lunes, 3 de julio de 2017

Una vieja deuda Capitulo 1


Salieron de madrugada a pesar de que se les dijo que no se fueran, que esperaran hasta el día siguiente, que se quedaran a dormir, pero uno de ellos no quiso, pues tenía a su mujer embarazada en el noveno mes, al ver que su mejor amigo se retiraba, decidió irse con él, este estaba mucho más embriagado que el primero.
_Te iré a dejar a tu casa, estás muy tomado.
El otro solo balbuceó, nada se le entendió, así que quien conducía se dirigió en sentido contrario al de su hogar, para dejar seguro a su amigo, al llegar al lugar por donde vivía el más borracho, este le dijo casi de un grito.
_¡Detén el auto!
Quien conducía, detuvo el auto de golpe y una vez este con el auto detenido, preguntó.
_¿Qué te pasa, qué sucede?
_Nada, ¿nos tomamos la última? por favor. 
Este sonrió, y aceptó.
Parquearon el automotor y descendieron de él, caminaron hasta el lugar en donde se beberían la última bebida embriagante antes de despedirse. 

Mientras se bebían la cerveza y hablaban, bueno, uno hablaba y el otro solo balbuceaba, se acercaron tres tipos a ellos, uno de los tres, el líder de ellos, preguntó al que para los del lugar era el desconocido.
_¡Hey tú! Si tú.
Johan simplemente lo observó y luego lo ignoró, pues quien se dirigía a él estaba también tomado.
_¿No escuchas? te hablo a ti. ¿Eres hijo de Smith no es así?
Esta pregunta le extrañó a Johan, pues, efectivamente su padre se llamó así, seguramente era alguien conocido de su padre, alguien a quien él no conocía.
_Afirmativo, ese es el nombre de mi padre. ¿Lo has conocido, pues, el mes pasado falleció? ¿Te conozco?
Sin responder a ninguna de sus preguntas el chico se le echó encima con furia y le propinó un golpe en la mejía, a Johan se le sacudió el rostro, mientras su amigo, Watson estaba casi inconsciente. Al recibir el golpe, el cual lo tomó desprevenido y que detrás de ese golpe le venía el otro, y con el otro golpe, los otros dos amigos de John se le dejaron ir sobre Johan, pero Johan, lo recibió haciendo un desplante y John siguió de largo hacía el suelo, mientras golpeaba al segundo y lo tomaba colocándolo por enfrente como escudo para que este recibiera el golpe del tercer amigo, una vez este golpeaba a su propio amigo, Johan le dio una patada en las bolas y por el suelo yacían los tres amigos, que agredieron a quien nunca se lo esperaba. 

John se levantaba del suelo y en su mano un cuchillo, Johan se extrajo la chamarra de cuero y se la envolvía en el brazo, John se le abalanzó con el arma de hoja brillante por delante, pero este fue recibido por el brazo protegido de Johan quien hábilmente le despojó del arma, para ahora entregarle un golpe en la barbilla, el cual lo regresó al suelo sucio, otro de los amigos, el que fue golpeado por el otro de ellos mismos, intentó ponerse de pie, pero el puñal de John se lo impidió al ensartarse entre sus piernas, muy cerca de sus testículos. 
El dueño del bar pajeó su escopeta indicándoles que haría uso de ella si la riña no se detenía. 
_Amigo, mejor tome a su compañero y lárguense, no quiero que me cierren el establecimiento por estos tres drogadictos. No se preocupe por la cuenta, esta corre por parte de la casa. Ah y no vuelva. ¿Entendido?

Johan levantó a su amigo, quien no supo nada de lo que sucedió en aquel lugar, pasaron entre los tres que lo agredieron y que únicamente pudieron darle un golpe, llegó hasta su auto, como le fue posible colocó a su acompañante adentro y más tarde lo dejó en su casa. 
Despues de ello, se dirigió con rumbo a su casa, mientras conducía se preguntaba el por qué de la agresión de los chicos, esto pensaba mientras conducía por el camino solitario, cuando le timbró el celular. Se trataba de la clínica donde nacería su hijo, en la clínica su esposa estaba en labor de parto, cuando se hizo presente lo llevaron hasta donde estaba naciendo su hijo. Un varón.

17 años después.

