere saber nada, pues, ni se imaginaba que además de ella llegaría otra visita inesperada, una vez saludada la familia, me escabullí y me acerqué al lugar donde ella se encontraba, hasta ese momento era ignorado por ella, algo que me gustó, pues era evidente que si ella se comportaba así era porque no era del pueblo y me refiero a que no era alguien de ahí que llegó de casualidad y por algún motivo, pues de haber sido así, no estaría haciéndose la desentendida, por el contrario, estaría coqueteando para conquistarme, pues recuerdo muy bien que por esa época quien llegaba de la ciudad al pueblo, era asediado, por ello en cualquier vacación o feriado prolongado me iba para allá, lo mismo hacían e hicieron mis hermanos mayores, pero estos jamás me lo dijeron, esto lo descubrí con el tiempo y crecimiento. 
Así que esa chica no era oriunda del pueblo, esa chica era tambien capitalina, pero ¿quien era?

_Hola, ¿tú eres?  
_Amiga de Lore.

Claro, Lore, era mi prima, quien estaba estudiando en la ciudad y vivía en casa de uno de mis hermanos.

_Ah, amiga de mi prima Lore, entonces ¿estudias con ella?
_No.

Su respuesta fue así de seca y siguió ignorando a quien trataba solamente de ser amable con ella, pero, quien deseaba ser únicamente amable no se daría por vencido al primer tropiezo, así que me dirigí al sillón de al lado y me senté; ella, se acomodó y dirigió la vista hacia el televisor, el cual nos quedaba justo enfrente de mí, por tanto, ella me dio prácticamente la espalda, lo que aproveche para dar un vistazo a la "carrocería" de la chica y lo que vi me erizó la piel, me dije; tiene razón de darse su lugar, esto estará divertido, serán unas vacaciones inolvidables. 
Luego de observar detenidamente la mercancía, la cual, por cierto, estaba de alta calidad, inmejorable. En eso apareció de quien sabe donde, mi prima Lore.

_¿Ya se conocieron?, cuando no, Sergio es tremendo, ya la debe de estar conquistando.
_Hace la lucha, jajaja.

Rieron las dos, pero eso no me importó, había algo que me había llamado la atención, ciertamente la chica quien se reía ahora con Lore, no era tan como de la edad de mi prima, además, ella la trataba con mucho respeto y de usted, aquí algo no era normal.

_En ese caso los voy a presentar.

Dijo mi prima, para ahora la señorita de enorme belleza tuvo la delicadeza de voltearse hacía mí, yo la recibi con mi eterna y seductora sonrisa, no me habia fallada hasta ese día (no digo que me fallara ahora), ella tenía unos movimientos que le daban cierta jerarquía, que le daban gallardía, no era como el resto de compañeras de mis primas que antes conocí, no era tan alocada, ella tenía su no sé qué. 

_Este que ahora sonríe hipócritamente, es mi querido primo Sergio. Sergio, ella es Leticia, mi maestra de psicología.

Claro, ahora todo tomaba sentido para mí. Ella, con mucha seguridad me extendió la mano y me indicó su seguridad apretando mi mano, yo por mi lado acaricié disimuladamente la suya, ella por supuesto que se dio cuenta, pero a pesar de que era la maestra de psicología de mi prima, era una chica joven, tal vez estaba haciendo practicas o estaba recien graduada. 

_Mucho gusto, Sergio.
_Igualmente.

Dije sin quitar la sonrisa de mis labios, a esta chica había que caerle con la artillería pesada.

_¿Así qué todo este tiempo me has estado analizando? Eso carece de ética ¿no crees?
_Quien me ha estado hasta desnudando con la mirada, ese eres tú, y eso, no tiene ética, ni moral, aquí ni en cualquier parte del mundo. ¿no crees?
_Touché, jajajaja. Bueno, puedes hacer lo mismo conmigo.
_No gracias, ya con lo que he visto es más que suficiente para mí.

Y sonrió muy segura, yo pensé; segundo touché.

_Bueno, entonces con tu permiso, me daré un baño y después, si gustas te muestro el pueblo.
_Creo que eso lo hará Lore, pero gracias. Te enjabonas bien para quitar todos esos pensamientos libidinosos que llevas ahora en tu cabeza. 

Y sonrió. Pensé, tercer touché. Yo tambien sonreí, pero esta vez mi sonrisa creo, surgió efecto en ella, no sé que efecto, pero hizo algo, pues lo vi y lo presentí.

