jueves, 19 de octubre de 2017

Historias y leyendas


Siempre estuvo en la oscuridad sumergido, se escucharon lamentos y suspiros, pero fueron llenos de dolor, nunca de amor, eso era lo que lamentaba, seguro estaba perdido en el tiempo, en alguna celda; dicen que un héroe fue, pero que un día sus ojos se apagaron, que fue como un castigo y sumergido al olvido, que se escribieron historias de su vida, y que se hizo toda una leyenda; pero que alguien apagó su flama y lo hizo con saña. 

Hay quienes dicen que fue venganza por una traición, otros que solo era su destino, destino que lo marcó para la posteridad cuando al lugar llegó, extraña mujer, vestida completamente de negro, la llamaron los del lugar la Viuda Negra, pero era aún mozuela; otros dijeron que era una mujerzuela, lo hicieron en despecho por no recibir de ella sus ofrendas de mujer deseada y acosada.

Ella lo vio y en sus ojos apareció una luz, una que se había hace tiempo extinguido, él se sintió el elegido, ella así lo quiso, a él en cuerpo y alma se le entregó y ahí empezó su historia, su leyenda, él se sintió dueño de todo lo que los rodeaba y de los machos era el alfa, imitado por muchos pero jamás igualado, eso le consiguió muchos enemigos y entonces empezó su castigo. 

A los oídos de ella le llegaron mil mentiras, inventos de quienes se decían sus amigos, el destierro del amor les llegó, ella a nadie escuchó, y en sus ojos que se apagaron se marchitó la flor y de nuevo de negro se vistió, regresó la Viuda Negra eso gritaron los que la desearon, ella tomó sus pocas cosas, se montó en la bestia que un día hasta allí la condujo y del pueblo se marchó. 

Todos la vieron alejarse con el corazón destrozado y en su rostro, sin rostro, un par de ojos en la nada sumergidos y perdidos, cuerpo sin alma, sin corazón y ya no era la mozuela que llegó y se enamoró. 

Mientras se marchó, el hasta entonces héroe y su leyenda se condenó a la oscuridad y ahora su destino son lamentos y suspiros, nadie lo ha vuelto a ver, dicen los que fingieron ser sus amigos que ya no es ni su sombra, que por las noches lo han visto vagar por las calles, suspirando y gimiendo su dolor, su eterno castigo. 

Quien lo condenó fue un jurado que lo envidió desde el mismo momento que ella entre su regazo lo recibió y le obsequió lo que todos al verla desearon, su honor, su feminidad, su castidad, la luz que a ella llegó cuando lo conoció, estos mismos lo condenaron y lo exiliaron de su propia historia que era la que todos deseaban vivir al lado de la extraña y bella mujer que de él se enamoró y que con ilusión su amor ambos se entregaron sin reserva alguna. 

Ahora, siempre en la oscuridad y sin voz, el silencio es su única compañía y su confidentes sus recuerdos y sus sueños, ellos son los que lo acompañan, en su lamento él reclama un por qué, pero nadie responde, nadie tiene el valor, tal vez, si alguien le explica él salga de su celda imaginaria y se marche del lugar detrás de su ilusión, detrás de la mujer amada. 

La que seguro ahora vaga sin rumbo, ni destino, sin luz en su mirada, la seguirán viendo como una viuda y de negro, pero ella al igual que él, ambos con la duda que se les sembró en su corazón por la envidia.

Maldito estigma de aquellos que no logran conseguir por las buenas lo que quieren y al verse sin ello y ya perdidos y por otro su meta alcanzada, se llenan de odio y su corazón y mente les ordena la venganza, sin medir consecuencias, solo desean que su sufrimiento lo sienta el que ya disfrutó de lo que él jamás hará, esa es la verdad. 

El héroe y vencedor de la antigua leyenda, hoy vive su condena sumergido en la oscuridad, ese es su destino, solo lamentos y gemidos, no se ha vuelto a escuchar su varonil voz, no tiene motivación. 
De ella ya no se supo nunca nada, de él solo se espera que se apague la oscuridad que será su luz, pues para donde vaya, ahí ya no habrá ni una sola penumbra, todo será mucho más oscuro, negro como la nada, el héroe de la leyenda que contó a su manera su historia desea que ese día le llegue pronto, emigrar a ese lugar y encontrarse con ella, explicarle su verdad, contarle su historia y quien quita y ella lo escuche y comprenda de la trampa tendida por los que un día creyó que fueron sus amigos, pero que en realidad fueron sus enemigos, los que la condenaron al olvido. 

En ese lugar, la luz de sus ojos los guiará y los unirá, esa es la ilusión del dueño de esta historia, del dueño de su leyenda que por siglos se contará, los niños muy atentos la escucharán, unos sentirán horror, otros armaran en sus mentes nuevas historias para perpetuar su leyenda de oscuridad y lamentos y suspiros, sueños de muchos destinos que fueron y después murieron.

Esta historia seguirá por la posteridad, seguro tendrá algunos cambios, pues cada niño que hoy la escucha la contará a su estilo, pero él y ella, serán por siempre una trágica leyenda. 


¿Se encontraron en el otro lugar? eso nadie lo sabrá, pero yo que cuento hoy esta leyenda le daré este final y diré; que él llegó como un foráneo al lugar que sería ahora su hogar y que en el mismo momento que él arribó, ella también lo hizo, que entre la multitud ellos caminaron sin saber que en un punto los uniría su gran amor, él sintió en su rostro lo cálido de la luz de su mirada y al sentirla la cara elevó y con sus ojos se topó, ella lo miró y al hacerlo sin pensarlo a sus brazos se lanzó y que desde ese eterno momento jamás se han vuelto separar y que se cuentan su historias, que formaron cada uno por su lado, que ambos crearon su propia leyenda, una que los hace seguir vivos donde fueron dos almas sin cuerpo, dos almas vagando con su dolor, silencio y gemidos.

Y, que un día abrazados, amándose, viendo al horizonte desde el borde del que ahora es su hogar, les llegó unos lamentos, gemidos y suspiros de dolor, mucho dolor, un dolor mucho mayor al que ellos sintieron por la supuesta traición, ellos, al escucharlos sonrieron, pero nada dijeron, pero sabían que quienes se quejaban de dolor fueron los mismos que los condenaron y que ahora eran juzgados por un Juez implacable y justo y que Él, los condenaba a sufrir lo que ellos sufrieron, pero por la eternidad, esa es mi leyenda de esta historia.



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