Johan Jr. salía de una fiesta con su primo, Stuard. Subieron al auto de Johan y se alejaron de la casa de la fiesta, en su organismo ya llevaban además de alcohol un par de porros de marihuana.
_Sabes Jr. me han dicho que por el sur hay lugar en donde podríamos tomarnos unas cervezas. ¿Qué dices?
_¿Por el sur?, mi padre me ha dicho que no debo ir por allá, he escuchado que es un lugar muy peligroso, creo que no es una buena idea.
_¿Acaso eres una gallina? Vamos, eso deben ser puras huecadas. ¿Te imaginas cuando se enteren que estuvimos por allá? seremos los más populares, seremos leyendas. Insisto, vamos.
_No lo creo, no me parece ser una buena idea, además ya tenemos lo que queremos, no necesitamos ser más populares de lo que somos.
_Eres una gallina, una clueca, sabía que no tendrías el valor.
_Está bien, vamos, pero solo iremos y pasaremos de largo, solo eso.
_Eso no importa, nadie sabrá que solo eso hicimos, pero les contaremos que estuvimos ahí. ¡Seremos famosos!
Los chicos se hicieron hacia la zona sur del poblado, entraron en una carretera solitaria, Jr. condujo por casi media hora.
_Mira Jr. allí debe ser.
_Seguramente.
Pasaron por enfrente del lugar, Jr. no se detuvo, avanzó medio kilómetro y se encontró con un retorno lo tomó y regresó. Al pasar frente al lugar su primo Stuard, le dice a Jr.
_Detente y tomemos una cerveza.
_Estás loco, te dije que solo pasaríamos y regresaríamos.
Así lo hizo Jr. 

A la mañana siguiente Stuard hacía alarde de que habían estado en el sur, justo en un bar y que habían bebido unas cervezas, los chicos no se lo creyeron, la duda estaba en el ambiente, uno del grupo les dijo.
_Tienes alguna prueba de haber estado ahí.
_Sí, mi palabra y la de mi primo. ¿No es así Jr.?
_Sí estuvimos ahí, pero solamente pasamos por enfrente, jamás bebimos una cerveza y nunca estuvimos adentro del lugar.
Esto si lo creyeron los chicos, los cuales preguntaban del lugar, las chicas tambien tenían curiosidad y esto a Stuard le gustaba, ser el centro de la atención, sentirse deseado por las chicas más lindas y ardientes del colegio.

_No señor Johan, no los hemos visto hoy.
_Mi hijo me dijo que estarían con Stuard aquí.
_Sí, los invitamos pero no vinieron, no se que les pasó, o donde estén. 
_No sé donde podrían estar señor Johan.
_Bueno gracias Jimmy, si sabes algo o los ves, diles que los busco.
Johan se veía preocupado, pues Jr. no era un chico que desobedeciera sus órdenes y siempre estaba donde él le decía a su padre. Mientras Johan arrancaba su vieja camioneta, una chica se acercó por la ventana y la golpeó.
_Christy, ¿qué sucede hija?
_Creo que Jr. y Stuard están en el sur.
_¿Estás segura, Jr. tiene prohibido ir allá?
_Estoy segura Señor Johan.
_Me es dificil creerte, ¿por qué mi hijo me desobedecería?
_Fue una apuesta de Stuard, usted sabe cómo Jr. apoya a su primo, fue por ello que lo llevó hasta ese lugar, seguro estarán ahí. ¿Por qué no lo llama al celular verá que no le miento?
_Gracias Christy, pero ahí no hay buena señal, eso lo recuerdo bien.
_Cómo ¿usted conoce ese lugar?
_Estuve ahí alguna vez, Christy. Gracias.

Efectivamente Jr. y Stuard se encontraban en el lugar, solo que esta vez habían entrado al bar, para hacer efectiva la apuesta que Stuard hizo, Sergei quien les hizo la apuesta los llevó hasta el lugar y les dijo que los esperaría unos metros a la salida pero este se largó y los dejó en el lugar, Sergei, odiaba a Stuard, bueno a muchos Stuard no les agradaba, no era el caso de Jr. pero eso no les importaba, apuesta era apuesta.