Cuando salí del baño, busqué una ropa que me diera cierto estatus, algo que me hiciera ver mayor e interesante. Me vestí, peiné y me rocié la mejor loción. Al estar listo, mi primo me esperaba, nos dirigimos al lugar social de todo pueblo, el parque, mientras caminaba iba saludando a parientes, conocidos y a las chicas que se me acercaban ofreciendo algo que ahora no me interesaba de ellas, mi mente y deseo tenían atención particular, cuando nos acercamos más al parque, sucedió lo evidente, con mi prima y Lety un grupo de chicos del pueblo, como rabiosas fieras esperando una oportunidad para devorar a la presa, me dije para mis adentros; pobres incautos, no saben quien es esa belleza, ella se los comerá con sus comentarios psicológicos. 
Un momento, me dije, para luego esbozar una sonrisa picara; si eres psicóloga tengo que estar un paso a delante de ti, así que una vez encontrada mi estrategia te tendré en mis manos. 

Mientras caminábamos con mi primo, me percaté de que ella observaba por todos lados, claro que no era para encontrarme, sino para conocer el lindo pueblito perdido en el oriente de mi país. Entonces, ella nos vio, al hacerlo, no pudo disimular, por muy colegiada que fuere era una mujer, percibí que se puso algo nerviosa, entonces detuve a mi primo de golpe, eso le causó extrañeza a ella, quien imagino, pensaría que llegaríamos a marcar territorio, pero no, me detuve y con mi eterna sonrisa, la cual la dirigí a una chica que en algún tiempo salimos en uno de mis viajes, ella al ver mi sonrisa se sonrojó y se vio obligada a saludarme con un movimiento de su mano, entonces le pedí a mi primo que me acompañará hasta donde se encontraba la chica con otro grupo de señoritas bonitas, porque no, si que lo eran, Lety nos siguió con disimulo con la mirada, al llegar saludamos de beso a las chicas, a quien le llamé la atención, pensaría; ya se me arregló la noche, pero yo, aunque estaba dispuesto a arreglarle la noche, se me prendieron las alarmas y me dije; momento, si haces algo equivocado todo se te vendrá para abajo. Así que la noche solo fue de tertulia y de ver que sucedía por el otro lado del parque, la estrategia parecía estar dando resultados.

Al día siguiente, como era costumbre, me levanté muy tarde, ya saben, la hueva de la adolescencia. Mi primo ya estaba levantado y haciendo alguna actividad del campo, que si con los caballos, las vacas, los cerdos, cosas sin importancia para mí.

_Vaya, se despertó el bello durmiente.
_Hola Lic, ¿cómo dormiste? Y le besé en la mejía, el hielo estaba completamente derretido.
_Yo siempre duermo como bebe.
_Pues como no, si aun lo eres.
_Gracias, qué dulce.
_¿Ya desayunaste?
_Hará un par de horas. Ve y desayuna. Yo leeré un poco.

Más tarde, el calor era insoportable, así que ella se baño y salio con diminuta ropa de su cuarto, al hacerlo y verme con quien sabe que cara, ella sonriendo hizo unos pasos que haría una modelo, se colocó de perfil, luego me dio la espalda, en fin, hizo lo que quiso con mi psiquis adolescente-calenturienta. 

_¿Qué te parece?

Yo solamente logré hacer algunas señales que daban mi aprobación, ella sonrió satisfecha, sin lograr decir una palabra me acerqué hasta donde ella estaba y cuando pude hablar le dije.

_Oye, me gustaría escuchar una opinión profesional de ti.

Ella se colocó en modo de curiosidad profesional, me vio como queriendo preguntar, de qué me hablas. Mi estrategia había dado inicio, buena o mala, había logrado su atención, para aquella fecha ya había tenido experiencia con una psicóloga, por mi problema, el cual ya les he compartido en otra de mis historias.

_¿Me puedes ayudar? Por favor.
_Pero estamos de vacaciones, no creo que sea prudente.
_Te comprendo, pero solo es una opinión profesional, no te quitaré mas que un par de minutos o tal vez media hora, o una hora, o el resto del día. 

Ella sonrió y yo tambien, le hice una expresión de suplica hollywoodense, que ella accedió.

_Pero, ¿por donde podríamos hablar sin ser interrumpidos?
_Pues, en el parque, a esta hora está vacío. 

