martes, 8 de agosto de 2017

El Hombre sin Cabeza



_¡Como lo imaginé!

Dijo Malena al llegar a la vieja cabaña, mientras aun conducía su auto, la cabaña estaba descuidada, sobre su techo de tejas de dos aguas sobre ellas una especie de sauce llorón, que de no ser por los recuerdos de Malena y su niñez, está no se veía tan mal, tal pareciera que la natura la había decorado, bueno, redecorado. Bajó del auto, se colocó sus gafas de sol sobre su cabellera, y vio todo a su alrededor, había mucho por hacer, aunque su idea de llegar a la cabaña de su familia, lugar de tantas aventuras de infancia no era precisamente para arreglarla, sino para encontrar a la perdida inspiración de los últimos meses, algo que la tenía preocupada pues, el contrato con su editorial estaba por vencer en cuanto al plazo para la entrega de su sexto libro. Entró en la cabaña y lo que había allí estaba cubierto con sábanas blancas, que para ahora ya no lo eran.

Pasaron un par de días para que Malena dejara el lugar adecuado para lo que la llevó hasta ese lugar; a la mañana siguiente Malena se despertó muy temprano, algo que no hacía hace mucho, se alistó con ropa cómoda para salir a disfrutar de la naturaleza, con el objeto de que esto le trajera ideas para su nuevo tema, su nueva novela, la cual aun no lo tenía, la naturaleza le entregaba; aire puro, sonidos espectaculares que no se podrían escuchar en la ciudad, el verde era impresionante. 

Aspiró profundo y sus pulmones se llenaron de un delicioso aire, luego de su calistenia empezó a correr por los corredores naturales, entre enormes arboledas; habría corrido una media hora, cuando se tropieza.

_¡Ay!... ¡Jajajaja!

Malena se sentó y se revisó, solo un leve raspón, en sus rodillas. 

_¿Qué es esto?

Era un letrero muy viejo, que sobre salía de la superficie de la tierra, un letrero enterrado por el paso del tiempo, quien salió a la superficie a consecuencia del golpe de la joven escritora. Escarbó, esto por la curiosidad de la escritora y la posibilidad de encontrar su historia. 
Buscó algo que le sirviera para extraer lo que sería un viejo letrero, mientras escarbaba se iba apareciendo el pedazo de madera húmedo y podrido, con insectos, los cuales huían para salvar su vida, con unas hojas quitó el polvo y lodo sobre el letrero, no hubo necesidad de limpiarlo a totalidad, pues era evidente que lo que en el madero se leía era una advertencia: Prohibido terminantemente el paso.

_No recuerdo este letrero, deberá de ser mucho más antiguo de cuando yo venía. Sí, las letras lo evidencian, la caligrafía es del siglo antepasado. Pero, ¿para dónde era esta advertencia? 

Malena aún sentada y olvidada de su adolorido raspón, veía a su alrededor, para tratar de indagar hacía donde era la prohibición. Por más que intentó encontrar el lugar de la prohibición, no encontró ningún indicio que se lo dijera. 

Esa noche, ya en la intimidad de su cuarto, pensando en su libro, no lograba concentrarse, pues, le llegaba a su recuerdo el letrero, se dijo; y si ese es el motivo de mi próxima historia, sí; una escritora que se encuentra con ese letrero el cual le roba toda su atención, al grado de obsesionarse con él. ¡Lo tengo, esa será la trama! ¡Mi próxima novela será de suspenso y acción! Su mente e imaginación de escritora dio inicio, la maquinaria arrancó, cada engrane de su cabeza empezó a girar, del pozo de agua de la imaginación empezaba a salir el ansiado líquido, su novela en la cabeza tomaba forma.

A la mañana siguiente, despertó excitada y de nuevo era de madrugada, había que aprovechar al máximo el día, se preparó solo una taza de café, caliente y sin azúcar, mientras la bebía, en su cabeza aparecía su historia, pero algo no le encajaba, mientras ordenaba el cómo iniciaría su historia, al encontrarse sin algo que le gustara, tomó la decisión de salir al lugar en donde estaba la madera con la prohibición para tomar alguna información que le diera el pie correcto para empezar a escribir su aterradora historia, para la cual, aún no tenía titulo.

_Por acá recuerdo que es. Yo venía por ahí, y fue justo acá donde tropecé, pero, donde está el extraño y antiguo letrero, pareciera que alguien lo encontró y lo escondió; qué extraño. 
Pero no importa, porque recuerdo perfectamente que fue aquí donde lastimé mis lindas rodillas, así que veamos, por ahí no podría ser, todo se ve como despejado, no tendría sentido, aunque en el tiempo para cuando se escribió el letrero si pudo tenerlo, y por acá, no, este lado definitivamente que no. Por este, de ahí vengo, jijiji, solo queda este, pero... Sí, debe ser por acá, pues si estaba prohibido el paso, eso hizo que la maleza creciera y toda esa maraña, para entrar necesitaré de herramientas, machete y otras cosas para abrirme camino.

Se dirigió hasta la casa en busca de herramientas para abrirse camino, tomó lo que creyó le serviría y regresó.