Los chicos se encontraban a las afueras del bar, intentando entrar y así ganar la apuesta, pero no les era posible entrar por ser menores de edad. Quien estaba en la puerta les pedía con el rostro endemoniado que se alejaran del lugar o tendrían problemas, estos le ofrecían dinero al mal encarado que les impedía entrar. El trato era que por unos dolares entrarían se tomarían una foto con un licor en sus manos y ya, se largarían del lugar, pero el guardián de la puerta no aceptó el soborno. 
Los primos caminaron para donde supuestamente los esperaba Sergei, pero al hacerlo pasaron por el lado de un lugar donde un hombre se encontraba drogándose y manoseando a una linda chica, la cual a cambio de algo sucio este le daría un poco de droga. Mientras caminaban ambos le llamaron la atención al hombre que se aprovechaba de la joven a cambio de un poco de droga.
_¡Quita!
_¿Y mi droga?
Suplicó la chica limpiándose la boca, el hombre le dijo de nuevo.
_¡Quita perra!
Se dirigió hacia donde caminaban los primos.
_¡Hey tú! ¡Si tú!
Ambos primos se detuvieron al escuchar el grito del hombre, con pantalón de mezclilla y camisa a cuadros de colores rojos. Stuard hizo una seña, señalándose al pecho, cómo quien pregunta, si es a él a quien le hablan.
_Tú no idiota, el otro. ¿Te conozco?
_No lo creo señor.
Para esto el tosco, drogado y embriagado hombre se acercó a los chicos.
_Deja ver bien.
Dijo mientras le cogía la mandíbula, orientando la cara de Jr, hacia una de las tenues luces del asqueroso y horrible lugar.
_Sí. Te conozco, eres igual a tu padre y mucho más a tu abuelo.
_Oigan chicos, miren lo que me encontré.
Se acercaron sus inseparables y drogos amigos de toda la vida. Se pararon a los lados de los primos. Uno de ellos, se atrevió a preguntar.
_¿Quién es?
_Míralo bien, ya pasó tiempo pero aún te duelen los huevos, jajajaja.
_No te entiendo John. ¿Quienes son las niñas? 
_Jajajaja! 
Rieron todos a la vez.
_¿Los vamos a violar?
Preguntó el tercero. John le acercó el rostro a Jr. con su mal aliento y el rostro muy cerca de Jr. respondió.
_Aún no. Jajajaja. Primero beberemos una cerveza para celebrar esta reunión.
_No gracias.
Dijo Stuard quien casi se orinaba, mientras que Jr. no decía nada, simplemente veía a quien le sujetaba por la mejía.
_Te crees rudo ¿no hijo? Veamos que tanto lo eres. Bebe.
_¡Deja al muchacho John!
Dijo quien cuidaba la puerta del lugar, pero John respondió intimidante.
_No te metas Samuel. No es tu asunto.
Le respondió John a Samuel, quien cuida la puerta del bar. Y a lo que sus amigos estuvieron de acuerdo con su lider, esto colocaba a Samuel en una situación un tanto incomoda pues, conocía de lo que eran capaces los tres cuando estaban bebidos y drogados, además no deseaba que el bar sufriera daños.
_¡Bebe nena!
Le gritó intimidatoriamente John a Jr.
_¡No lo hagas hijo!

Se escuchó una vos desconocida entre las sombras, una vos que resonó firme y fuertemente por todo el lugar, esto hizo que John soltara a Jr. y que los tres compinches se pusieran atentos hacia el lugar de donde provino la orden para el chico de no beber, lo que estuvo a punto de hacer.
_¿Quién eres? Sal para que te vea cobarde.
Ordenó John al desconocido que seguía encubierto entre las sombras, mientras que los dos amigos de John se apostaban amenazantes a los costados de John, quien se colocaba de manera desafiante, tal cual un duelo de vaqueros, pero en medio de ellos seguían los primos, uno muriendo del miedo y el otro asustado pero sin demostrarlo.
_¡Te he ordenado que salgas! ¡Quiero ver tu cara maldito!
_Es mejor que todo quede así, suelta a los chicos, deja que se larguen y todo estará bien.
_Ya nada estará bien, ni para ti, ni para estas dos niñas.
_¡Sal de ahí! Te lo ordeno. O si no, esta niña morirá. 
Eso dijo John, halando a Jr. y colocándole su asquerosa mano en su cuello, el chico le tomó la mano para impedirle que esta le apretara el cuello, pero eso no era posible, John era tosco y maligno.
_No te atrevas a hacerle daño al chico, no le hagas un solo rasguño.
_O si no, ¿qué? ¿Qué harás maldito?
Esta vez John extrajo un cuchillo, su hoja brilló al hacer contacto con la tenue luz, los otros dos compinches tambien extrajeron los suyos. John de un golpe colocó al chico frente a él y colocó la hoja sobre su cuello. Entonces quien seguía entre las sombras salió y se dejó ver.



continuará...


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