Salimos de la casa de mi abuelita y nos fuimos para el parque, efectivamente a esa hora estaba vacío, nos sentamos sobre una banca por debajo de unos cocales, pues ellos nos tapaban del sol y empecé mi telenovela.

_No te contó Lore, que ya he estado en tratamiento con una psicóloga, no tan sexy como tú, pero así fue.
_Me estas engañando, esto lo haces para estar conmigo a solas, ¿verdad?
_Touché, pero no, es en serio.

Y luego de contar mi historias, ella me escuchó y luego me aconsejó, me dio buenos consejos, sin duda alguna. Ella ahora me veía de manera diferente, ya eramos muy buenos amigos, mi estrategia sin duda había dado resultado.

Aquella noche, ella fue mi compañía, nadie se nos acercó, para los chicos del pueblo la joven psicóloga ya era de mi propiedad, pero en nosotros estaba naciendo una amistad muy interesante.

_Oye, mira que pies tan lindos tienes.

Le dije, de una manera que casi se sobresalta cuando me escuchó, que una vez dadas las gracias echo a reír como loca y en mi rostro mi cálida sonrisa, ella seguía riendo, no se podía controlar, al cabo de un tiempo logró controlarse y se quedo callada, simplemente observándome, yo no dije nada, simplemente empecé a acercarme a ella, lentamente, muy lentamente, cuando nuestros labios estaban a un centímetro de distancias y nuestros pechos se aceleraban, ella lamentablemente habló, arruinando el momento.

_Nadie antes me dijo algo sobre mis pies, realmente eres tierno y lindo, gracias.

Y luego llegó el zarpaso letal...

_Es una pena que me guste tanto tu primo, lo siento, pero si no me gustara tanto, no me importaría ser mayor que tú, pues me gustas, eres muy tierno, pícaro y esa sonrisa; wao, y si a eso le agregas tus ocurrencias, lo digo por lo de mis pies, otro wao. Pero no puedo, pues si lo hago, es decir si te beso, perderé una oportunidad con tu primo. 
_Lo entiendo, además quiero mucho a mi primo, no le robaría la oportunidad de estar contigo.
_Confirmado, eres increíble, especial. Lo siento.

Ella se levantó y se encaminó hacia donde estaba Lore y el resto de primos y amigos, entre el grupo, el afortunado de mi primo, quien lamentablemente para ella, era super tímido.

_Es una tonta esa capitalina.
_¿Por qué?
_Dejarte solo. Es una tonta.

Eso dijo la chica de la otra noche mientras se acercaba a mi boca y me propinaba un rico beso, yo observé que la lic, me veía y seguro estoy, que muy adentro de ella, deseo ser quien me besaba.

Las vacaciones se terminaron y viajamos de regreso a la ciudad, esta vez, veníamos juntos, ella se dormía en mi hombro, no intenté nada pensando en mi primo, pues, lo quería mucho como para traicionarlo. No supe si pasó algo entre ellos o no. 
Lo que si sé, es que una vez en la capital, nos seguimos hablando por teléfono y muchas veces la visité en su casa, salimos, nos divertimos juntos por largo tiempo. Pero esta es otra historia.




Tomado del libro: "Historias de un Adolescente Tímido 2" de Sergio Raga






Solo lo puede dar el amor


Cuando alguien te llene de cosas, de joyas y rosas, 
no sé si todo eso sea lo que deseabas para tu vida. 
Me podrás haber olvidado, pero jamás lograrás olvidar 
cada beso que tatué en tu piel.

Cuando alguien te regale una casa con las más bellas cosas 
y tengas servidumbre y un mayordomo.
Me podrás haber olvidado, pero jamás podrás olvidar 
aquellas caricias que duraban toda la noche.

Cuando alguien te entregue y conceda cada capricho, 
te llene la cochera de coches y los mejores vestidos. 
Me podrás haber olvidado, pero jamás podrás olvidar 
nuestras tardes de risas y abrazos frente a la chimenea.

Cuando alguien te tome del brazo 
y te luzca en los mejores cócteles de moda 
y te haga dormir en los mas lujosos hoteles. 
Me podrás haber olvidado, pero jamás podrás olvidar 
que te hiciste mujer en mis brazos.