_Bueno, a empezar, pues hay mucho por hacer.

Malena empezó a machetear, y con una rama en forma de la herramienta utilizada por la muerte, iba recogiendo y apartando lo que cortaba y arrebataba a la natura, de los escombros salían alimañas y toda clase de seres vivos que hicieron de todo lo quitado su hogar, arañas de enorme tamaño, animales silvestres. A pesar de eso ella seguía avanzando.

_¿Qué es eso? ¿Hay alguien ahí? 

Gritó Malena cuando creyó escuchar algo. Pero el silencio fue el único que respondió. Se limpió el sudor de la frente y arregló el hule que le mantenía la cabellera en su lugar, entonces siguió con su tarea. 

Ya iba bien adentro cuando alguien la sostuvo por la espalda, tapándole la boca para que no gritara, en el rostro de Malena solo se lograba ver lo expresivo de sus ojos, bien abiertos y un pecho que se le agitaba, fue levantada y sus pies se separaron del suelo, quien la tenía tomada le tapaba la boca y con el otro brazo la tomaba por la cintura, la escritora pataleaba, no podía hacer otra cosa pues, el brazo que la abrazaba por la cintura le tomaba también sus brazos, en sus hombros ella sentía el respirar de quien la secuestraba, ella solo podía ver como se alejaba el paisaje y como los escombros quedaban por donde ellas los arrojó, así fue jalada por unos largos minutos, los cuales la dejaron exhausta, por fin, Malena rodó por el suelo, quedando boca abajo, pero sin poderse levantar, porque sobre su espalda una bota maltrecha y hedionda la sostenía y le hacía fuerza contra el sucio suelo, manteniéndola allí sin poder moverse. 

_¿Acaso no sabes leer? Eres curiosa y has entrado en terreno privado. Esa curiosidad mató al negro gato, y ahora, esa misma curiosidad matará a la chica curiosa, además ya me cansé de estar pernoctando al aire libre, esa cabaña ahora me pertenece y tú llegas como que nada y me echas de ahí.
_Pero... Balbuceó la chica
_¡Cállate perra! O me harás más sencillo el asesinarte, aunque pensándolo bien, será una lastima asesinar a tan lindo ejemplar femenino.
Esto se lo dijo tomándole parte del rostro, para admirar lo hermosa que era la escritora.
_No te atrevas a verme, porque en el acto te asesino, te cortaría tu lindo cuello.

Ella no lo vio, pues sabía que quien la tenía a su merced no hablaba en broma, seguramente era un loco, o un asesino serial, el cual había tomado su cabaña como refugio, quien sabe y a lo mejor, justo para donde ella se dirigía tenía varios cadáveres, de esas chicas desaparecidas de las cuales nunca se supo nada y era por eso que se había delatado, pues, Malena se estaba acercando hacia el cementerio donde estaban todos los cadáveres de las chicas desaparecidas en los últimos tiempos, la escritora trataba de pensar con mente fría para salir de esta.

_Sería buena idea pasar un rato rico, ¿no crees? ¿Hace cuánto qué no haces el amor? Supongo que una chica tan linda, y tan fina, y adinerada, pues se nota que tienes dinero, hará el amor muy seguido. ¿Tienes novio que te extrañe?
_Si tengo, y seguro está por llegar, porque hoy hablé con él, y le dije que lo extrañaba, estará llegando.
_¡Jajajaja! ¿Me crees un idiota, un ignorante? Aquí no hay señal, no hay electricidad, además de perra, mentirosa, creo que me gustas ahora más. Te haré gemir de placer y luego te mataré, te ahorcaré muy lentamente mientras te la meto por el culo, para que ese lindo trasero me la apriete y mucho, Jajaja. ¡Que delicia!
_¿Eso le haces a tus victimas?
_¿No es una grandiosa y excitante idea?
_¡Maldito hijo de puta! 
_¡Cállate!

Malena recibió un golpe que la dejó inconsciente.


_¡Sí! Eso es exactamente lo que andaba buscando, mi libro será un tremendo éxito, será tan bueno que ya me lo imagino en las salas de cine. Bueno, ya avancé bastante y nada, atrás dejé una enorme vegetación, unos lindos árboles y aquí nada, solo aquel lago; vaya, ya lo había olvidado, ahí nos divertíamos mucho con mi hermano y mis primos. Por lo menos este trabajo de investigación me ha dejado un buen tramo de mi próxima novela. Ahora a descansar. 

Dio la vuelta para regresar a su cabaña; del sol, apenas se lograban ver los últimos destellos de su majestuosa potencia lumínica. 

_¿Qué es esto? Qué raro. Parece ser la vieja madera con el anuncio de: Prohibido terminantemente el paso. Sí, es el mismo anuncio. Pero, ¿qué hace aquí? se supone que ahora estoy en el otro lado de donde lo encontré. 

Malena lo tomó entre sus manos, pues el rótulo estaba completamente expuesto y casi limpio, como si alguien lo hubo tomado, limpiado y colocado precisamente en ese lugar, justo en ese lugar, tal cual, como la cruz roja en el mapa de algún tesoro...   



Continuará...




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