Cuando quien ahora te ame, te acaricie y tambien te bese, 
sabrás que nunca me has logrado olvidar, 
pues cuando estabas conmigo eras la mujer más completa 
y feliz de esta tierra. 

Y esa felicidad que has conseguido a mi lado 
jamás él te lo hará olvidar, siempre en tus pensamientos estaré yo, 
quien en la pobreza te hizo la mujer más rica del mundo 
con cada caricia, con cada abrazo, con cada beso.

Más recuerda que nunca tendrás jamás quien te quiera cómo te amé yo, 
no lo disimules, pues quien duerme contigo ya se dio cuenta, 
pero se lo soporta, porque eres una mujer muy hermosa.

La pobreza fue la que nos separó, 
pero aunque ahora tengas todo lo que siempre deseaste 
siempre te faltará lo mejor y eso solo lo puede dar el amor. 



Yo te amo



Por esa manera de mirar
que tienes para mí,
yo puedo presentir 
que tú sientes lo mismo.
 Algo que ni tú ni yo
se atreven a gritar,
ninguno puede mentirle al corazón.

Al ver tus labios temblar
creo verlos murmurar
algo que tambien yo quisiera decir,
pero sigues callada justo frente a mí
al igual que yo sin poder decir;
yo te amo.

No es necesario hablar
solo con ver tu manera de mirar
y creer que tus labios quieren musitar
lo que no me atrevo a gritar,
decir un yo te amo.

En ese tiempo un par de niños 
que les ganaba la vergüenza.

Al encontrar hoy a la mujer 
y ver su manera de mirar 
te pude recordar.

Mi corazón que no me puede mentir
al ver la expresión de tu rostro 
podría segurar que a ti te sucedió lo mismo
y pensé; por fin podre gritar: Yo te amo.

Pero cuando me acerqué 
y te quise confesar aquel gran amor 
que nos llegó en la niñez,
seguías mirando de aquella manera 
que aún me acelera el corazón 
y que nunca en otra logré encontré.

Con la madurez que dan los años,
y ya sin vergüenza, timidez, ni engaños, 
te quise confesar lo que tú ya sabes de mí
y yo de ti.

En el justo instante 
en que te lo iba a confesar, me dices:
No digas nada, yo lo sé, siempre lo supe, 
pero es tarde ya, 
estoy casada y tengo una familia.

Mis labios se callaron 
y tú escuchaste sin verme hablar
cuando mi corazón te repitió 
como en el pasado un desesperado 
yo te amo.

Al mirar tus ojos de gran expresión, 
con verlos logré mirar
que ellos se inundaron con una tempestad,
entonces sin decir nada, 
ambos nos dijimos adiós 
y aquel grito que me guardé 
jamas lo pudiste escuchar,
ni yo lo pude de mi pecho expulsar.

Me repetí; tal vez sea lo mejor,
se nos fue el momento de las manos
a pesar de que solo éramos unos chamos
debimos de luchar por ese gran amor,
pero hoy tarde es.

¡Yo te amo!... Repetí, 
en mi mente lo grité y al verte partir 
tambien de ti creí escuchar
un grito desgarrador que me confirmaba
lo que aquel mirar y tus labios
un día no se atrevieron a gritar...

De ti tambien escuché aquel grito desgarrador.
Yo te amo.








viernes, 23 de junio de 2017

El Jardín de la Vida


Salí al jardín de la vida, en él, me perdí, me sumergí, con mis cinco sentidos paseaba por sobre una verde y suave grama, me detenía con una rosa, más adelante con un clavel, tambien me llamó la atención alguna colorida mariposa, acaricie sus frágiles alas, ella me sonrió y luego voló, de mí se alejó, yo seguí encantado entre mil rosas de aquel jardín, era la primera vez que me asomaba, mi primera primavera, en mi pecho la emoción, la sensación de que la vida era maravillosa, hasta que llegué a aquel tapial, me pregunté; qué habrá en el otro lado, por un instante estuve tentado a complacer mi curiosidad, pero el aroma del jardín me atrajo de nuevo mis sentidos de joven enamorado e ilusionado, entonces regresé, mientras por el jardín caminé a mi mente regresaron los momentos cuando aquel lugar fue un enorme terreno baldío, rocas, basura, pestilencia, ropas sucias, hogar de animales ponzoñosos y otros andrajosos y vagabundos, mi madre me dijo; en este lugar construiré el más lindo jardín y rápido yo me apunté, le dije; madre yo te ayudaré, ella con amor me sonrió y me dijo; haces bien hijo, pues un día disfrutarás del mejor jardín cuando a tu vida llegué la primavera de tu vida, entonces, al regreso de la escuela iniciaba mi trabajo, primero fue una limpieza general, luego, a la basura lo que no servía, después a fumigar y desterrar a todos aquellos malvados bichos, para al final sacar el ripio y las rocas que yacían adentro el barro, al dejar limpio aquel lugar corrí con el tendero a comprar el abono para que el suelo fuera fértil, lo aboné y una vez terminada mi faena, mi madre y yo nos encaminamos al vivero y compramos sobres con muchas semillas de lindas rosas y claveles, entre otras bellas flores, además, las semillas de la verde grama, utensilios de jardinería para iniciar nuestra linda labor. 

El tiempo transcurrió y con el jardín mi niñez llegó a su final, mi madre tenía razón, la primavera le llego a mi vida, cuando estuve ya crecido abrí las puertas de mi casa y salí a disfrutar del lindo jardín de una vida que con ilusión iniciaba, me encontré con las más variadas y lindas rosas que una vez con mi madre y con esperanza e ilusión juntos sembramos, pero cuando vi a la más linda flor, era una rosa de color especial, me acerqué para admirarla, ella al verme me dio la espalda, fue indiferente, eso para mí fue natural, mi inocencia no me permitió ver al clavel de al lado que me demostraba interés y me ofrecía sus bellos y suaves pétalos junto a sus pistilos, yo estaba hipnotizado con aquella rosa, la que me dio su espalda y escondió su aroma, espantó a la mariposa y se le ofreció a una abeja que por el lugar buscaba la mejor miel, yo seguí intentando acariciar su piel, aspirar su aroma, deleitar mis ojos con esos colores, saborear su miel, pero lo que de ella recibí solo fueron sus espinas y una picadura de la abeja que estaba sobre ella, me dije; he sembrado rosas, pero lo único que obtuve de ellas fueron sus espinas. Mientras aquel lindo clavel me veía desilusionada y acongojada al ver mi sufrimiento quitando de mi piel todas las espinas que me propinó esa linda rosa que robo toda mi atención, y me hizo ignorar al resto del lindo jardín, con mis dedos sangrando y mis brazos rasgados y un enorme dolor por el veneno de la condenada abeja, regresé a mi casa, mi madre me recibió con una mirada de pesar, me dijo; hijo, la vida es muy bella como nuestro jardín, pero tiene mil rosas lindas que solo te entregarán sus espinas, debes tener cuidado de ver mejor a un lindo clavel, debes aprender que tambien en ese jardín encontrarás otros que son salvajes y malos, que en el menor descuido te sembrarán su aguijón y te introducirán su veneno, debes de tener cuidado con quienes te juntas y a quienes les entregas tu confianza y tu amistad, si no lo haces solo tendrás espinas y aguijones en tu piel y ponzoña en tu sangre, ten cuidado, que ellos no terminen con tu primavera la que a penas hoy estrenas. 
Sal de nuevo al jardín y mira bien, no te deslumbres por lindos colores y sabrosos olores, eso no son los mejores, mira bien, observa mejor, verás que en algunas flores las prefieren mariposas sensibles y bellas, ellas reposarán sobre las mas dulces flores, aunque sus colores no sean tan brillantes como las de las rosas con largas espinas, ve y no temas en disfrutar de ese jardín que es la vida, pero busca y observa bien, siente lo suave de la verde grama, mira bien y verás que el rocío amanece sobre todas las especies del jardín, eso debes hacer, ser como ese rocío que no ve color ni busca el mejor olor ni la más rica miel, sal y experimenta la vida, pero esta vez mira bien. 

Salí de nuevo al jardín, sobre mi piel mil curitas y desinfectantes, pero de nuevo la misma rosa, era encantadora y divina, ella opacaba lo que estaba a su rededor, pero algo me hizo por un momento mi atención variar, mirar a un lado de ella, era una linda mariposa con enormes alas de mil colores brillantes, reflejaban los rayos del sol, ella ignoraba a la linda rosa de enormes espinas, entonces recordé lo que mi madre me aconsejó y mire muy bien, y sí, al lado de la bella rosa, el más lindo clavel y en él, unas pocas espinas, menos puntiagudas, ella nunca me dio la espalda, le dijo a la mariposa; mueve, agita tus lindas alas y al hacerlo mis ojos se dirigieron hacia aquel clavel quien me pedía con sus tersos pétalos que me acercara, me decía ven, yo caminé y la rosa de nuevo se volteó y a la abeja le llamó, esta de inmediato se acercó pero yo no le temí y hasta a su lado caminé, esta vez a la rosa la ignoré y en el lindo clavel me concentré, la mariposa me permitió acariciar sus frágiles alas, eso me dio confianza y luego las agitó y de allí se alejó, entonces mis ojos observaron lo bello de aquel clavel, aspiré su delicioso aroma y sentí lo suave de su piel, me entregó un poco de su miel y no era empalagosa pero si deliciosa y sus espinas me rasgaban pero sin hacerme daño; la rosa al ver lo que sucedía a su lado a la abeja le ordenó que se alejara y me ofreció el mejor aroma y la más rica miel, pero yo recordé que lo que de ella recibí solo fueron sus espinas, eso no me gustó, ahora me interesaba aquel clavel. 

Mi madre salió de nuestra casa y me dijo; veo hijo que has encontrado rica miel, lindos colores, deliciosos aromas y pocas espinas, además el cariño de la más bella mariposa, si madre así fue, ella sonriendo y con tijera en mano, dijo; les doy mi bendición y agregó; hoy tendremos visita así que decoraré mi mesa con esta linda rosa, y su tallo, el de la bella rosa mi madre cortó, hasta ahí llegó la hermosa rosa que a mi primera primavera me dañó, me lastimó, mi madre se alejó con ella, yo le di mi espalda pues mi primavera era tan corta como para perder mi tiempo viendo a la rosa que con pena se alejaba de la mano de mi madre para adornar nuestra mesa. 
Y aquella bella rosa al cabo de unos días se marchitó, sin embargo mi clavel sigue hermoso en el centro de mi jardín y de mi corazón. 

Pero el tiempo pasó y aquel clavel tambien se marchitó, para entonces mi primavera nos llegó al final, fuimos felices ese verano, el primer verano de mi vida. Al finalizar esa primavera, me recordé del tapial al final del jardín, caminé hasta él y esta vez le di rienda suelta a mi curiosidad y lo que vi del otro lado del tapial fue a un enorme bosque, en él, otras maravillas, mi madre desde la puerta me vió, me sonrió y me dijo; anda hijo, que la vida te espera, empieza tu andar. 
Y me fui, me introduje en el enorme bosque, lugar en donde encontré el resto de mi vida. 




Eterna condena


Ya no quiero ser tu amigo,
quiero que por mí sientas celos,
hoy me lo he propuesto,
quiero te prepares para encontrar 
al mejor de los amores,
olvida al que hasta hoy 
solo ha sido el mejor de tus amigos,
creo que si combinamos el amor y la amistad
mucho habremos ganado.

Voy por ti, voy por tu corazón, voy tu amor.
Pronto sentirás por mi muchos celos,
olvidaremos la amistad que nos unió,
hoy me he propuesto 
ser el más grande de los amores
que algún día como mujer deseaste.

Ya no quiero ser tu mejor amigo.
Ya no quiero que me cuentes tus desengaños.
Ya no quiero que me comentes tus sueños con otros.
Ya no quiero que me compartas esos celos por ellos.
Ya no quiero que busques en otros lo que por ti yo siento.
Ya no quiero verte como lo que hasta ahora somos,
el mejor de tus amigos.

Hoy me lo he propuesto, 
ser el más grande de tus amores
y si Dios así lo quiere, nuestro amor 
será como una eterna condena.

Desde hoy yo te condeno...
A recibir amor día tras día. 
A recibir mil abrazos tres veces al día.
A recibir mil besos en tus labios, en tu piel y por donde se pueda.
A recibir por lo menos una vez a la semana un ramo de rosas. (flores)
A envejecer juntos y tener una docena de hijos.
A empalagarte con mil palabras lindas y caricias las mejores.
Esa será tu condena y la cumplirás entre mis brazos.

Porque desde hoy 
te declaro la más deliciosa de las guerras.
Me he propuesto 
que dejes de ser la mejor de mis amigas.
Quiero sentir de ti todos esos celos 
que te de un corazón enamorado.

Te lo debo de advertir, 
que a partir de hoy mi devoción 
sera conquistar tu corazón.